Pista 8

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—Dame una noche, solo una y desaparezco.

La mirada penetrante de Donghyuck esa símbolo de que hablaba enserio, Mark no esperaba esa proposición por lo tanto no sabía cómo reaccionar. De todas las cosas que se imaginó que Donghyuck le diría, esas palabras nunca estuvieron en su mente

El silencio profundo hizo que Donghyuck casi se arrepintiera de sus palabras. ¿Cuán era su obsesión para que Mark se fijara en él?

— ¿Qué estás buscando, Haechan? —cuestionó el canadiense.

—Quiero acostarme contigo.

El moreno llevaba casi un año pensando miles de situaciones en las que Mark podría estar con él, se empezaba a preocupar porque no quería olvidar a aquel hombre que siempre creyó que era su alma gemela. Su 'obsesión' estaba yendo muy lejos.

Hubo meses en los que quería tragarse su orgullo, llamarle y disculparse, que las cosas fueran como antes, pero él no iba a dejar que lo vieran herido, era demasiado arrogante como para aceptar que tenía la culpa. Así que se sentó a esperar a que Mark también lo necesitara, pero eso nunca ocurrió.

Una noche fría, cuando YoonOh y Taeyong tenían entrenamiento en Seúl, porque ahora ambos eran entrenadores personales, por alguna razón decidieron que Donghyuck iba a ser el mejor niñero del mundo y sin mucho problema le 'obligaron' a cuidar a Sungchan.

Donghyuck nunca se negaría pues amaba de verdad a ese bebé, podía verlo en un futuro, ellos iban a ser los mejores amigos del mundo, Donghyuck iba a ser ese maravilloso y guapo tío rico que le enseñaría a patinar.

Y en una tarde, cuando Haechan jugaba con Sungchan, comenzó a pensar.

¿En qué estaba gastando su vida?

Por lo general el patinaje ocupaba su mente en su mayoría, pero Mark, su Mark no lo dejaba pensar con claridad, imaginaba el sufrimiento que tendría si hubieran sido novios y hubieran terminado, si así sin ser nada, dolía, no quería pensar más. Y tras darle muchas vueltas al asunto lo entendió.

Vivimos en una época tan rápida, que no importaba lo que la sociedad dijera de qué está bien y está mal, ya se consideraba como un adulto legal en el mundo, podía hacer lo que le viniera en gana.

La próxima vez que viera a Mark le pediría que tuvieran sexo.

—Una noche sin compromiso —habló Donghyuck con tono seductor.

Mark sonrió de lado. Le gustaba la vida que tenía, el alcohol, mujeres u hombres, música, sexo, dinero, lujos, sin amor, estaba perfecto, solo que había un problema: Haechan.

Si le preguntaran si le gustaba, la respuesta era "si" y sin pensarlo. Donghyuck era un ángel, esos ángeles que fácilmente te harían subir al paraíso, con unas caderas que solo las bailarinas de ballet tienen y ni hablar de su trasero y esas piernas. Mark tenía un fetiche con la forma en la que Hyuck arqueaba su espalda cuando se movía. 

Pero Donghyuck era diferente, era intocable, Haechan no era para una noche, no era lo que merecía, y también sabía que muchas personas quería al moreno, por eso lo 'apartó', no quería que Haechan estuviera con alguien que lo pudiera lastimar, y eso era muy egoísta de su parte.

—No me molestaría, Haechan, pero sé que aún hay sentimientos de por medio y no mereces que te ilusionen— Mark lo dijo sin pestañear.

Donghyuck sonrió seguro de sí mismo y acorraló al chico contra la pared.

—Dicen que los patinadores tenemos un cuerpo muy trabajado y tenemos mucha resistencia, además soy bailarín, tengo una flexibilidad que te impresionaría — Mark nunca había visto actuar a Donghyuck tan coqueto con él.

Después de que el show de Ten acabara, todos se fueron a festejar a un lugar que se había rentado para ellos, todo era amor y paz, hasta que dejó de ser suficiente. Sin que nadie les prestara atención ambos jóvenes se encontraron en el baño del lugar y aprovechando que no había nadie Donghyuck se convirtió en un "indecente sinvergüenza" que le gustaba ser.

El moreno colocó las manos del mayor en sus bien formados glúteos.

Mark dejó de pensar por un momento, estrujando de forma lenta y cuando Donghyuck se acercó a su cuerpo, sintiendo la característica "dureza", lo alejó.

—No lo haré—dijo el canadiense.

Donghyuck se frustró, tenía tan poca paciencia cuando algo no salía como quería.

—¿Qué demonios debo hacer para tenerte entre mis piernas? —gritó el moreno exaltado.

—Nada, Haechan, no voy a tener sexo contigo.

Fue la gota que derramó el vaso.

— ¿Por qué? ¿Qué tienen esas personas con las que pasas tus noches que yo no? No te estoy pidiendo que seas ni novio o esas cursilerías, maldición, ¿por qué no puedes metérmela y ya? — la rudeza de Haechan lo había delatado.

Estaba tan celoso, tan enojado, tan falto de amor propio porque se estaba comparando con los demás. Y se dio cuenta de que solo intentaba hacer que todos hicieran las cosas que él quería, porque nunca tuvo nada y al pensar que era el mejor en algo le daba el derecho de tener lo que quisiera, quería tenerlo todo.

—No voy a hacerte nada, pensé que había quedado claro, encuentra a alguien mejor, a alguien que no dude en hacerte suyo en una situación así, tú y yo ya no somos amigos, y quiero que te alejes de mí, yo ya no te quiero.

—No tienes por qué pedirlo, yo tampoco te quiero cerca, encontraré lo que busco sin ti.

Y con el ego pisoteado y a punto de llorar, pero mordiéndose la lengua para no decir nada indebido, se fue de aquellos baños, Donghyuck iría a su hotel, cuidaría a Sungchan y haría que Taeyong y YoonOh descansaran, eso es lo que hacían los tíos.

El estúpido Mark no era un buen chico, era un maldito egoísta baja autoestima y destruye amistades. 

Esa era el final de su historia, no sabía por qué seguía creyendo que podría hacerlo cambiar, que podía enamorarlo, estúpidas historias románticas que hacían tener esperanzas. El mundo real era idiota, pero al hacer esa proposición, él era aún más idiota.

Continuará...

Subí dos capítulos. 

¿Qué día le gustaría leer esta historia? (Entre lunes y viernes) Porque ahora que se acaba mi fic "Madre", necesito reacomodar mis actualizaciones. :D Tengan buen día y nos leemos la próxima semana. 

Good guy (MarkHyuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora