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La fiesta seguía, todos bailábamos, reíamos, cantábamos.

De un momento a otro, descubrimos que Denki y Mina estaban ebrios a más no poder. Y nos dimos cuenta porque ambos estaban profesando su amor por Sero. Todos estábamos muertos de risa, hasta que fui a servirme un poco de ponche. En cierto punto de la noche, Yaomomo y Shoto nos pidieron hablar en privado a ambos.

-Muchas felicidades por su nueva vida, amigos- dijo Momo poniendo su mano en su mejilla, sonriéndonos con cariño, correspondido por nosotros.

-Yao, te lo agradezco muchísimo, y gracias por haber venido- Ito tomó su mano y le dio un leve apretón, mientras Todoroki pasaba su brazo por mis hombros; yo hice lo mismo con él.

-No me imagino todas las emociones que seguro están sintiendo, son valientes para haber empezado una familia sin dudarlo, seguro serán unos padres extraordinarios- continuó nuestra amiga.

-Eso esperamos- confesé algo nervioso por Natsuki. Si bien estaba emocionado, me preocupaba el espacio del departamento. Al parecer, Ito leyó mi mente, pues dijo:

-Ahora tendremos que buscar un lugar más grande para los tres- nos miramos y sonreímos cómplices. No sería problema en lo absoluto.

-También lo pensamos- esta vez fue Shoto quien habló, sonriendo a Momo -, así que, decidimos darles esto.- Puso un juego de llaves en mi mano. -Son las llaves de su nuevo hogar- mis ojos se abrieron más de lo que esperé, puesto que sentí cómo se resecaban un poco.

-Está amueblada, así que no tendrán que mudar muchas otras cosas- Yaomomo sonrió ampliamente, abrazando a Ito, quien estaba tan sorprendida como yo.

-Amigos...- mi voz sonó un poco ajena a mí, como si no fuera mía. -¡Woah, debió ser una fortuna!- miré a Todoroki rascándome la cabeza con algo de nerviosismo. No sabía qué decir. Me refiero, no todos los días tus amigos multimillonarios te regalan una casa completamente amueblada para tu familia, ¿qué se dice en esos casos? ¿Gracias?

-Es parte de las propiedades que se quedaron solas cuando el viejo se retiró, iba a ser demolida- explica Shoto con una sonrisa -No es la gran cosa, por favor acéptenla- sus ojos brillaron con sinceridad, así como los de nuestra amiga. Ito y yo nos miramos, antes de mirarlos a ellos de nuevo.

-Chicos, ¡muchas gracias!- mi ahora esposa sonrió con emoción, mientras los abrazaba energética.

-Amigos, se los agradecemos mucho, nuestro bebé será muy feliz en su nuevo hogar- sonreí con sinceridad. Ambos asintieron y continuamos con la fiesta.

Un rato después, Bakugou invitó a bailar a Ito, y Mina a mí; nos divertimos mucho hasta que Kaminari se puso a fastidiar a Bakugou con que su traje le hacía resaltar el pecho, haciendo que pareciera una chica. El cenizo, evidentemente molesto por un Denki demasiado borracho, le explotó la cara, aunque sin lastimarlo, hasta que el mencionado se quedó dormido después de quejarse ruidosamente conmigo de la actitud de Bakugou. Sero se encargó de llevarlo a casa, marcando así el final de la fiesta y el comienzo de nuestra vida como recién casados.

Y eso era jodidamente emocionante.

-¿Lista para ir a casa, mi bella esposa?- tomé su mano con cariño, besando sus nudillos. Eso le sacó una risita divertida.

-Lista, mi apuesto caballero- solté un suspiro. Se veía demasiado hermosa. No podía creer que ese momento estaba pasando: nuestra boda, nuestra hija, nuestro hogar, verla vestida de novia... Era demasiada adrenalina, mi mente no lograba procesar todo lo suficientemente rápido como para sentirme en la realidad. Me sentía en el sueño más increíble de todos.

Con ayuda de Bakugou llevamos los regalos al auto, y después ayudé a Ito a subir al asiento del copiloto.

-Mañana haremos la mudanza, por ahora descansemos y disfrutemos de nuestra primera noche de casados- sugerí besando su frente, a lo que ella asintió. Se cubrió un poco con una manta que teníamos en caso de que hubieran reporteros cerca. Nos despedimos de todos y dimos las gracias, antes de irnos al departamento.

Color negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora