Capítulo 59

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Lisa.


_Cómo es que esas mujeres pudieron atreverse a tanto!

Exclamó con rabia y los ojos enrojecidos por las lagrimas

_Es que no lo puedo creer!

_No lo podemos creer pero ya no nos sorprende tampoco —dijo Martha

_Yo ahora solo quiero irme de esta casa —dije abrazando a mi hija en el sillón — No quiero que nada malo vuelva a pasar

_Claro que nos vamos, ahora mismo nos vamos ya para mi casa!

_Todas las cosas ya están listas —avisó Pilar

_Entonces vamos ya todos, metamos las cosas primero

Dejé a Jenni sentada mientras ayudaba a meter todo en la camioneta de Sara para luego apagar la televisión con las caricaturas y tomar a mi hija en brazos

Ya no estaba tan retraída como al principio de cuando salí de la bañera pero aún puedo notar cierto temor en ella, lo refleja con el silencio y en la falta de movimientos más que los necesarios

_Estaremos bien ya lo verás —le sonreí — Te amo

Me abrazó por el cuello y salí junto con ella

_Entra hija —Martha me abrió la puerta trasera

Me monté atrás donde también habían cosas nuestras y Martha vino con nosotras mientras que Pilar iba de copiloto

_Cuánto tiempo tienes Martha? —le pregunté—
No llegaré a esa casa hasta el anochecer cuando ya regresa usualmente Klhey, que digan esas mujeres lo que quieran, no me importa, le dije a Dante que si preguntaban por mí les dijera que al poco tiempo que se fueron recibí una llamada de mi hija para que fuera a ver a mi nieta al hospital

_Entiendo —le sonreí — Gracias de nuevo

_No hay de qué cariño

Taylor no había podido venir, y claro, después del baño lo pensé bien y era mejor no decirle nada ya que estaría trabajando con Klhey, le dejé un mensaje a Sara y ella me respondió afirmando que en definitiva Klhey se encontraba en su oficina con él

Ella como es la secretaria que no se calla nada, se volvió a quejar del trabajo y pidió el día libre cosa que Klhey no le discutió porque no quería escucharla quejarse más, palabras de ella misma

Klhey

Ahora sí que no volvería a verme

_Señorita Sara —habló Pilar—
Yo puedo seguir trabajando en su casa? No tiene que pagarme, quiero quedarme ayudando a la señorita Lisa y cuidando de Jenni

_No te preocupes nena que igual voy a pagarte —le sonrió — Claro que puedes quedarte, entre más mejor, me siento muy sola en esa casa, por mí, hasta Martha podría quedarse

_Ya quisiera yo salir de esa casa donde estoy —se quejó —
Aunque no, no quiero salir de esa casa, quiero que esas mujeres sean las que salgas. Arribistas sin vergüenzas!

_La fiesta de cumpleaños de Klhey será pasado mañana

_Lo sé hija —me miró — Y su...

_Compromiso —asentí— Lo sé, toda esta semana que se tomó conmigo esperé que me lo dijera pero no lo mencionó ni por error

_Él no ama a Renata hija, se le ve en el rostro, incluso puedo decir que ellas lo notan! —negó frustrada— No entiendo cómo puedes seguir insistiendo con eso

_De cualquier forma él ya la eligió a ella —me encogí de hombros —
No la ama pero la escogió y ya está

_Mientras yo viva esas mujeres jamás lograrán ser 100% felices hija! Te lo puedo asegurar.
Estos dos años me he encargado de eso ya

_—la miré — A qué te refieres?

_—bajó la cabeza unos segundos pero luego me miró —
El mayor sueño de Renata es embarazarse, al principio se cuidaba con pastillas anticonceptivas ya que Klhey le dejó en claro que no quería hijos,  pero ya desde hace unos meses para acá, justamente masomenos cuando tú apareciste otra vez, ella cambió las pastillas anticonceptivas por pastillas de ovulación

_Quiere embarazarse como sea de él para que no la deje —rió sin gracia Sara

_Sí —respondió Martha— Pero sobre mí cadáver!
Incluso cuando estaba tomando las pastillas anticonceptivas me encargaba de darle unos tés abortivos cada mes rezando que no quedara embarazada, cuando cambió esas píldoras por las pastillas de ovulación yo me encargué de seguir dándole las anticonceptivas.
Después de todo la bruta jamás les prestó atención, y como le gusta ser tratada como una reina a la cual le lleven agua y la pastilla fuera del empaque pues solo las toma y ya. Y cada mes desde entonces a parte de los tés le doy una pastilla abortiva por seacaso

_Tía Martha eres increíble —Pilar volteó a verla con una sonrisa

_Me da un poco de pena eso —le dije

No quería sentirme mal, cierta parte de mí se sentía satisfecha a decir verdad, pero a la vez no podía alegrarme por completo por eso

Puede que no pueda tener hijos nunca

_Cómo va a darte pena! —Sara volteó a verme

_Señorita Sara porfavor miré al frente —habló enseguida Pilar asustada

_Es que puede no tener hijos nunca así

_Y es lo mejor para el mundo hija —suspiró— No me siento orgullosa de acuerdo? Pero no iba a dejar que les desgraciaran su felicidad a ustedes y ellas tengan todo lo que quisieron

_Además esa zorra se lo tiene merecido —Dijo Sara esta vez concentrada en el camino—
Pensaba amarrar a Klhey con un hijo? Pues se jodió, le seguirá poniendo cachos de por vida

_Yo jamás he podido mirar a Klhey a la cara por mucho tiempo desde que despertó del coma, nuestra interacción desde entonces cambio demasiado a como era antes, yo lo hacía porque sentía lástima, pena y pesar por él al ocultarle tantas cosas

_Pero lo hiciste para protegerlo en cierta forma, no te sientas culpable Martha

_Sabes, desde que despertó del accidente él volvió a tener la seriedad que tenía antes de tí, claro que conmigo o su familia era así, pero esta vez, noté que la seriedad seguía en él incluso con nosotros. Aparte de eso Cecilia y Renata se encargaron de excluirme y tomarme solo como una sirviente y Klhey aceptó eso —me sonrió —
Cuando llegó de su "semana de trabajo" me invitó a cenar en la mesa con ellos y entonces pensé en tí, recordé cuando me invitabas a comer con ustedes y algo dentro de mí supo que seguía tratándose de tí, me puse feliz

_Me alegra escuchar eso Martha, no sabes cuánto

_Desde entonces me toma más en cuenta y eso me gusta aunque ni a Cecilia y a Renata les guste, Klhey ese mismo día les dejó en claro que las cosas serían distintas e incluso le dijo a Renata que iba hacerle caso y dejar de quejarse, prácticamente la amenazó que sería así o jamás la convertiría en su esposa

_Definitavemente el señor Klhey no la ama —dijo Pilar

_Claro que no, pero él le tiene cierto aprecio y cree que con eso la recompensará —le respondió Jazz

_Ahora solo debemos esperar a que Renata lo saqué de sus casillas —continuó Martha—Porque desde esa noche él es más estricto con ella y su forma de actuar, si ella lo arruina, apuesto que la dejará

LA PROPIEDAD DEL MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora