Pista 18

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Los dos hombres se observaron con una sonrisa cómplice mientras revisaban las notas que traían a la mano.

— ¿Piñata? —Preguntó Mark diciendo lo primero que se le venía a la mente.

—Listo.

—¿Cartel de felicitaciones? —Mark murmuró mientras checaba la bolsa que tenía en la mano.

—Listo.

— ¿Desechables de la temática?

—Listo

— ¿Bolsas de dulces?

—Empaquetadas y listas, señor. —Donghyuck se burló.

— ¿Y mi pastel? — cuestionó la niña interrumpiendo a los dos adultos.

Los dos se observaron con sorpresa, querían que la fiesta de cumpleaños de la menor saliera perfecta, eso de ser padres seguía siendo difícil. Eran demasiadas responsabilidades y estaba prohibido olvidarse de los detalles.

— ¡Lo olvidé por completo! Ah, no lo tendrán a tiempo. — Mark se sintió frustrado mientras bajaba la mirada.

—Lo pedí hace dos días, lo tendrán. — murmuró Donghyuck con una sonrisita.

Después de casi 6 años organizando fiestas a Sungchan, una más no le hacía daño, si le hubieran dicho a su yo de 15 años atrás que se dedicaría a cuidar niños, él y todo su alrededor se moriría de risa por lo gracioso e inimaginable que se hacía la escena.

Con el tiempo, Haechan previó cada detalle para que las fiestas del pequeño patinador siempre salieran bien, eso lo hacía el tío consentido. Claro y el mejor regalo. Y este año no sería la excepción, luego le preguntaría a Wendy qué le gustaría recibir.

—Recogeré el pastel y lo llevaré a mi casa, puedes ir a recogerlo después. —habló Donghyuck.

— ¿Crees que puedas llevarlo a nuestra casa?

Donghyuck asintió y Mark escribió en un papel su dirección. El moreno tenía que llegar a la pastelería antes de que cerraran.

Mark lo dejó cerca de la pastelería, luego él y su hija siguieron su camino a casa para poder adornar antes de que todo se complicara y el tiempo los presionara.

—El señor Hada es muy amable ¿Crees que se vaya a cumplir más deseos después de mi cumpleaños? —preguntó la niña quitando su sonrisa.

— Me gustaría que se quedara, pero él tiene su propia vida, debe hacer felices a más personas. — mencionó el hombre con nostalgia en su voz.

— ¿Crees que siga reuniendo fuerzas para encontrar al señor Héroe? ¿Crees que lo encuentre y sean felices?

—No lo sé, Wendy, quizá el Héroe nunca debió dejar al Hada y se sienta culpable, quizá ya no quiere que el Hada sienta más dolor...

—No entiendo, ¿Cómo dos personas que se aman podrían sentir dolor? —Preguntó la niña.

Mark se quedó callado, hay ciertas cosas que los niños no deben saber, no lo iban a entender, aun son pequeños y llenos de inocencia y felicidad. No podía arruinar eso diciéndole la verdad, no podía pensar en que su hija supiera que clase de hombre fue él antes de que ella naciera.

— ¿Podemos hablar con mamá hoy? ¡Quizá ella sepa cómo podemos ayudar al Señor Hada! — la niña sonrió.

Pero Mark hizo una mueca entre felicidad y tristeza, estaba seguro de cuáles serían las palabras que diría la madre de Wendy, el último mes la había soñado repitiendo su promesa. Mark no podía sentirse peor.

Good guy (MarkHyuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora