Dollie ; km omegaverse

XLI

Era fastidioso tener que volver a la misma hora al castillo, quería de una vez por todas deshacerse de toda esa obligación que se suponía tenia con el anillo que reposaba sobre su mano. Pero había que darle tiempo al tiempo, una revolución no surge de la noche a la mañana, ahora estaban en la víspera; la gran fiesta por fin vendría. Pero tenía que esperar.

Así que arrastrando sus pies y mirándose bastante frustrado por tener que volver a su trono, subió las escaleras hasta estar frente a su alcoba. Al abrir la puerta de su alcoba no esperaba encontrarse con Seokjin, fue una gran sorpresa y un gran disgusto. Lo que menos quería era lidiar con el enojo y celos de su esposo.

—Es inútil la pregunta. —Dijo el alfa levantándose de la cama de Jimin, dando unos cuantos pasos para estar frente al omega. —Pero, ¿Dónde pasaste la noche?

—No te importa. —Respondió Jimin, caminando por el lado izquierdo de Seokjin, siendo sostenido por una mano del alfa. Pero, esta vez no le iba a permitir alguna falta a su persona, ya había permitido demasiado. —Suéltame ¿Qué te sucede?

—Solo quiero saber donde pasó la noche mi esposo, ¿acaso eso es mucho que pedir?

—Pues, es mejor que no lo sepas. —Sonrió. —Ahora por favor, quiero estar a solas, ¿podrías irte?

—No. No entiendo toda tu mala actitud hacia mí. Primero me desobedeces, luego pasas las noches donde diablos las pasaras y ahora ni me miras a los ojos.

—¿Y qué esperabas, Seokjin? —Se dio la vuelta, caminando hasta estar al frente de Seokjin, para así mirarlo a los ojos, fijamente. —¿Ah? ¿Esperabas que siguiera siendo el típico omega que perdona todas las faltas de su esposo? Después de que le faltaste a tu matrimonio, ¿pensabas que todo seguiría de la misma forma?

Seokjin se quedó callado, mirando con bastante intriga a Jimin. A su corrompido Jimin.

—¿Cómo te enteraste?

—¿Cómo no me iba a enterar? Si te paseabas por todos los lugares con ella. Hasta fuiste tan estúpido como para besuquearla en un lugar público, cualquiera los hubiera visto.

—Lo siento. —Susurro. Dejando helado a Jimin, jamás pensó en su vida escuchar a Seokjin decirle aquello. —En verdad. —Tomó la mano de Jimin con la suya, acariciando la suave piel. —Lamento mucho todo lo que pasó, desde aquel momento mandé al tacho todas las promesas que te hice. Sé que he sido una mierda de esposo en los últimos meses, comprendo muy bien que te hayas alejado de mí. Pero, mi amor, todo tiene una solución ¿verdad?

Y si hubiera sido meses antes, y si Seokjin le hubiese tomado de la mano como lo hacía ahora. Todo se hubiera solucionado, Jimin hubiese seguido enamorado de Seokjin y su vida estaría condenada al lado de su esposo. Pero era muy tarde, Jimin ya tenía su corazón fijado en alguien más, la mordida en su mano siempre se lo recordaría. Su alma y amor eran de Jungkook, y Seokjin no podría hacer nada al respecto.

—Creo que todo lo has dicho demasiado tarde. —Dijo Jimin, retirando su mano del agarre de Seokjin. —Pero nada tiene arreglo desde que decidiste levantarme una mano y pasar encima mío.

—Lamento mucho—Jimin lo interrumpió.

—Las disculpas no arreglaran nada, no me devolverás las lagrimas que derrame por ti ni el maquillaje que gaste. Es inservible, ya deberías de comprenderlo.

—¿Qué es inservible?

—Nuestro matrimonio. —Dijo en voz alta, sosteniendo la pesada mirada de Seokjin. —Ya que has sacado el tema de nuestro matrimonio a la superficie, me haces más fácil decirte esto.

—¿Qué? —Pregunto con el ceño fruncido.

—Quiero el divorcio.

La voz de Jimin retumbó por cada pared hasta golpear los tímpanos de Seokjin, haciendo que el ceño de su frente se pronuncie, no le gustaba nada lo que había oído.