Deseo

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«Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama»

Miguel de Cervantes

Viernes, 15 de marzo de 2024

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Viernes, 15 de marzo de 2024

Ethan no se había sentido tan bien en mucho tiempo, había tenido pocos buenos momentos en esos años viviendo en el palacio, pero no como ahora. Se sentía como una persona normal, Alek le hacía sentirse como ese chico feliz que había sido en Evimeria, aunque fuese por pocos momentos.

Los dos hijos de la luna estaban en la cocina preparando un pay de queso y uvas, mejor dicho, intentando copiar una receta, pero era bastante complicada. Se trataba de la receta de Beyhan Aslan, ella se la había regalado al soulmate de su hijo, junto con varias otras cosas, dentro de un pequeño cofre que Ethan guardaba como su mayor tesoro.

—Esta tarta es muy complicada de hacer... —quejó Alek, cubierto en harina, ambos lo estaban.

Se encontraban en la cocina secundaria del palacio, les habían dado el día libre a los cocineros, claro, luego de que preparasen la cena de Elías Orlov. Así que estaban solos haciendo un desastre de la cocina.

—Y tú dijiste que sabías cocinar y hornear —debatió Ethan.

—Sí, pero cuando dijiste que querías comer un pay creí que era algo común, no algo con tantos ingredientes. ¿De dónde sacaste esta receta? —preguntó Alek leyendo de nuevo la hoja con las instrucciones e ingredientes.

—Una señora a la que llegué a querer mucho me la dio —contó Ethan con nostalgia, recordando lo buena que Beyhan había sido con él, a pesar de todo—. No creí que fuese tan complicada. Para mí lo era porque no tengo idea de nada cuando se trata de cocinar, soy pésimo en eso.

—Eso es bueno, ya me estaba preocupando —dijo Alek e Ethan no le entendió—. Me preguntaba: ¿acaso será bueno en todo? —Eso trajo un recuerdo a Ethan, las mismas palabras le había dicho Selim una vez; se maldijo por recordarlo con la mínima provocación—. Cantas como un ángel, bailas como nadie, tocas el piano, eres la persona más inteligente que he conocido... Si fueses bueno en todo me asustaría, creería que no eres de este mundo.

—La mayoría de mis habilidades se las debo a ser un ditya luny, no por mérito propio.

—Aunque no fueses uno, serías maravilloso —insistió Alek haciéndolo sonreír de ternura—. Ojalá pudieras sonreír así siempre... —deseó atreviéndose a acariciar la mejilla de Ethan con la mayor dulzura del mundo, un impulso que estaba harto de reprimir. El contacto no le molestó a Ethan, solo se preguntaba por qué el tacto de Alek se sentía tan familiar y reconfortante—. ¿Quieres seguir intentando hacer este pay o llamamos a las cocineras? —propuso el alfa, apartando lentamente la mano—. Estarán furiosas por este desastre...

—No quiero llamarlas para que vean que somos unos inútiles en esto.

—Yo soy bueno en la cocina, Evelyn me enseñó e incluso la superé, pero ella es mejor en repostería. Puede que ella sepa qué hacer con esto —señaló la mezcla que se veía bastante desagradable.

Querido SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora