Amar sin cambiar

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«Hay muchos tipos de amor en este mundo, pero nunca el mismo amor dos veces»

SCOTT FITZGERALD

Sábado, 13 de enero de 2024

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Sábado, 13 de enero de 2024

Cuando se encuentra a la persona que se cree la indicada o al gran amor, no se ve más allá de eso. No se piensa que pudiese existir alguien más, al contrario, cuando se encuentra a esa persona, se piensa que ningún otro amor será más fuerte. Dicen que una persona vive ese amor tan grande una única vez. Quizás sea así, o quizás se puede encontrar eso tan especial más veces. Sin embargo, aun si se encontraran nuevos grandes amores, serían distintos porque, con cada relación rota, se pierde un poco de nuestro ser, se va quedando con la persona que dejamos atrás. Nadie vuelve a ser el mismo después de un amor intenso porque te quita partes, te rompe y te construye. Cambias.

Alek Orlov jamás se había enamorado, la mafia no era lugar para el romance, ni el arte, ni la creatividad, ni la felicidad... Por ello, cuando conoció a Evelyn, se entregó en cuerpo y alma a ese amor pasional. La amaba, no quería perderla, pero temía ponerla en peligro por ser quien era. Tan solo ayer había pensado que estaban a salvo, que su origen no era un problema y no lo sería; había creído que ser un Orlov a medias no le traería consecuencias, que podía continuar en el limbo en el que había estado desde los quince años.

Y hoy su novia había estado en peligro, mínimo, pero en peligro. Siempre era peligroso involucrarse con su linaje y más para una persona normal y sencilla como Eve. Él era capaz de defenderse, de soportar las atrocidades que vivían y cometían los que compartían su sangre, ella no. Alek no podía continuar de esa manera, así que estaba decidido a aprovechar esa visita inesperada al Boss bossov para solicitar ser excluido de la familia, renunciar a sus derechos como ditya luny y nunca más ser tomado en cuenta bajo ningún concepto. Se declararía independiente de todo, aunque eso significara ver menos a sus hermanos y a su padre.

Al llegar al portón que dividía los predios del palacio Orlov y el resto de la montaña, que aún estaba nevada, Alek bajó del auto negro en el que había sido trasladado y los escoltas le pidieron entregar sus pertenencias como cualquier medio de comunicación y las armas que pudiese llevar consigo. Era rutina, por seguridad, aunque Alek hubiese agradecido que lo dejaran conservar su celular.

Fue escoltado a la oficina de Ethan Orlov. En la puerta del lugar se encontraba Sergei dándoles algunas órdenes a sus subordinados. El joven beta se sorprendió mucho al ver a su antiguo amigo en aquel lugar. Nadie le había informado de su arribo al palacio, menos aún que su presencia se debiera a una orden de Ethan.

—¿Qué está pasando? —interrogó Sergei a uno de los guardias que acompañaban a Alek, luego de saludar con una breve reverencia al mencionado.

—Recibimos la orden del traer al señor Alek ante nuestro gran jefe —explicó el escolta—. Ya puede avisarle de nuestra llegada.

Querido SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora