03

75 2 2
                                    

Años habían pasado desde que Ito había aceptado ser mi novia. Años en los que habíamos crecido tanto como en edad, como en cuanto a nuestras personas. Habíamos hecho amigos, compañeros, rivales... Nos habíamos graduado de la UA con honores, siendo dos de los tres mejores en toda la academia (después de Mirio, Tamaki y Nejire, por supuesto).

Pasaron seis años; seis hermosos años en los que fuimos escalando hasta posicionarnos en los mejores 10 héroes de todo Japón, y hasta quedar en los dos mejores del mundo: la heroína Kitty, la heroína más grande del mundo, y su fiel compañero Red Riot, como el héroe número dos causaban pánico entre los villanos.

Durante esos años, jamás rompí ese juramento silencioso que hice el día que aceptó ser mi novia; no había soltado su mano, ni aunque las cosas se tornaran difíciles, ni cuando la rutina parecía querer sobreponerse a nuestra relación. De la costumbre nace el menosprecio, y por nada del mundo podía acostumbrarme a ese huracán de emociones que ella representaba para mí, con sus bonitas muecas cuando la hacía enojar, con esos hoyuelos preciosos que se formaban en sus mejillas cuando sonreía, y, por Dios, esa sonrisa que me volvía loco, haciéndome adicto a escuchar su risa sincera, llena de seguridad, llena de alegría. No, definitivamente nunca podría acostumbrarme a ella, pero tenía toda la vida para intentarlo.

Habíamos decidido mudarnos juntos cuando cumplimos 23 años, por lo que ya llevábamos algún tiempo ahorrando lo suficiente como para poder cubrir un departamento cerca de las agencias donde trabajábamos.

Estaba sentado en la pequeña habitación que adaptamos como despacho para atender los asuntos pendientes de las agencias, pues FatGum y Suneater habían tenido la gentileza de darme unos días libres de patrullaje, que, convenientemente, coincidían con los días libres de Ito. Era mi última noche en casa, pues al día siguiente tendría que volver a cubrir mi rutina de patrullaje en los barrios rojos (peligrosos). 

Terminaba de organizar la información sobre un caso con criminales menores, cuando llegó a mí un delicioso aroma: Ito cocinaba. ¡Amaba cuando cocinaba! En especial si llevaba carne de por medio. Estaba seguro de que así era. Me levanté cautivado por el aroma, y asomé la cabeza por la puerta de la cocina.

-Woah, Peque, ¿qué estás haciendo? Huele increíble- dije acercándome a ella, abrazándola por la espalda mientras husmeaba con la mirada la olla frente a nosotros. Pasé mi atención a su hombro, que estaba ligeramente descubierto, pues llevaba una blusa suelta; besé su piel con cariño.

-Sólo es sopa de verduras con carne- en su voz pude notar su sonrisa, y aunque no la veía por completo, estuve seguro de poder admirar los hoyuelos que se formaron en sus tersas mejillas. Por otro lado, estaba esa combinación deliciosa de verduras con carne, ¿Cómo podía ser un manjar de dioses? Simple: ella lo cocinaba. Tenía un sazón increíble, incluso mejor que Bakugou, con quien solía hacer competencias culinarias, en las que yo acababa por reventar por probar tanta comida. -Me encanta cuando haces eso- murmuró lo suficientemente alto como para que pudiera escucharla. Amaba cuando hablaba así, podía sentir su tranquilidad, era palpable.

-Tu comida siempre es deliciosa, más si lleva carne de por medio- hablé felicitándola mientras elaboraba un malicioso plan para ella. Me relamí los labios, preparándome -; me alegra que te gusten los besos, Peque... prepárate para el ataque- sin darle tiempo a reaccionar, comencé a besar rápidamente su hombro y cuello, haciéndole cosquillas. Se removió en mis brazos, riendo divertida, ¿Cuántas veces no me había enamorado de su hermosa y perfecta risa? ¿Y cuántas cosas no habré hecho yo para provocarla? Amaba escucharla, sin miedos, libre. Era la mejor parte de hacerla reír: ver esa libertad que la caracterizaba, esa actitud de niña rebelde, capaz, espontánea... Verla como realmente era. En algún momento logró zafarse de mi abrazo, enfrentándome.

Color negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora