ლ •25•ლ conticinio

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Y así iban pasando los días que se convertían en semanas, para luego ser meses, la gestación de Colombia tenía complicaciones, los bebés eran más pequeños de lo usual y eso se le atribuía a su estado degenerativo, estar en coma debilitaba sus músculos y los bebés absorbían muchos de sus nutrientes, a este punto su rostro estaba un tanto demacrado, su cabello lentamente se declinaba a perder su brillo natural, se resecaba y volvía quebradizo, como si su vida fuera lentamente drenada

–ey... Como estás? –preguntó con pesar el ucraniano que iba entrando a la habitación para ver cómo seguía su hermano, pues si, era Colombia quien estaba en coma, pero su hermano parecía morir de a poco

–bien...–respondió con aires de desánimo sin quitar la vista de su amado, como siempre, estaba sentado en una silla al lado de la camilla, anhelando por el momento en que Colombia despertara

Ucrania tomó otra silla y la arrastró con suavidad hasta estar al lado de su hermano y sin mucho apuro se sentó

–rusia...ve a casa, tampoco vengas mañana, duerme un rato, que pensará Colombia si despierta y te ve así? No crees que se entristeseria? –argumentó con el fin de hacer entrar en razón a su hermano, el tiempo que no la pasaba en el cuarto contemplando a Colombia como una escultura griega esperando a que fuera el más mínimo movimiento o indicio de vida, se la pasaba buscando trabajo a diestra y siniestra, con suerte dormía unas cuantas horas a la semana y las cuencas oscurecidas de sus ojos eran prueba de ello

–no te preocupes, no es para tanto –musitó Rusia bostezando, estaba encorvado, fatigado, cansado, desdichado y aún así, no dejaba de esperar por qué Colombia despertara como si fuera lo único que importara

–rusia, a este paso no podrás cuidar de los bebés cuando nazcan, no digo que no quiera que Colombia despierte, pero a este paso... Puede que primero nazcan los bebés y ellos te van a necesitar más que Colombia –dijo Ucrania con un nudo en su garganta, no sabía si era buena idea decirle eso a Rusia, pero alguien debía decírselo

El eslavo de cabello tan gris como la plata apretó sus labios...se había olvidado de los bebés... –has pensado en algún nombre para ellos? Has comprado no sé, la cama? La ropa? Algo? –preguntó preocupado, no quería meterle más estrés a su hermano, pero no había de otra, debía mencionarlo

Rusia negó –colombia es quién debe elegir los nombres, qué pasa si les pego un mal nombre? El es quien tiene encanto con los niños y... No he comprado nada, no he tenido tiempo de pensar en eso, aún no he podido conseguir trabajo, a este paso voy a tener que aceptar el trato de chi- –dejó de hablar, sabía que no podía mencionarle a China, se volvería loco si lo hacía

Ucrania suspiró –sabes? Iba a esperar que tú lo pidieras –susurró acercándose a su hermano –pero es obvio que no lo harás –continuó –yo te pago cualquier cosa que tenga que ver con los niños, es más, cuando nazcan te puedo ayudar a cuidarlo, pero tu concéntrate en cuidar de ti y tu salud –lo tomó de los hombros y se los apretó ligeramente, le molestaba que estuviera siendo tan descuidado, nunca había sido así

Rusia empezó a temblar mientras sus ojos se aguaban –g-gracias... –susurró con la voz entrecortada, eso era un gran alivio para el, sintió que un peso se bajaba de sus hombros


[...]


Y así, el tiempo pasaba, después de varias semanas Rusia pudo encontrar un trabajo en una ciudad que quedaba a dos horas de viaje en auto, por lo que tuvo que mudarse temporalmente, le pidió a Ucrania que lo mantuviera informado de cualquier cambio, aún así, los fines de semana regresaba a visitar a Colombia, al menos ahora dormía mejor, saber que ahora tenía trabajo y que ya no debía preocuparse por si podría seguir pagando por el tratamiento de Colombia, pues, le daba paz, podía dormir tranquilo, sus ojeras se habían ido casi por completo y al fin tenía tiempo de pensar sobre lo bebés...

"Quiero tener hijos?" Se preguntó Rusia

–en realidad... Nunca había pensado en tenerlos, seguro sería un pésimo padre, que podría enseñarles? Como recargar un arma... Eso fue lo primero que me enseñó Urss... No espera, lo primero fue como sostener bien una navaja –mencionó Rusia hablando por teléfono con Ucrania mientras recogía su cabello en un moño

–rusia, ya no hay vuelta atrás, los bebés nacerán en unos meses, está bien que no los quieras, pero los vas a cuidar cierto?

–claro que si, sé que los voy a cuidar... Solo no sé si los pueda amar como un papá...

Continuará..

¿Quién eras? ლcountryhumansლDonde viven las historias. Descúbrelo ahora