Jungkook había nacido en un humilde hogar, sus padres habían sacrificado todo para darle una educación digna a su único hijo varón, habían desgastado sus huesos trabajando para que algún día su hijo fuese alguien en la vida. Dejaron cada suspiro y sudor en su hijo, logrando que este fuese alguien destacado en los estudios, logrando que fuese alguien ligeramente importante al entrar al ejército. Los padres de Jungkook murieron felices al saber que su hijo no moriría de hambre a finales de mes o fines de semana, porque habían hecho todo lo posible para elevarlo un escalón más en una sociedad tan injusta y frívola.
Durante toda su vida académica se dio cuenta muy bien de cómo eran las cosas, que las personas ricas eran las que tenían más oportunidades a pesar de no hacer nada para merecerlas. La aristocracia podía permitirse estudiar en países extranjeros o pagarse los mejores maestros, usando aquel dinero que no venía de su arduo trabajo; sino de personas que se desvivían como sus padres. Fue a una temprana edad en la que Jungkook se dio cuenta de la gran injusticia en la que se vivía, en aquella gran brecha entre la aristocracia y los pobres. De las tierras robadas y las vidas arrebatadas.
Cuando su vida militar empezó, fue otro cuento, dentro de aquellos cuarteles; trabajando y sirviendo para sus superiores, vio la pirámide social; en donde la familia real se servía a diestra y siniestra de su pueblo, con impuestos inhumanos, llevando a campesinos a guerras, déspotas; sin escuchar a quienes los habían puesto allá arriba como representantes de Dios.
La dinastía Kim había gobernado por décadas enteras, con buenos reyes y malos reyes, cada uno de los Kim había dejado algo de su mandato en la historia de la nación; ya sea para contar la abundancia que aquel difunto rey había traído o la miseria que había acarreado con sus malas decisiones. La época de los buenos reyes se había acabado hace un mandato anterior.
Cuando el difunto rey Sungjoo falleció le dejó su corona a su hijo Seokjin, todo el mundo pensó que aquello traería una mejor racha a la nación; lo hizo de cierta forma, con el mandato de Seokjin se pudo conseguir más tierras; haciendo que la nación se amplíe y se llene de abundancia, tuvo una buena estabilidad económica, hacía las cosas mejor que su padre; pero ambos tenían la misma sangre después de todo, ambos habían sido criados de la misma forma, reacios hacía lo que le pasaba a su pueblo, ajenos a lo que le pedían los campesinos, los trabajadores; su verdadero pueblo. Al igual que su padre, Seokjin solo miraba para el lado de la aristocracia, buscando la comodidad de ellos; sin importarle que estos se apropiaran de tierras, sin importarle cómo se manejaban las minas o las fábricas. Era un buen rey solo con los de su clase, con la clase de su esposo; el rey Jimin, su alteza real.
Una de las suposiciones de la gente era que su alteza real lograría llevar a cabo un buen mandato junto al rey, pues ambos se habían casado enamorados; los únicos que lo habían hecho en la dinastía Kim, el pueblo creía que el amor sería una buena combinación con el poder. Qué gran equivocación cometieron al pensar en eso, pues su alteza real Jimin era otro de la mano de los Kim, otro aristócrata más que había llegado al poder para seguir beneficiando a los suyos.
Jungkook pudo observar como los que estaban debajo de ellos eran quienes movían el país y que si ellos paraban, la nación paraba, que si ellos se unían a bajar a sus tiranos; sería una nueva era. Y no era el único que pensaba en ello. En una de las guerras para ganar más territorio conoció a más de los suyos, más personas que también despreciaban a los tiranos que mandaban en su gran nación, altos y bajos mandos tenían un colectivo pensamiento; que si la dinastía Kim caía, sería una mejor era para todo el pueblo.
Cuando Jungkook recibe un ascenso—catalogado como lo mejor que podría pasarle a un soldado, el proteger la preciada vida de su alteza real—por su arduo trabajo es cuando las vidas condenadas tienen su temporizador en la espalda. Porque logró entrar al castillo, porque logró infiltrarse entre los tiranos.
Logró estar a pasos del segundo mando de la nación: su alteza real.
Acabaría por dentro a aquella dinastía.
🩰
holaaa, gracias por leerme una vez más en esta nueva historia :]
esta nueva historia es un enemies to lovers, espero la disfruten <3nos vemos en la próxima actualización¡!
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Dollie ; km omegaverse
FanfictionCuando una dinastía comienza a mostrar sus fallas y flaqueos es inevitable que la llama de revolución nazca. Es inevitable que grupos de personas empiecen a reunirse para hacer un cambio en las cabezas de los líderes de la nación. Es inevitable que...