Capítulo 65

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Liam

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Liam

Dos días, dos días en los que no le hemos dado tregua al equipo y dos días en los que los resultados han sido pocos. Por suerte solo se ha solicitado al 462 dos veces y la situación no representó más que un par de rescates, un arresto y dar de baja a un idiota obsesionado con su ex que la sacó de la iglesia a punta de pistola y prefirió irse al otro mundo a soltarla por las buenas pues se le tuvo que volar la cabeza desde otro edificio

—Comandante— una de las chicas de inteligencia levanta la mano desde su computador y me acerco seguido de Jeff que es el líder de está subdivisión— tenemos cuatro reportes de posibles secuestros en uno de los burdeles de la ciudad

—¿Qué dijeron?— pregunta Jeff, es bien sabido que varias de las trabajadoras de esos lugares están ahí por cuenta propia y no podemos armar un operativo de rescate para nada

—Se reportó alboroto y en la segunda llamada se aseguró que un grupo de hombres bajaron al menos a diez mujeres de mala manera de un camión de carga

—¿Es uno de los puntos de la lista?— como no tenemos certeza de los lugares que son propiedad de Bennett hicimos una selección de todos los que podrían ser, hay varios burdeles, casinos, bares y demás

—Sí señor

—Buen trabajo— la chica asiente y nosotros volvemos a la mesa frente a todo. El pentágono nos dió un salón enorme que equipó con tecnología de punta, espacios suficientes para que todos podamos trabajar y hasta máquinas de comidas y bebidas— hay que mandar a alguien a que investigue como operan para luego infiltrar gente

—Puedo sobrevolar la propiedad con drones

—Los propietarios no son idiotas— habla Jack en cuanto llegamos con ellos— esos lugares están cerrados por completo

—¿Y a quien vas a mandar?— pregunta Jeff— si la propiedad es de ese idiota sobra decir que ninguno de nosotros tiene posibilidad de pararse ahí sin ser descubierto y el resto de los presentes no está capacitado para hacerlo

—Yo puedo entrar— sugiere Naomi con toda confianza

—Ni lo sueñes Donson— interviene Charly de inmediato sin molestarse en levantar la cara de los planos sobre la mesa

—No me pasará nada Capitán, no tiene porque preocuparse— voltea a verla y ella le sonríe

—No eres tú la que me preocupa— dice usando su mejor cara y tono de indiferencia— esta misión es más importante que tu vida entera y no vamos a meter a una chiquilla inexperta como tú entre una jauría de lobos

—No soy Sargento por nada

—Y yo no soy Capitán por nada asi que te callas y desistes de tu estupidez— dicho esto vuelve a enfrascarse en los planos y ella no deja la sonrisa de lado mientras lo mira

Línea Cero [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora