Harmony estaba en una habitación en su pequeño apartamento en París, miraba el techo y pensada acerca de la charla de hace unas semanas.
No le había respondido a Albus y de hecho ella no sabía qué responder.
—¿Entonces quieren que sea una maestra? —miró a los ojos a Newt, ella no estaba lista para algo como eso.
—No, no una maestra, una inspectora, estarás en las mayorías de las clases y ayudarás a los de primer año a integrarse, como una inspectora.
—P-pero no creo estar lista, ¿además porque yo?, No estoy capacitada para algo como esto. —de tan solo imaginarlo sus manos temblaron, ¿ella enseñando?, eso sería Imposible.
—Porque confío en ti, eres una alumna hábil además aprendes rápido y estoy seguro de que Hogwarts merece una buena magizoologa. —Newt calmó a la chica con dulces palabras y una amable sonrisa.
—Y-yo lo pensaré. —bajo la mirada indecisa.
Aquella pregunta seguía en su mente aún sin respuesta, mientras está daba vueltas en su mullida cama y se arropaba con sus sábanas.
Pero entonces sintió una sensación húmeda en su rostro, al abrir los ojos se encontró con un hocico húmedo y una bola de pelos.
—¡Baloo, baja de la cama! —se limpió el rostro y trato de seguir durmiendo plácidamente, pero su querido amigo no se lo permitió.
El lobo saltó de nuevo al rostro de la chica, entre risas y lamidas por fin la chica se levantó.
—Eres insoportable. —acarició su cabeza dulcemente.
Pero inmediatamente cuándo se dio la vuelta el lobo saltó a las cobijas y ocupo su lugar.
—Así que lo único que querías era eso —se rio miró el reloj de pared y se dio cuenta de lo tarde que era— , tengo que alimentar a los chicos, Baloo por qué no me avisaste.
Su magistral Halcón voló hacia su hombro y se posó allí, esa bella criatura era y siempre sería su mejor amigo.
El lobo le ladro enojado y celoso para luego volverse a acostar en el suave colchón de su ama.
En cambio su joven ama corría por todo el lugar mientras entraba a la ducha tan rápido como un rayo, luego salía rápidamente mientras cepillada su frondoso cabello para por último tomar su desayuno mientras leía el periódico, todo en unos pocos minutos.
Entonces ya lista bajó corriendo a la segunda planta y llevándose consigo algunos sacos de alimento, carne cruda y ratas congeladas.
Su pequeño apartamento tenía en realidad 3 pisos y su humilde techado era simplemente una máscara para lo que se escondía dentro.Bajo la aguardaba un pequeño escarbato el cual estaba intentando tomar algunas monedas de un frasco.
—¿A dónde crees que vas, pequeño? —sonrió y le entrego algunas monedas para que se distrajera un rato.
Siguió su rutina como normalmente lo hacía visitando a cada uno de los extraordinarios seres de los que cuidaba.
—Estoy hecha polvo. —hablo para sí misma, luego se estiró y feliz por todo lo que había logrado hacer hoy se tomó un descanso y se acostó en el pasto.
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EL MESTIZO Y LA SANGRE PURA
FanfictionUn hombre que perdió a su verdadero amor para siempre, aquella única mujer que lo entendía completamente, la única persona que no debía de perder. Una mujer que no conoció el amor de una familia, tratando de ser aceptada siendo ella misma, pero los...