Jungkook es camuflado por la oscura noche, yendo entre los árboles con su caballo y evadiendo perfectamente la vigilancia nocturna del castillo; tanto tiempo dentro había logrado memorizarse bien los pasos que los soldados daban alrededor del castillo. Recorriendo el camino de siempre y siendo guiado por las estrellas, llegó al campamento. Se bajó de su caballo, atándolo a un poste para proseguir, entró en la carpa, encontrándose con sus amigos y sonriendo por esto.
—Ya comenzábamos a extrañarte. —Dijo Mingyu. —Ya casi te volvías parte de los aristócratas.
—Por poco y me voy de viaje en una posible guerra. —Dijo Jungkook bromeando, abrazando a Mingyu de los hombros.
—Hablando de guerras. —Dijo Jaehyun, dándole una calada a su pipa. —La guerra con la nación vecina está confirmada.
—¿En serio? —El ambiente de bromas y diversión se había esfumado con tan solo unas simples palabras.
—Así es. —Hablo Sangwoo. —Ya están trasladando al primer pelotón de soldados hacia la frontera.
—La carne de cañón. —Escuchó al final de la carpa.
Jungkook genuinamente se sorprende, no creía que la guerra estuviese a sus narices, mantenía una mínima esperanza en que las cosas se hicieran bien esta vez.
—¿Quién dio la orden? —preguntó Jungkook, soltando los hombros de su amigo.
—A lo que escuche, el mayor general Jung.
—Pero el rey está en una especie de vacaciones.
—Ja. —Youngsoo soltó una risa ahogada. —Ese bastardo se fue de vacaciones mientras manda a los pobres a morir por una patria que no les da nada. Es hilarante.
—Lo mismo pienso. —Expreso Jungkook, sacando de su bolsa el informe de la semana. —Aquí está el informe semanal, pude hacer muchas coordenadas de los soldados que hacen de vigías por las noches y las mañanas.
El informe es entregado a las manos de Sangwoo, todo el trabajo de Jungkook siempre era muy bien apreciado, era el que mejor hacía todo. Su aborrecimiento hacia Seokjin y los Kim ayudaba mucho en los buenos informes que Jungkook entregaba, hasta la mínima e insignificante información estaba ahí, detallada a la perfección con la sed de tener la cabeza de toda la familia real en una trinchera; para que así paguen por todo el sufrir que le dieron a su pueblo. Y Jungkook sabía que esta llama de descontento hacia la familia real incrementaría cuando tropas empiecen a invadir los pueblos más lejanos, cuando más gente de abajo se levante en contra del régimen autoritario y abusivo de los Kim. Todos los informes de Jungkook servirían de gran forma en cuando una horda de descontentos se dirigiera al palacio para tener la cabeza de todos los Kim.
Todos.
—La princesa Jung Suji está en el palacio. —Dijo Jungkook tomando asiento, bebiendo del vaso de ron que le habían servido.
—¿Y qué hace ella ahí? —Pregunto Dandi, sentándose al lado de Jungkook.
—No lo sé, vino de visita.
—Que raro. —Dijo Jaehyun. —Ella es la primera prometida del rey.
—¿En serio?
—Si, originalmente se iba a casar con ella, para así expandir más territorio con el reino de occidente, iba a ser una unión muy fuerte; tanto geográficamente, como autoritariamente. —Explico. —Tal vez está aquí por mero asunto político.
—O tal vez porque es la querida del rey. —Dijo Mingyu con burla, logrando que todos se rieran.
Jungkook río junto a sus amigos, pero le fue imposible no pensar en la condición de Jimin. Desde que la princesa había llegado lo notaba más decaído y triste de lo normal, tal vez era eso, la presencia de la original esposa de Seokjin lo había apagado aún más.
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Dollie ; km omegaverse
FanfictionCuando una dinastía comienza a mostrar sus fallas y flaqueos es inevitable que la llama de revolución nazca. Es inevitable que grupos de personas empiecen a reunirse para hacer un cambio en las cabezas de los líderes de la nación. Es inevitable que...