Línea Cero [En edición]

Capítulo 66

Vannesa

—Abre grande, grande— ganarme la confianza de este pequeño no fue para nada difícil, es un niño bastante sociable y abierto según veo— ammm, ¿Esta rico?

—Sí— contesta levantando las manitas y mostrando esa sonrisa hermosa que tiene

—Pues toca felicitar a Annika e Inna por eso— levanta la carita y las ve, serio— solo di spasibo

—¿Anibo?— las chicas se ríen ante la carita que pone

—A ver, repite, ¿Vale?— asiente— spa

—Spa

—Si

—Si

—Bo

—Bo

—Spasibo

—¿Spasibo?

—Exacto, eres un niño muy inteligente, ¿Lo sabías Liam?

—Mi papá dice lo mismo— con una mirada les pido a las chicas que nos dejen solos y lo hacen de inmediato indicándome que si necesito algo estarán cerca— ¿Por qué no está aquí?— ay, pequeño

—Él tenía trabajo que hacer y nos pidió que cuidaramos de ti

—¿Fue a salvar el mundo otra vez?, Él es un superhéroe

—¿Enserio?, Que cool es tener un papá así, ¿No?

—Pero, ¿Tu por qué no estás con él si también eres superhéroe?— pregunta con toda seguridad

—Esque yo debía quedarme contigo— prefiero seguirle el juego, tal vez me está confundiendo con alguien más y no quiero asustarlo diciéndole lo contrario

—¿Jugamos a los superhéroes?— me pregunto si alguna vez dejaré de preguntarme con cada niño que vea como sería el mío

—Dime que hacer— sonríe entusiasmado pero luego la expresión se le apaga— ¿Qué pasa?

—Esque no tenemos nada con que jugar, mis juguetes están en mi cuarto

—¿Qué te parece si me acompañas al centro comercial, compramos todos los juguetes que quieras y me ayudas a elegir ropa?

—¡Sí!— lo bajo de la cama y camino con él de la mano hasta la planta baja

—Ah, ya dejó de llorar por fin— el pequeño se esconde detrás de mí en cuanto ve a las dos personas sentadas en la sala

—Vamos a salir— aviso ignorando a la dueña de los comentarios de mal gusto

—¿A dónde?

—Tengo que comprar ropa para mí y para él porque supongo que no tuviste la genial idea de tomar prestada ropa para cambiarlo hasta que decidas regresarlo— se calla dándome un sí, soy un imbécil que no prevee las cosas antes de hacerlas silencioso— iré al centro comercial, dime cómo llego