VIII

4.9K 790 147
                                    

Los constantes toques en su puerta fueron la razón por la que se levantó, él hubiese preferido levantarse ante el canto de los pájaros que vivían en la rama cerca a su ventana, pero no todo es como uno quiere. Arrastrando sus pies por el piso de madera fue a abrir, encontrándose con una de las mucamas, esta lo saludo y de inmediato le dijo que se le solicitaba ponerse su traje de gala, sin más, se fue, dejando en Jungkook ciertas preguntas, como, ¿para qué?

El traje de gala era reservado para actos reales y nada más que eso. Así que, supuso que algo había surgido.

De repente todo el castillo se puso en movimiento, el ruido de la gente haciendo cosas inundó sus tímpanos, así que él se les unió buscando en su armario su traje de gala. Arreglándose frente al espejo mientras colocaba sus medallas y bandas en su lugar, peinando su cabello, aburrido de todo eso, de ser movido por la voluntad de sus supuestos "superiores" a diestra y siniestra. Rodando los ojos y con sus armas en su cinturón salió.

Las frías baldosas y los pasillos silenciosos comenzaban a tomar color y sonido, se escuchaba los pasos de todo el que habitara en aquel castillo. En su camino se topó con la princesa Irene y el príncipe Eunwoo, ambos se ayudaban con sus joyas y sus coronas. Los saludo con una reverencia, siguió su camino hacia el pasillo principal, aquel que tenía las escaleras que conectaba con la parte superior del castillo. Esperando.

Tras unos cuantos minutos escucha a los corceles, dándose la vuelta para mirar mejor; encontrándose con los carruajes reales, estos esperando por los Kim, la princesa y el príncipe se hallaban subiendo al suyo, solamente esperando a su madre a que los acompañara. Fue cuando Jungkook adivino que el evento especial del día de hoy sería uno de los denominados 'desfiles reales', aquel que la familia tiene cada vez que se dignan en compartir un poco con los que les dan de comer.

Jungkook ahogó una ligera risa, suponiendo que la sorpresa de aquel desfile era por lo sucedido en el bosque y en la sede de la corte real.

Todo el mundo tomaba su puesto a excepción de la caballeriza del rey, quienes eran unos diez soldados con un muy buen rango y buena reputación entre los suyos, ellos esperaban a que el rey les de su posición, como un perro esperando la orden de su dueño.

Jungkook sabía donde iba, justo al costado del rey omega, cabalgando mientras que el rubio les regalaba sonrisas a los suyos, pero quería regocijarse al escuchar las razones del rey para adelantar un desfile real.

Así que espero, lo suficiente hasta que vio al rey alfa bajando por las escaleras, todos mantuvieron la cabeza gacha hasta esperar una orden.

—Buenos días a todos. —Dijo el rey Seokjin, ahora todos podían mantenerse erguidos. —Las posiciones de siempre, preparen a sus caballos que de forma inmediata saldremos.

Todos asintieron, incluso Jungkook quien ya iba en camino por su corcel, hasta que la voz pesada del rey lo detuvo.

Regresó sus pasos hacia el alfa, viéndolo a los ojos; a sus ojos redondos y profundos, relucientes por la corona que sostenía en la cabeza, con el aire de grandeza que lo caracterizaba.

—Jungkook, tu iras al costado de Jimin, resguardando su seguridad.

—Está bien, su majestad. —Asintió. —¿Puedo hacerle una pregunta?

—Claro.

—¿Todo esto a que se debe?

—Ah, el desfile real se adelantó, por cuestiones sociales, ya sabes. —Dijo frotando su cuello. —Por lo sucedido anteriormente con...ellos.

—Lo comprendo, majestad.

—Espero que disfrutes tu primer desfile real siendo alguien tan importante para la realeza.

Dollie ; km omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora