Capitulo 118

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Klhey.




Cuando regresé de vuelta al hospital me asusté de toparme con Martha y los niños solos en la habitación, sentí como la presión que se me bajó el iba a correr hacia donde tenían a mi hija pero mi nana me explicó que no pasó nada malo con ella

Pero sí preguntó por Lisa

Descubrí como mi mujer me había mentido y no dudé en salir directamente hasta la mansión, de seguro pensó que yo iba a matarlos sin ella cuando no iba a ser así

_Señor Klhey! —Pilar se me atravesó por el callejón de la entrada

_Lisa, está aquí cierto?

_La señora vino junto con Sara, no las seguí a donde fueron pero siguieron recto

Sara sí sabía dónde estaba el cuarto rojo

_Quiere que llame al señor Taylor? Está cuidando el perímetro desde afuera

_No es necesario —Seguí mi camino

Respiré profundo antes de adentrarme al callejón obscuro para seguir la luz que se asomaba a distancia, topandome con Anthony, Prichard y Sara quien se volteó a verme con la cara en alto

_Solo cumplí órdenes de Lisa

_Yo no te dije nada
—miré a los otros dos—
Denme paso

Abrieron la puerta corrediza y pesada haciendo que de un respiro profundo antes de adentrarme bajando las escaleras en silencio

_Yo solamente cumplía órdenes!
—escuché al hombre hablar desesperadamente con el iré estrecortado—
Déjeme libre y no volveré a molestarlos jamás lo juro

_Quiero saber de Celia, a dónde carajos se fue!

Lisa estaba de espaldas a mí, parada frente al tipo que seguía tirado en el suelo, ella traía un machete en la mano y apuesto que es por eso que el tipo está trabandose al hablar

Miré a la otra esquina de la gran habitación y la quité de inmediato

No por la sangre o los profundos cortes, si no por la desnudez de la mujer a quien respeté tantos años como mi madre

_Celia es una traidora, si Cecilia salía viva de esto sabía que la matarían

_No creo que planearan una misión suicida, dime a dónde se fue

_No lo sé! Esa puta por poco y me rompe la cabeza, acaso crees que sé a donde iría?!

_Porqué te rompió la cabeza!

Ambos se voltearon al escucharme

Lisa tenía la ropa y los brazos más que salpicados de sangre

_Habla! —me acerqué más

_Cuando subí con la ni...

Su grito de dolor me inundó los oídos cuando no lo dejé terminar y le di una patada en los huevos

_Cuando subiste con mi hija no es cierto? —me puse de cuclillas frente a él

_Solo seguía órdenes! —lloriqueo paniqueado

_SIGUE CON LO QUE ESTABAS DICIENDO —exigió saber Lisa

_Cuando entré a la habitación me dieron en la nuca, se supone que ella entraría directamente con la niña, debió matarla al instante pero no sé qué demonios pasó!

_Ella te noqueó? —oí susurrar a Lisa detrás

_Me vale una mierda, después de hacer lo que planearon a donde diablos iban a largarse!

LA PROPIEDAD DEL MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora