Punto de vista de Alejandra.
El avión había aterrizado en París, en cuyo aeropuerto estaba esperándome Neymar, ni siquiera sé qué hago aquí, tenía a Marcos en Madrid, tenia a la persona que me habría bajado la luna si quisiera, sin embargo yo había preferido venir a ver qué quería la persona que ya no formaba parte de mi.
Cuando llegamos a su casa, aquella con una vistas a la torre Eiffel por cierto, ni siquiera le permití acercarse a mí. Solo sabía pensar en Marcos, y pensar que estaba en Madrid engañado.
—Habla ya. Quiero volverme a Madrid. —le dije cruzándome de brazos tratando de sonar indiferente.
—Ale, lo siento. Me agarraron los celos cuando te vi con él.
—¿Enserio? —reí de forma irónica. —Esto lo deberías de haber pensado antes.
Me acerqué hasta la puerta para irme, pero entonces él me agarró del brazo, y me acercó hasta él. Me puso nerviosa.
—No quieres volver a Madrid con él. —enarqué una ceja.
No me esperaba para nada ese acercamiento tan repentino de Neymar y me puse nerviosa. No me arrepiento de haber venido, pero ahora al ver el peligro que había en esta situación no sé si ha sido la mejor idea.
—porque aquí, los dos sabemos que tú y yo, siempre seremos tú y yo, Alejandra. —tomó mis mejillas entre sus dos grandes manos llenas de tatuajes. El contacto de su piel, aún seguía erizando la mía. —Mírame y dime que no te mueres por besarme, por olvidar estos cinco años de mierda que hemos pasado, por tratar de evitar lo inevitable. Que nos queremos.
—Ney...
—Por favor, sólo bésame.
Y la tentación de besarle estaba ahí, de olvidarme de todo el daño y las lágrimas que había echado por él, por estar lejos de sus besos, de sus abrazos. Ahora sólo estaba lo bueno, las risas, los momentos, cada caricia, cada noche de pasión. En aquel momento se me había olvidado que ya no era él.
Pero hubo algo más importante, y es que cuando su sonrisa, sus manos, su cuerpo y su manera de hablarme y tratarme, pasaron por mi cabeza, mi corazón se aceleró haciéndome descubrir que ya no quería eso que estaba pasando.
Marcos.
Hasta mi mente viajaron, la Eurocopa, las noches bailando bachata, los desayunos en la cama cuando había estado enferma, Dubái, Río. Nuestro primer beso en Londres y la primera vez que despertamos juntos en Copenhague. Marcos me había hecho tan feliz en tan solo un verano, que me acabo de dar cuenta que no sé qué hago aquí, teniendo a mi novio esperándome en Madrid.
—Neymar no. —me separé de la persona que antes había amado tanto. —Ya no.
—Alejandra...
—No. —le dije, sin más. —Esto, se acaba hoy.
Me giré en dirección contraria hacia él, dispuesta a dirigirme hacia el aeropuerto de París y volver a Madrid, con Marcos.
Antes de que pudiera hacerlo, la imagen de la persona de la que había estado enamorada cinco años se puso delante mía con sus ojos verdes que tanto me habían dejado sin aliento tiempo atrás, cristalizados.
—¿De verdad le quieres?
—Le quiero de una manera casi inimaginable, le quiero hasta incluso más que a ti.
—Entonces, que seáis muy felices. —me sonrió de lado. Esa sonrisa no mostraba rencor, sino dolor y felicidad en el fondo.
Iba a continuar mi camino, pero sabía que no podía irme así. Volví hacia él y me acerqué para darle un abrazo, le seguía queriendo, pero le quería de una forma que ya no era la misma.
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OFFSIDE -Marcos Llorente
ФанфикPara Alejandra el amor siempre había estado en un constante fuera de juego, hasta que llegó él, la única persona que la hizo entrar en el campo. Una historia de Marcos Llorente y de la selección española, mezclada con amor, risas y amistad.