LA PROPIEDAD DEL MAFIOSO

Capitulo 70

Lisa.

Ya teníamos todo, vestidos, zapatos, incluso accesorios

Me daba mucha vergüenza con Sara por cuestiones de dinero pero ella solo me repetía que era su más preciada inversión

_Bien -dijo terminando de comer- Ahora, iremos definitivamente a cambiarte ese cabello

La miré asustada

_Pero mi cabello está bien

_Nena, no crees que una cabellera roja es más fácil encontrar entre la multitud
-se dio golpecitos en la sien-
Por eso si puedes reconocerte al instante

_Entonces de qué color será

_Si quieres un color chocolate o...

_Mejor que vuelva a ser negro, de todas formas me encantaba mi cabello negro

_Pediremos que te pongan extensiones -sonrió

_No es necesario -negué- negro corto está bien

_De acuerdo -levantó las cejas- Con ese vestido tu cabello negro y corto se verá precioso

Le sonreí

Esperó a que terminase para pagar la cuenta e irnos al lugar donde ya me habían tinturado de pelirroja, ahora volvería a mi color natural

_Negro otra vez cielo? -preguntó con una sonrisa

_Quiero que la dejes preciosa, tiene que lucir con este vestido, mira -le mostró la foto que me tomó al salir del probador

_Necesito cortar para eso, me dejarías nena? -preguntó

_Cortar? -lo miré - Más?

_Debe ser un corte Bob más corto para que pueda lucirse mejor, pero como tú prefieras, igual te dejaré preciosa -me sonrió

Suspiré

_Hazlo

Terminó gustandome mucho mi cabello nuevamente negro con la diferencia que ahora sí estaba más corto y no me sentía incómoda con él

Sara insistió después en llevarme para hacernos las uñas tanto de manos como pies, ella se estaba tomando más que en serio todo esto y yo aún ni sabía cómo asimilar lo que estaba pasando

_Quedaron preciosas verdad?
-dijo mirándose las uñas mientras conducía ya de regreso

_La verdad es que sí - le sonreí

Siempre me gustaron estás monerías, pero que Klhey gastase en mí era muy distinto ya que tenía como pagarle, a Sara no podía darle ni siquiera sexo a cambio

_Bien, llegaremos, nos daremos una ducha y llamaré a un maquillador para que nos arregle, solo tenemos un par de horas

_Yo puedo hacerlo sola, te puedo arreglar a tí si quieres -me ofrecí

_En serio? -me miró - Oh cierto! Estabas en un curso de maquillaje, verdad?

Me dio cierta tristeza saber que ni siquiera lo pude acabar

Y me gustaba mucho las clases con Obrianna

_Sí -sonreí- Almenos seguí practicando mis técnicas con las chicas en el burdel, lo haré bien

_De acuerdo -asintió- Confiaré en tí

Para cuando llegamos a su casa Pilar estaba emocionada porque le mostremos todo lo que habíamos comprado y lo hicimos tranquilamente ya que mi hija se encontraba tomando la siesta en la habitación que se le asignó