¿Quién eras? ლcountryhumansლ

ლ •30•ლ crepuscular

Rusia llegó a su departamento después de trabajar, era algo pequeño pues solo el lo ocupaba más sin embargo estaba pulcro y organizado; el eslavo se sentía agotado, al llegar se desabrochó su camisa y se la quitó para después doblarla caminando hacia la cocina, dejo la camisa sobre el mesón para  abrir la nevera y tomar una lata de jugo, la abrió con cuidado y fue a sentarse en la mesa mientras veía por la ventana, iba tomando de aquella lata por sorbos, fijó su mirada en el marco de la ventana, era de madera tallada y tenía un lindo acabado de lo que parecían ser hojas, le parecía particularmente bella y pensó en qué había sido una mala idea no comprar las cunas con aquella decoración pero casi se atraganta por el susto que se llevó al ver una silueta reflejada en el vidrio de la ventana por unos segundos y dejó caer el refresco haciendo que su mirar se desconcentrara y perdiera el foco, para cuando pudo volver a fijar su mirada no había nada, un simple vidrio transparente que dejaba ver el paisaje de cemento de la ajetreada y bulliciosa ciudad que no paraba ni siquiera de noche

Rusia frunció el ceño, primero veía reflejado a Colombia en el pediatra de sus hijos y ahora veía siluetas en la ventana, de verdad necesitaba dormir; fue por el trapero y regresó para limpiar el desastre que había hecho

–así que ahora estás relegado a ser amo de casa? –rompió con el silencio del lugar una voz que parecía proveniente de la propia oscuridad de la casa al no estar bien iluminada

Rusia reconoció la voz y presionó con furia la madera del trapero mientras secaba diligentemente el charco azucarado –deja de invadir mi casa china, se está volviendo molesto –advirtió Rusia, no le tomaba tanta importancia pues sabía que no lo atacaría y a fin de cuentas solo estaba el, no tendría que preocuparse por lo que le haría a Colombia o a los niños, si el caso fuera ese, si sintiera que uno de ellos corría peligro, ya habría echo trizas al asiático

–ay perdona, creí que aún era grata mi presencia –respondió burlón el peli rojo y después de unas risas se puso serio –y dime, que pensaste de mi propuesta? –preguntó en un tono frío, carente de jugueteo o noción de escape a la pregunta

Rusia se quedó callado, la respuesta era obvia, no quería volver a ese mundo –te pediré que te vayas, tengo cosas que hacer, sabes? –volvió a advertir mientras se iba a dejar el trapero en su respectivo lugar, pero al regresar china lo interceptó en mitad del pasillo

–dime Rusia, por cuánto volverías? Un trabajo cada dos días? Un trabajo cada semana?... Un trabajo por mes? –preguntó provocandolo, el sistema de organización, como ambos ya sabían, consistía en que entre más alejados temporalmente los trabajos mayor era la paga pero al mismo tiempo era más horrible la tarea asignada, habían "agentes" que solo trabajaban cada seis meses, vivían de manera bastante cómoda, pero cargando con cientos de muertes, torturas, desmembramientos, perder a sus seres queridos a manos de los enemigos y un sin fin de consecuencias más, era una vida a la que Rusia le había tocado vivir pero de la cual no quería regresar

–lo diré una vez y solo una vez, no quiero volver a trabajar contigo –respondió con desprecio, quitándole de la mitad con un empujón

China al ver que se iba hizo una mueca –solo te estoy ayudando, sé lo que le pasó a Colombia, no sería bueno tener dinero para pagar todos sus cuidados? –mencionó china en su tono burlón, sin pensar muy bien en lo que acababa de hacer, más bien dejándose llevar por la adrenalina del momento, Rusia era su juguete favorito así que gozaba con fastidiarlo sin medir concecuencias. Rusia se detuvo abruptamente y una vena se hizo remarcar en su cuello al instante, con una fuerza y rapidez descomunal se giró y azotó a China contra la pared haciendo que este empezara a toser de inmediato, Rusia tenía en su mirar las intenciones asesinas que su padre había impregnado en el, china no pudo hacer más que sorprenderse y quejarse del dolor, Rusia lo sostenía del cuello sin despegarme la mirada de sus repugnantes ojos

–tu lo orquestaste?! Mandaste a que lo atropellaran maldito imbécil?! –vociferó de manera estridente apretando mas el cuello de china, este no demoró en menear su cabeza en manera de negación, no creyó que Rusia llegaría a pensar eso –es muy sospechoso que le pasara después de ignorara tu propuesta, no lo crees? –acusó Rusia de manera cínica, estaba rabioso más sin embrago seguía conteniendo su fuerza, no podía hacerle nada a China hasta tener pruebas a fin de cuentas, suavizó su agarre después de unos segundos y china inhaló como si se hubiera estado ahogando para después decir con la voz ronca –claro que no! No haría eso, de hecho investigué por mi cuenta para saber si era un ataque de venganza pero no... Todo fue culpa del conductor borracho – Rusia arrugó la nariz para después soltarlo, le creía, china no era de mentirle, ocultarle información si, pero mentirle... No que recuerde, además, no era la primera vez, china se había encargado de investigar los ataques hacia Colombia por su conexión con Rusia y el mismo se encargó de las personas que llevaron dichos ataques a cabo

–entonces vete, yo ya pague mi deuda contigo, no tengo por que aceptar tus demandas –dijo para luego acomodarse su cabello, por todo el movimiento su cola se terminó soltando por lo que lo volvió a amarrar

China había ido con intenciones diferentes, quería presionarlo con la idea de que podría perder su casa y que no podría pagar los costos del accidente ni de los bebés, pero no creyó que el eslavo estaría así de ofuscado, conocía mejor que nadie los límites de aquel chico, sería estúpido decirle algo más en aquel estado, pero tampoco se iría sin hacer nada –solo piénsalo Rusia, podrías cuidar de tus hijos todo el día y solo tendrías que buscar alguien que los cuide cuando te dé el encargo... Recuerda que no sabes cuándo va a despertar Colombia.. –mencionó cuidando su tono, Rusia no pronunció más palabra alguna, en el fondo parecía una gran oferta y estaría mintiendo si decía que no se veía tentado, pero solo  dejó que china se fuera de allí, el asiático camino mientras sobaba su cuello, seguro le quedaría un morado

–solo una pregunta –dijo Rusia antes de que china saliera por la puerta – por qué quieres tanto que vuelva a las andanzas? –preguntó frunciendo el ceño

China desvió la mirada y se sonrojó un poco, apretó sus labios y en su rostro se notaba la vergüenza –por que eres incluso mejor que tú padre, por eso –respondió rápidamente aunque parecía una respuesta demasiado sosa incluso para el, a Rusia no le convencía aquello pero lo dejaría ir aún así

Continuará...