LA PROPIEDAD DEL MAFIOSO

Capitulo 117

Lisa.

_Estás segura de esto Lisa? —preguntó por quinta vez mientras conducía

_Que sí Sara, ya deja de preguntarme lo mismo

Ni siquiera me molesté en dejar de ver la ventana, estaba atenta al camino, por suerte ya faltaba muy poco para llegar

_Tienes cara de no matar una mosca Lisa, cuando te conocí, la primera vez que te vi incluso parecías un corderito, no quiero que cambies por esto o que tengas traumas de por vida

_Tú has matado a alguien?
—la voltee a ver

_No —me dio una mirada rápida —
Pero he visto a Klhey y Taylor hacerlo, no sabes cuántos cuerpos he tenido que arrastrar de su oficina

_Y la primera vez que lo hizo que sentiste?

_Pánico, miedo, ganas de vomitar, temblaba

_Eso yo ya lo sentí un sin fin de veces, y siempre fue por cosas que me hicieron a mí, no a terceros, a mí.
Ahora no voy a dar mi brazo a torcer, agradezco que mi hija esté bien pero ella vivirá con una marca toda su vida, esa mujer debe pagar por lo que hizo aún cuando no fue quien se lo causó directamente

_Creo que jamás me cansaré de repetirte lo fuerte que eres
—me miró nerviosa —
Eres una buena madre, espero que lo que sea que hagas te sirva como descarga, que luego no te pese

_No lo hará
—le sonreí para calmarla—
Está bien no te preocupes

Ya habíamos llegado

Ambas bajamos al mismo tiempo del auto y Sara se adelantó para tocar la puerta y fue Pilar quien abrió mirándome sorprendida

_Señorita Lisa pero qué hace aquí, y los niños?

_Se quedaron en el hospital con Martha —avancé dentro—
Sigue en lo tuyo Pilar, no tengo mucho tiempo

_Pero...

La dejé con la palabra en la boca caminando detrás de mi amiga quien me dirigía por el callejón, pasamos las escaleras, la cocina, los baños, sus cuartos y al final, donde se supone es el almacén había una puerta

No tenía seguro pero en cuanto la abrió puse mala cara, era un callejón obscuro, nos adentramos juntas y seguimos caminando directo, pude percibir cierta luz al final de ese raro túnel subterráneo

El túnel ya se había acabado, este ya era un espacio un poco más amplio, Anthony y Prichard se encontraban frente a la puerta de fierro y habían dos faroles de fuego en las paredes, eso era lo que alumbraba el lugar

_Lisa?! —dijeron al unísono

_Pero qué haces aquí abajo!

_Dónde están los niños?!
La coneja mejoró?

Asentí

_Jenniffer está bien, si vine aquí es porque necesito que me dejen entrar donde ellos

Ambos se dieron una mirada rápida

_De qué habla? —le preguntó Prichard a Sara

Me sagrada que pregunte como si no estuviera aquí, como si no fuera capaz

Como si lo que me hizo no fuera una respuesta ya

_Necesita encargarse de esa arpía, déjenla pasar —respondió

_Pero estoy seguro que Klhey va a hacerse cargo de ellas
—Anthony se me acercó —
No es necesario mancharte las manos por...

_Ambos saben perfectamente lo que me hizo esa mujer!
No solamente fui yo esta vez, o Klhey, fue nuestra hija!
Yo no tengo que darles ninguna explicación de lo que quiero hacer así que déjenme pasar de una vez que no pienso seguir perdiendo más tiempo!!