Donghyuck en la Pista 12

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Hubiera deseado que mi vida fuera más fácil.

Había momentos en lo que de verdad me sentía solo, sin mis padres, sin amigos, sin nadie.

Agradezco tanto a YoonOh y Taeyong que me trataron demasiado bien en los últimos 4 años que me mudé con ellos. Me siento feliz de pertenecer a esta familia.

La gente cambia, he tratado de no ser un niño inmaduro y controlarme más, a no guardar odio ni rencor, claro soy un hombre que va a cumplir casi 30 años, ya no puedo seguir siendo un niño, quiero que la gente no me tenga lástima, quiero que me respete.

La vida en Incheon es tranquila, Taeyong y yo atraemos muchos turistas a la pista de patinaje, YoonOh sigue siendo entrenador de patinaje sobre hielo y estoy feliz porque este año lo mandaron llamar para que fuera parte del comité organizador de las competencias que abarca el Grand Prix. Se que hará un buen trabajo... Aunque odia recibir órdenes y hará lo que más le convenga, así es él.

Por otro lado, éste fue mi último año, estoy listo para retirarme y dedicarme a otra cosa. Me convertí en siete veces campeón durante mis 13 años de carrera.

Sungchan, por otra parte, es un diablillo, es muy hiperactivo y mandón, a veces creo que es como mi hijo, pero no lo es, y si veo a sus padres me hace pensar que Taeyong ni Taeyeon son así, entonces son los genes de YoonOh.

Al menos YoonOh se comporta como alguien de su edad y creo que es gracias a su familia. Sé que se esfuerza mucho en ser el mejor esposo y padre. A veces les tengo un poco de envidia como familia.

Comprendí también que las personas entran y salen de tu vida. Y durante años, siempre creí que la gente estaba destinada a salir de la mía, que perdía a mis seres queridos porque no merecía ser feliz. Entonces traté de ser menos egoísta y dejar a las personas ir.


Nunca supe que pasó ese día, nunca había visto a Mark llorar como aquella vez, estaba en un duelo, tratando de ser fuerte y al mismo tiempo necesitando cariño de alguien que se lo pudiera brindar. Si yo hubiera sido más inteligente nunca hubiera dejado que se fuera, lo hubiera abrazado con todas mis fuerzas y lo hubiera mantenido conmigo.

Pero dudé.

Antes creía que él era un buen chico, y que por alguna extraña razón estábamos destinados a estar juntos. Pero me equivoqué tanto. Jamás podríamos estar unidos. Y entonces entendí que debía dejar esa obsesión por él.

Intenté salir con más personas, pero no funcionaba, mi carácter asustaba o irritaba a las demás personas. Nadie podía soportarme, ni yo mismo. Entonces, qué caso tiene salir con alguien si no puedes dar el 100% de ti. Me dediqué en completo al hielo, a entrenarme y a Sungchan también, YoonOh lloró cuando su hijo ganó su primer oro.

Me pregunto si yo lloraría si viera a mis hijos ganar, estoy seguro de que sí. Entonces recuerdo cuando Mark decía que le hubiera gustado tener una familia conmigo en otra vida y me pongo un poco triste, recuerdo que ya no está, que quizá ya ni siquiera esté en este mundo y que no lo volveré a ver nunca, porque todas las personas a las que quiero en voz alta se van de mi lado.

A veces no sé por qué le lloro, nunca fuimos novios, pero siempre hubo algo. A veces me despierto con una sensación de calidez porque sueño con él y me doy cuenta de lo patético que es llorar por alguien que ya no está.

Aquel día no debí dejarlo ir, pensé que mentía, que nos veríamos en otra competencia, pero no, quizá pudo haber estado en problemas. Todos dicen que cambió su teléfono, que se mudó de casa, pero ¿y si lo mataron? Perdón por pensar siempre lo peor. Hablando con Johnny me dijo que la tarjeta negra de Mark no se había usado en años y le conté mis especulaciones, él solo sonrió y me dijo que lo olvidara, que Mark había hecho lo correcto. Y sus palabras me dieron miedo, porque sabía que Johnny tenía información que yo desconocía, pero yo era cobarde y no quise oírla.

Y a partir de ese día, dejé de buscar.

En estos cuatro años me aislé y tuve miedo, pero era hora de volver a Seúl. De enfrentar quién era y, sobre todo, de hacer ganar a Sungchan otra medalla, el Grand Prix junior se celebraría pronto. 

Y vamos a ganar.

—Y por eso me llevaré a Sungchan a vivir conmigo todo este mes —mencioné sin pensarlo mucho.

—Donghyuck no te lo puedes llevar, estamos muy bien los cuatro aquí, ¿por qué no vamos todos cuando falten algunos días para la competencia? — habló Taeyong preocupado.

—¡Pero yo quiero vivir con el tío Donghyuck! — Sungchan iba a empezar a hacer un berrinche.

—Me parece bien, que se vayan un mes y nosotros los alcanzaremos en dos semanas, rentaremos un apartamento y no los molestaremos hasta que ganen. — murmuró YoonOh.

—Pero no puedes hacer eso, es nuestro hijo y es mucho tiempo lejos....

—Taeyong, confía en mí, vi algo en los registros de la competencia que necesitan una revisión y también así podremos hacer lo que hacíamos cuando Sungchan todavía no nacía.—YoonOh le coqueteó a su esposo.

—No quería oír eso. —me quejé y Taeyong soltó una pequeña risita.

Y fue así como regresé a mi hogar con mi adorado Sungchan, le mostraría todo lo que yo hacía y a dónde iba cuando tenía su edad, de esa forma no sentiría que un mes pasaba demasiado rápido para volverme a mi realidad.

Continuará...

Good guy (MarkHyuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora