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Seishu Inui

Katsumi Sano, la hermana biológica del "invencible Mikey" , el nombre que le habían dado a su mellizo, líder de la división cero de la ToMan, algo bastante raro sería que ella era la única en esa división, pues tenía unos labores especiales.
La muchacha tenía un don bastante raro, era capaz de sentir si algo pasaría o no, por ejemplo el día en el que Draken fue apuñalado, dijo que todos se cuiden sus espaldas, que tenía un presentimiento horrible.
Lo mismo en el halloween sangriento, un escalofrío recorrió su cuerpo cuando anunciaron que pelearían contra Valhalla.

No era débil, claramente no lo era, había estado en el Dojo de su abuelo la mayor parte de su infancia.

Retrocedamos un poco.

-Katsu, no juegues con esa moto.

-Pero Shinichiro, dijiste que me enseñarías ¡Y no me haz enseñado absolutamente nada!

Una niña y un pelinegro se encontraban en la tienda del muchacho, dos simples hermanos.

-Bien bien, pásame un destornillador y ven para acá, pero prestarás atención y no tocarás nada a menos que te lo diga ¿entendido?–A la niña le salían brillos por los ojos, le encantaba ver a su hermano trabajar, y cuando creció lo suficiente, quiso aprender de la misma manera.

Ella obedeció y se sentó a su lado.

-¿De quien es la moto? ¿es de Wakasa o Takeomi?

-De ninguno de los dos, pero es importante, es de un chico llamado Inui, ha sufrido bastante y me tiene en alta estima, así que, lo menos que puedo hacer es un trabajo impecable.

-¿Puedo conocerlo?

-Es bastante cerrado, pero creo que se llevarían bien, son casi de la misma edad.

Luego, el pequeño Ken entro a la escena, llamando la atención de los otros dos.

-¡Ken-chin! ¡Mira, mira! ¡Shin me está enseñando a reparar motos!–Estaba bastante orgullosa, mientras tenía una sonrisa de superioridad.

-¡No es justo! ¡Se supone que iba a enseñarme a mi hoy!–Decía mientras apuntaba a Shinichiro y dejaba su mochila en el suelo.

Los dos niños miraron mal al más grande.

-Tampoco me maten con la mirada, puedo enseñarle a ambos.–Realmente era algo que se le ocurrió al último segundo, pero no le pareció una mala idea.

Y así, los dos niños admiraban como Shinichiro reparaba y les enseñaba, si alguno no entendía lo volvía a explicar, realmente unos momentos inolvidables para ambos.

Pero todo cambió.

Su muerte la dejó irreconocible, ya no era más esa niña que se reía por todo y por nada, sus ojos se volvieron oscuros pero jamás dejó de pensar en sus amigos, los fundadores de la ToMan, que la apoyaron en todo momento.

Al principio solo sentía odio a Kazutora, pero poco a poco lo fue entendiendo, sabía que el chico no la había pasado bien con todo el tema de sus padres abusivos y manipuladores.
El que nunca la dejo sola fue Draken, siempre estaba para ambos hermanos, cuidándolos y regañando frecuentemente a Mikey.

Después del incidente, la ToMan se hizo bastante popular, todo el mundo se había enterado del don de la chica y la querían en sus filas, sumando al echo de que era una total genio si se trataba de ver que le convenía a su pandilla y qué no.
Ella fue la que tuvo la decisión de expulsar a Kisaki, a pesar de eso, no pudo evitar la muerte de Baji.

Aunque, ella creía que estaba enamorada de Draken, desde el incidente de Shinichiro, el rubio era el qué más la hacía sonreír, lastima que le puso un nombre incorrecto a sus sentimientos.