LA PROPIEDAD DEL MAFIOSO

Capítulo 35

Klhey.

Estacioné el auto fuera y me sorprendió no escuchar los grititos de Jenni en cuanto cerré la puerta

Se me hizo extraño

Le había dejado un mensaje a Lisa cuando salía de la empresa ya que me había demorado un poco y al final ya estaba de noche

Todas las luces estaban apagadas en el lugar y solo pude divisar unas leves luces tenues más allá así que avancé hacia ellas

El pecho se me infló una sonrisa apareció en mi rostro, de satisfacción, claro

Solo Lisa había preparado cenas para mí y está sin duda sería mi preferida

Habían velas en el centro de la mesa que era lo único que iluminaba el salón, el mantel de la mesa estaba decorado por pétalos de rosas rojas y habían dos platos siendo cubiertos por unas tapas metálicas elegantes como si esto fuera un restaurante

En la mesa había de todo

Pastel, frutas, chocolate, bocadillos

Un cosquilleo me hizo reír leve y por un momento me sentí flotar como si yo fuera una chica en su primera cita, qué cursi se estaba tornado todo esto

Pero no me desagradaba

Me acerqué aún más para probar una de las fresas y en cuanto su voz sonó me hizo voltear enseguida

_Te gusta?

Tragué duro mirándola

Su precioso cuerpo trigueño apreciándose en una lencería negra con solo la tenue luz de las velas, pero el color de cabello rojizo y corto me ensalivó aún más la boca porque era lo que incluso más la hacía resaltar en estos momentos

Mierda

Claramente sentí como mi cuerpo se erizó y como se me puso dura con tan solo verla parada frente a mí

Los putos tacones estaban matándome, quería que apretara sus piernas contra mí ya

_Te gusta am...

Gimió asustada cuando me acerqué a besarla de golpe, la cena podía esperar, yo no

La levanté haciendo que enrolle sus piernas a mi alrededor y mis manos la sostuvieron de sus nalgas apretándola contra la pared

_Amor la cena —jadeó mientras besaba su cuello

_Comemos después

Volví apoderarme de su boca y la llevé cargada hasta sentarme con ella en cima en el sillón de la sala

_Jenni? —pregunté tomandola del cuello

_Durmiendo—sonrió— su papá demoró mucho en venir 

Su papá

Porqué me ponía aún más duro pensar que ella me la había dado?

Mis ojos no dejaron su escote mientras ella me iba desabrochando la camisa, iba a chuparle las tetas hasta el cansancio

Le ayudé a quitármela y dio un movimiento que me hizo gemir haciendo que ella sonriera

_Te gusta lo que traigo puesto mi amor?

Sabía que sí

_Estás sintiendo como estoy —me moví y dejó escapar el aire —
Tu cabello negro me encantaba — tomé un puñado haciendo que levantara la cabeza —
Pero me doy cuenta que sea como sea me encantas ahora.
Mi muñeca preciosa

Mis manos no aguantaron ir tocándola toda aunque claramente ella quería seguir con los juegos previos de sobarse en cima mío lo cual me estaba torturando aún más

Pero de todas formas la tenía, disfrutándola

Le bajé los tirantes dejando sus pechos fuera y chupé de sus pezones que ya estaban más que hinchados por la excitación, sus manos trataban de desabrochar mis pantalones y la ayudé con eso

Me puso una cara que no puedo describir cuando lo tomó y lo sacó para luego salir de mi encima y chuparmela aún estando en cima del mueble

Mi mano fue a manosear su trasero y por ende buscando mojarme los dedos con su fluido que me me hizo ponerme aún más duro al notar que la ropa interior que traía puesta tenía abertura dejando sus labios totalmente expuestos para mi toque y para mi pene

Su pequeña lengua hacía círculos en la punta y poco a poco fue introduciéndola hasta hacer que sus ojos lagrimeasen a pocos

Su boca succionó mis testículos y decidí haber tenido suficiente para ponerla en cima de una vez porque estaba seguro que me correría con solo las chupadas que me estaba dando

Posicioné mi verga en mi entrada y no aparté en ningún momento la vista de sus ojos así como ella de los míos, podía grabarme sus malditos gestos mientras estaba entrando en ella

Me hizo besarla duro cuando por fin la tuvo toda adentro y comenzó a moverse en cima de mí haciéndome jadear

Mis manos se paseaban por sus pantis queriendo arrancanserlos pero aún se veía muy bonita así como para quitárselos

Sus gemidos no se hicieron esperar y me encantaba sentirla mojándome por las frotadas que se daba contra mi cuerpo, podía sentir claramente sus espasmos y sus sonidos solo eran música para mis oídos al tenerla tan excitada

La tomé de las caderas ayudando a su propio ritmo ya que si lo hacía de más podría interrumpir el orgasmo al que estaba llegando con solo frotarse

_Mierda Klhey —gimió tomándome del rostro—
Que rico mi amor

Me hizo sonreír

Me había dado cuenta que era de muy pocas palabras en el sexo pero sí muy obediente a lo que uno le ordenase, sin embargo, en esta posición ella se soltaba más y se ponía mucho más ruidosa y pervertida con sus palabras

No era solo eso lo que me decía a la vez que me besaba el cuello

Me tenía idiotizado

Estaba loco por ella

Loco

Comenzó a moverme con más convicción y supe que ya estaba cerca

_Vamos —la supliqué — Córrete para mí muñeca, anda

Sus gemidos se llevaron, sus movimientos se hicieron más duros y entonces puse sentir su cuerpo temblar para luego parar frenéticamente dando un gritito

Se había corrido

Pero yo no tenía suficiente

La tomé de las caderas y medio la levanté para cogermela así haciendo que gima con lágrimas en los ojos y más aque agitada, su vagina estaba tan frágil justo ahora

_Dime a quién le perteneces

La tomé fuerte del cabello acercándola a mi

_Dímelo

_A tí —gimoteó

_Eres mía! —la abofetee y me puso mucho más que sonriera y se mordiera los labios mirándome suplicante mientras me la cogía

_Klhey, dame más duro —pidió

Mis embestidas aumentaron su fuerza y la tomé del cuello para besarla

_Muy mía —apreté su mandíbula para que me miraba fijamente —
Mi mujer desde que te vi por primera vez, que te quede muy en claro.