Capítulo 71

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Vannesa

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Vannesa

Incompleto, vacío, los adjetivos para describir las últimas horas son inagotables. Bruno, ¿por qué?, sigo preguntándome por qué detuvo a Franco en el último instante, ¿él presentía lo que pasaría o el puto destino siempre confabula para verme siendo una simple expectadora en la muerte de las personas que quiero?

El problema ahora no es la culpa que no puedo evitar sentir a pesar de lo que Gus me repitió una y otra vez, sino que su amigo no puede sacarse de la cabeza que está muerto por su causa, no lo dice pero lo distante que está de todos y la forma en que veía el ataúd cuando era bajado a la fosa no dejaba lugar a dudas

Esto no es tu culpa

Lo que habría dado porque esas palabras fueran dirigidas y escuchadas también por el hombre que ahora conduce el auto

Todo el vuelo y el camino ha sido así, sí no es por la partida de Bruno es por la de los otros cuatro hombres que perdieron la vida en el lugar. Por primera vez el aura de burlas que desprendían para tratar de ver con otros ojos su situación fue reemplazada por tristeza y silencio absoluto, ni una broma, ni una platica, nada mas allá de lo estrictamente necesario pues ahora el luto lo llevamos todos

Con Barbie no fue tan fuerte, o al menos no tan palpable porque todos siguen con la idea de que traicionó a su jefe, de alguna forma creen que se lo buscó porque ya todos aquí saben lo radical que es el hombre al que estan obligados a servir, en cambio las cinco vidas que perdimos ayer fue en cumplimiento de su trabajo de años

La camioneta se detiene frente a la enorme propiedad de Washington y casi quiero agradecer que Antony no espera a que le abran la puerta y baja solo

—Saldremos a las ocho— habla cuando ve que no me muevo de al lado del auto— iré a ver uno de mis negocios y vendrás conmigo— asiento y él entra con el teléfono pegado a la oreja

—Estoy bien— trata de volver a entrar en el auto para estacionarlo pero pongo mi mano en la puerta

—No es cierto— suelta el aire sin mirarme— nadie lo estamos Franco y tu menos que nadie, tu mejor amigo murió hace unas horas, nadie esta bien después de eso— envuelvo su mano con la mía y la aprieto fuerte, baja la cabeza y es ahí que me meto en el espacio entre él y el auto y lo abrazo fuerte

—Debía ser yo Vanne, yo

—No es tu culpa, él lo decidió— yo me escudo en eso cada que pienso en Barbie, en como fue golpeada y asesinada a sangre fría por un monstruo por mi causa, frente a mis ojos— tienes que dejar de martirizarte porque si alguien es culpable aquí soy yo, esos hombres iban por mí y solo envolví a más gente en mi mierda como siempre— se separa de mi y me toma de los hombros bajando sus ojos a los míos

—Lo mataste por ordenes de él, ¿entiendes eso?, sabía lo que matar a ese hombre acarrearía y aún así no desistió de la idea

—Pero yo lo maté— me alejo de su toque y camino hasta estar recargada en el capo del auto— se me salió de las manos y lo maté

Línea Cero [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora