EL MESTIZO Y LA SANGRE PURA

𝐒𝐍𝐈𝐓𝐂𝐇 𝐃𝐎𝐑𝐀𝐃𝐀

Era el gran día, cada alumno se encontraba en las gradas apoyando a su respectiva casa o a la que más le gustaba de los dos equipos competidores, Hogwarts entero ansiaba con desesperación este gran momento.

Iba a comenzar la temporada de quidditch.

Harry jugaría su primer partido, después de semanas de entrenamiento y arduo esfuerzo para entender el juego mágico, leyó un innumerable número de reglas y de libros referentes al juego en compañía de Hermione.

Aquel sábado, Gryffindor contra Slytherin se imponían en la cancha, el ambiente era sin duda una mezcla extraña entre odio, esperanza y busca de grandeza, si el equipo de Harry ganaba, pasarían a ser segundos en el campeonato de las casas.

Entre la muchedumbre vociferante, Harmony quien no era una gran amante al deporte se encontraba allí, cuidando de que el pequeño Harry Potter de tan solo 11 años, no se rompiera muchos huesos.

Desde aquella conversación con Albus y el problema con el troll, la chica comenzó a acercarse al niño que vivió y de poco a poco una hermosa relación de mentor-alumno se formó y porque no, de amigos.

Aunque Hermione al inicio lo tomo como algo extraño, acepto con el tiempo la amistad ofrecida por la chica.

Ron, él exclusivamente busca a Harmony para asegurarse de que su rata se encuentre bien y muy de vez en cuando para capar alguna clase aburrida, le agrada, por lo menos no es la presumida Hermione, que lo humilla en cada clase.

Por otro lado, Snape desde el otro lado de la cancha veía a la lejanía a su amada, ya que las casas que se enfrentaban eran los aventureros valientes y las serpientes astutas, y por decirlo de una forma plausible, estos dos no tenían una relación muy sana

Sin duda un partido difícil de olvidar.

Harmony decidió quedarse en el lado de Gryffindor para no levantar sospechas, porque por ahora nadie sabía de aquel interés romántico compartido entre el mestizo y la sangre pura.

O bueno... ellos creían eso.

Mientras todos esperaban el comienzo del partido, en los vestuarios, Harry y el resto del equipo se estaban cambiando para ponerse las túnicas color escarlata de quidditch.

Wood se aclaró la garganta para exigir silencio. 

—Bueno, chicos —dijo

 —Y chicas —añadió la cazadora Angelina Johnson. 

—Y chicas —dijo Wood—, este es... 

—El grande —dijo Fred.

—El que estábamos esperando —dijo George. 

—Nos sabemos de memoria el discurso de Oliver —dijo Fred a Harry—, estábamos en el equipo el año pasado. 

—Silencio los dos —ordenó Wood—, este es el mejor equipo que Gryffindor ha tenido en muchos años. Y vamos a ganar.

—Sí, como siempre —se burló Fred al lado de George mientras este se reía.

—Bien, buena suerte a todos.

Madame Hooch se dirigió al centro de la cancha, aclaro su garganta y hablo fuertemente con énfasis.

—Quiero un partido limpio y sin problemas, eso va para todos. —dijo cuando los dos equipos estuvieron reunidos a su alrededor, especialmente dirigiéndose a Slytherin— Móntense en sus escobas, por favor. 

La señora Hooch dio un largo pitido con su silbato de plata e inmediatamente quince escobas seelevaron rápidamente en busca de los balones y de los puntos para sus casas.