ლ •36•ლ nebular

102 17 8
                                    

Rusia acababa de poner a dormir a sus hijos más o menos una hora después de la "visita" de china y México y claramente no había quedado con el mejor humor después de aquello. El sonido de llamada de su teléfono lo sacó de sus pensamientos.

-¿Aló? -contestó Rusia sin mucho interés, estaba cansado y molesto, pero dió lo mejor de sí para poder atender en condiciones.

-¿Habla Rusia? -preguntó una voz masculina al otro lado del teléfono a lo que Rusia respondió que si -le llamamos del hospital para avisarle que el señor Colombia ha sufrido un colapso pulmonar debido a una infección respiratoria... -mencionó aquella persona con el mayor tacto posible, un virus había estado infectando a varios pacientes de cuidados intensivos y terminó por afectar también a Colombia.

Rusia escuchó atento y al terminar la oración nuevamente sintió que su mundo se caía, se sentía igual a cuando vió a Colombia inconsciente en sus brazos mientras esperaba a la ambulancia, en ese momento creyó que esa era la última vez que lo vería con vida, no se podía mover, se había empalidecido en cuestión de segundos.

"¿Un colapso pulmonar? ¿Colombia ha soportado tanto tiempo en coma solo para morir por eso? ¿Por una infección? ¿Colombia va a morir?..." Al pasar esos pensamientos por la cabeza del eslavo se agachó y sus ojos empezaron a lagrimear, curveó su espalda y se llevó la palma de esta a la boca por qué sentía que iba a vomitar

-¿M-murió? -fue lo único que pudo preguntar Rusia en el desesperó que se apoderaba de el.

Se sentía fuera de sí, el pánico lo aprisionaba, esperó una respuesta pero no llegaba -¿Señor, Colombia murió? ¡Dígamelo! -reclamó Rusia sintiendo que sus manos temblaban y su vista se hacía borrosa.

Silencio, solo eso escuchaba, el corazón de Rusia se aceleró y su mente se llenó de imágenes de colombia muerto.

-¿Hola? ¿Me escucha? ¿Está todo en orden? -dijo el hombre al otro lado de la llamada junto a sonidos entrecortados, al parecer la señal se había ido

-¿Colombia murió? -preguntó Rusia con profunda tristeza y poca templanza en su voz.

-No señor, continúa con vida, fue hace solo diez minutos, sería mejor si viniera -respondió aquel hombre.

Rusia no pudo evitar soltar el teléfono, un gran alivio se apoderó de su cuerpo que hizo que todos sus músculos se relajaran y que unas lágrimas de extremo alivio recorrieran su rostro, pero no demoró en volver a tomar el teléfono

-I-iré de inmediato -dijo Rusia antes de colgar.

Se levantó del suelo para ir corriendo a la habitación y tomar el bolso de los bebés, era una mochila grande que contenía todo lo necesario para atenderlos en caso de tener que salir, teteros, pañales, ropa, todo estaba preparado, los metió en una sillas para bebe en el auto, metió el bolso al maletero junto a un carriola y cerró la puerta con llave para así poder manejar al hospital.

En el hospital, el estaba tendido en su camilla, la habitación estaba vacía, el aire que entraba por la ventana era fresco y suave, el lugar estaba en leve silencio, ignorando claro los sonidos de las máquinas a las que el pelirizado estaba conectado y el viento que iba y venía.

Colombia abrió sus párpados lentamente, al principio todo era muy oscuro y difuso, pero pronto sus ojos se acostumbraron lo suficiente a la luz natural, por reflejo, buscó acomodarse, así que se sentó. El cafetero se espantó casi de inmediato al notar que estaba en un lugar que no conocía.

-¿Un hospital? -murmuró Colombia para sí mismo confundido.

Se percató del olor tan antiséptico característico de los centros de salud, pasó a ver sus brazos los cuales tenían varias agujas clavadas en ellos que inyectaban varios líquidos y sustancias a su cuerpo através de tubos de silicona, se llevó la mano derecha al pecho logrando sentir más cables adheridos a este por debajo de la bata de hospital que estaba vistiendo, aquellos cables estaban destinados a medir y vigilar su ritmo cardíaco y presión respiratoria.

Colombia estaba confundido, no sabía por qué estaba allí, por más que tratara, no podía recordar nada que fuera un motivo lógico para estar allí ingresado, intentó mantener la compostura y calmarse, pero la necesidad de saber que estaba pasando era mayor.

El cafetero se levantó de la camilla con dificultad, sus piernas temblaban, sentía todo su cuerpo entumecido y todos aquellos cables, tubos y agujas solo le dificultaban su andar, dió un par de pasos hasta que sintió que iba a colapsar y que los cables ya no podían estirarse más, rápidamente regresó a la camilla y se dejó caer sobre esta, se sentía debíl, como si su cuerpo no tuviera rastro alguno de fuerza.

Esperó unos minutos a que su sensación de mareo y entumecimiento se marcharan y pudiera tener algo de claridad en su cabeza, se sentó en el borde de la camilla clavando su mirada al piso, no sabía que hacía allí, no veía a nadie cerca que le explicara la situación, se sentía solo, abandonado, no sabía quién era, no sentía que fuera el mismo, sentía como si aquella no fuera su vida, como si le estuviera quitando a alguien el puesto que le correspondía en ese cuerpo.

La puerta crujió aunque colombia no escuchó, pero vió por el rabillo del ojo como algo se movía, Colombia levantó la mirada y con rapidez notó como una enfermera lo veía desde el umbral de la puerta, notablemente sorprendida, para luego irse sin decir nada más, ella cerró la puerta pero Colombia no pudo escuchar el sonido de la madera chocar, el pelo castaño frunció el ceño debido a la confusión, sentía que se estaba perdiendo de algo importante.

Colombia estuvo a punto de intentar caminar de nuevo, hasta que vió como la enfermera que había visto hace poco había regresado con un médico y otro enfermero...

Continuará...

¿Quién eras? ლcountryhumansლDonde viven las historias. Descúbrelo ahora