ლ •37•ლ Noche de luna

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Rusia llegó a la recepción del hospital junto con la carriola en la que traía a los niños, preguntó por Colombia y le habían dicho en donde estaba, atravesó varios pasillos y utilizó un par de ascensores pero finalmente llegó a la puerta de una oficina, no a la de una habitación, respiró hondo y abrió la puerta.

Dentro de la oficina estaba sentando el doctor asignado a colombia, tras el un ventanal de cortinas blancas iluminado con el sol de mañana y frente suyo dos sillas des las cuáles en una estaba sentado un hombre de bata azul, cabello largo y rizado y la otra estaba vacía esperando a que el se sentara, el corazón de Rusia se aceleró, reconocería esa silueta incluso estando ciego pudiendo solo reconocer formas, empujó la carriola hasta llegar a sentarse en la silla, se puso las manos en las rodillas y respiró hondo.

Su corazón latió con fuerza, giró su cabeza lentamente para asegurarse, de que ese hombre era quien creía, apretó su pantalón cuando se dió cuenta de que era el, los mismos ojos, los mismos labios, el mismo pelo, era el, estaba despierto y parecía estar en todos sus sentidos, Rusia se quedó estático y totalmente embobado viendo el rostro de colombia, como si fuera la primera vez que lo veía, sin esperar más lo abrazó con fuerza, cariño y amor empezando a lagrimear de la felicidad, pero Colombia se tensó y no correspondió al abrazo, como si le incomodara.

Rusia se percató de ello y se alejó de el viéndolo a los ojos con tristeza "¿no está feliz de verme?" "¿por qué no dice nada?" "¿me odia por lo que hice?" Se preguntaba Rusia, hasta que escuchó la voz del doctor y salió de sus pensamientos.

-Colombia sufre de amnesia retrógrada -dijo el doctor sin titubeos.

-¿disculpe?... -respondió Rusia volteando a ver al doctor como si le hubiera hablado en un idioma extranjero.

El doctor suspiró, se puso sus lentes y tomó unos papeles de su escritorio.

-Colombia despertó demostrando síntomas de amnesia retrógrada e hipoacusia entre leve y moderada -dijo el doctor -no parece recordar cosas importantes antes del accidente pero si unas cuantas, sabe que fue a la universidad, pero no sabe a cual o que estudió, sabe que es un adulto pero no recuerda que edad tiene, sabe que tiene una casa, pero no sabe en donde vive, de color es, si vive con alguien...

Rusia escuchaba atento cada palabra que decía el doctor, no sabía bien que sentir, Colombia había despertado, pero no lo reconocía.

-y además de eso -añadió el médico -debido al virus que andaba rondando en su pabellón lastimosamente desarrolló hipoacusia, o bueno, sordera -dijo el médico.

-¿no nos está escuchando ahora? -preguntó Rusia sorprendido volteando a ver a Colombia.

El cafetero estaba en total silencio, viendo las cortinas moverse por la brisa sin decir nada y tampoco parecía estar prestando atención a lo que decían, como si estuviera perdido en sus propios pensamientos.

–lo dudo, va a necesitar un aparato de audición, aún no le tenemos uno pero para el final del día lo tendrá, el que tenía antes del accidente no le servirá –aseguró el doctor –intentamos explicarle la situación en un papel para que lo leyera, que debía ir a terapias, que debía usar un aparato, que tuvo un accident, todo eso pero no dijo nada...

Rusia pasó a ver a su amado nuevamente, ahora con una sensación diferente, Colombia claramente no sabía quién era el... ni siquiera sabía si estaba escuchando lo que decían; el médico le explicó un par de cosas más a Rusia, le dijo que Colombia debía quedarse un par de días y que luego le darían el alta.

–¿Debería... decirle lo que somos y eso?... que tenemos dos niños, que trabaja en un restaurante... –preguntó Rusia cuando la consulta estaba por terminar.

–bueno, sería buena idea que fuera retomando su ritmo de vida, pero no todo de inmediato, puede ser muy estresante y tal vez se cierre ya que es un shock bastante grande despertar y tener que adaptarte a una vida que no conoces –aclaró el doctor –de cualquier manera puede venir a visitarlo como de costumbre, pero ahora no ya que no es horario de visita.

–Colombia, ¿sabes cómo me llamo? –preguntó Rusia con la esperanza de que Colombia lo recordara.

El cafetero lo vió de reojo, notó que le habló a él pues movió sus labios mientras lo miraba, aún así no consiguió entender casi nada de lo que le dijo, colombia apretó ligeramente los labios algo incómodo ya que no lo recordaba y no sabía que decirle.

Rusia se mordió el labio para manejar la impotencia, se levantó y tomó la Cariola.

–vendré mañana... –fue lo único que dijo Rusia antes de irse de allí

Continuará...

¿Quién eras? ლcountryhumansლDonde viven las historias. Descúbrelo ahora