¿Quién eras? ლcountryhumansლ

ლ •43•ლ clarear del ayer

Cuando Colombia entró en aquella habitación sintió un vacío extraño en su pecho, Rusia le había dicho que allí era donde siempre había dormido, sin embargo aquella era la habitación de invitados, solo que esto Colombia no lo sabía; el vacío que el sentía era más difícil de ignorar pues hace poco en la habitación de Rusia se había sentido tan en casa, tan acogido, había sentido que realmente ese era su lugar, había sido tan cálido que la diferencia era más notoria ahora, no es que sintiera que nunca estuvo allí, era solo que no sentía que esa era su habitación, pero además de esa solo estaba la de Rusia, por lo cuál si o si debía ser la suya o al menos eso pensaba.

Dejó sus pensamientos de lado y se puso a guardar las pocas cosas que tenía en el armario, encontrándose con toda su ropa antigua que Rusia había guardado y ordenado allí pulcramente, después se puso una pijama, se metió entre las sábanas y se dispuso a dormir.

Tiempo después Rusia estaba durmiendo, los bebés estaban en sus cunas y la habitación estaba en silencio, había una ligera luz azul que se colaba através de las cortinas de la ventana desde la calle, dicha luz chocaba contra las sábanas de Rusia e iluminaba algunos mechones blancos del eslavo; la atmósfera de calma solo se vió rota, como si de una bala atravesando un papel se tratase, por el sonido de la madera de la puerta crujiendo al ser abierta junto a el sonido de una pisada dentro de la habitación, tras otra y una más que se acercaba a la cama, Rusia abrió los ojos y se levantó de golpe estando alerta al escuchar las pisadas, en ese momento vió una silueta que sobresalía de la oscuridad, el estuvo a punto de atacar y entró en posición de combate pensando que se trataba de un ladrón pero entonces la silueta se subió a la cama y fue en ese momento que un poco de la luz se cirnió sobre aquel cuerpo, revelando así que no se trataba ni más ni menos que de Colombia.

Rusia se sorprendió y bajó la guardia por ello, se quedó viendo como el cafetero se acostaba en medio de la cama y tomaba una almohada para después abrazarla estando de lado, sus mejillas se tiñeron de rojo carmesí pero fue en ese momento en que la luz golpeó el rostro de colombia que se dió cuenta que tenía los ojos cerrados, ello significaba que solo estaba sonámbulo, cosa que no era nueva en el, Colombia solía ir por aqui y allá durante las noches en las que tenía pesadillas o cuando estaba lleno de estrés por el trabajo, Rusia soltó un suspiro y fue a buscar colchoneta pues no podía dormir fuera del cuarto para poder estar pendiente a los niños pero no podía dormir en su cama pues Colombia estaba en todo el medio de esta y no quería terminar en una posición comprometedora con el.

A la mañana siguiente como sería de esperar cuando Colombia despertó abrió los ojos y soltó un bostezo, notó que el techo no era exactamente como lo recordaba y entonces dirigió su mirada un poco más abajo y vió las cuñas de los bebés, alarmado se sentó en la cama para luego levantarse, dió unos pasos y se tropezó con la colchoneta de Rusia pues no la había notado cayendo justo encima de su pecho.

—¡Ahh! —gritó Rusia despertandose por el golpe desprevenido pues no había podido dormir bien.

—¡Lo siento! Perdón, perdón por todo, perdón —dijo Colombia asustado y tembloroso por el grito de Rusia quitándose enseguida de encima suyo.

El eslavo lo vió y notó el miedo en sus ojos, rápidamente lo tomó de las manos como reflejo y lo hizo acercarse a el impidiendo que se levantara, no quería que le tuviera miedo, quería demostrarle que podía confiar en el, que podían estar cerca sin que el estuviera tenso.

—Colo, calma, no estoy enojado ¿Estás bien? Anoche estabas sonámbulo y viniste acá a mitad de la noche —explicó Rusia con Calma y serenidad, ahora que lo pensaba se le hacía extraño, así no solía ser como el se comportaba al estar sonámbulo, su comportamiento había sido muy tranquilo.

Colombia se sorprendió por la respuesta de Rusia, la cercanía hizo que su corazón se acelerara y lo viera a los ojos sintiendo que atravesaba su alma y su corazón, pero cualquier pensamiento o acción fue interrumpido debido al llanto de los bebés asustados por aquel escándalo que habían producido sus padres.