Inui ya había accedido a acudir al psicologo. Ese día sería su primera cita.
Está nervioso sin saber el porqué. ¿De que debería hablar?¿Quién empieza hablando?¿Puedo pedir consejos?
El sabía, o quería creer, que un psicologo lo ayudaría, pero no podía evitar sentir ¿miedo?¿por qué estar asustado? La sensación hacía que le sudaran los dedos.
A pesar de sus dudas agradecía profundamente a Koko. Le agradecía por haberlo salvado en aquel incendio, le agradecía por acogerlo en su casa, le agradecía por ser su amigo y compañero. Le agradecía por darle un motivo para vivir.
Compartir momentos con él hace que se sienta seguro, él es su lugar seguro. Si aquel día no hubiera entrado en el restaurante, quien sabe si se habría vuelto a encontrar con su amigo. ¿Cómo sería su vida ahora?¿Habría podido continuar este dificil camino que es la vida?
En un principio no creía que esos sentimientos por él florecerían de esta manera, pero agradece que haya sido así.
"Hajime, gracias"
Abandonó lo que sea que estuviera haciendo en su habitación para iniciar el día y encontrarse con la persona ya mencionada.
"Buen día.¿Dormiste bien?"
Inui sonrió ante aquellas palabras, por alguna razón sonaban más especiales el día de hoy.
"Buen día. Si" respondió aún sonriente acercándose a Koko, que se encontraba en la mesa desayunadora. Se sentó a su lado a pesar de que no desayunaría.
Era evidente que ambos querían mencionar el hecho de que hoy sería la primera sesión en el psicólogo, pero ninguno decía nada. Quizás ambos estaban igual de nerviosos. Inui esperaba que hablar con alguien hiciera un cambio en su vida, se esforzaría para que así fuera.
Y Koko, por su lado, se podría decir que estaba incluso más ansioso que Inui. Esperaba que esa decisión ayudara a su amigo. Quería verlo feliz. Más allá de un estado se ánimo, deseaba que Inupi pudiera llevar una vida feliz. Y si era posible, que fuera feliz junto a él. Koko no pudo evitar esbozar una sonrisa ante la idea.
"¿A que hora es tu cita?" Se animó el pelinegro a preguntar.
"14:00" respondió el rubio en corto.
"Entonces podremos almorzar" agregó Koko.
"De hecho..." Inui se mostró dudoso al responder.
"¿No vas a comer?" Preguntó Koko sorprendido, a pesar de haber vivido esa escena varias veces.
"Estoy algo nervioso como para comer. Siento mi estómago revuelto" explicó Inui disculpándose con la mirada.
Koko insistió en que por lo menos comiera una fruta, a lo que, luego de renegar un tiempo, Inui aceptó.
La hora de salida de acercaba y Koko se ofreció para llevar a su amigo al lugar. Inui conduciría él mismo pero no tiene licencia para hacerlo.
Una vez allá Inui se sintió extrañamente más relajado. Se despidió de Koko y luego esperó impaciente a oir su nombre para tener su primera sesión.
"¡Seishu Inui!"
El chico se puso de pie atendiendo a su llamado.
La hora de la charla transcurrió y se esfumó como vapor.
"¿Y bien? Cuentame ¿Como te fue?" Preguntó Kokonoi ni bien Inupi subió al auto.
"Primero vayamos a casa" respondió Inui con calma. Koko bufó y avanzó el auto.
No paso mucho luego de que llegaran a la casa hasta que Koko volvió a insistir con la misma pregunta.
"Estuvo bien" dijo el rubio.
Koko esperaba más detalles pero Inui no sabía cono expresarse.
"Quiero decir, resulta que si tengo depresión." rió con incomodidad "Realmente no se que mas decir, solo hablamos y ahora me siento... bien. Desearía haber tenido esto de adolescente"
Era la verdad. Fue una charla liberadora. Inui quería decirlo todo, soltarlo todo pero el tiempo fue su peor enemigo ahí dentro. No lo admitió pero, esperaba con ansias la próxima semana y así poder decir lo que tenía en la punta de la lengua cuando la sesión terminó.
Fue definitivamente una experiencia nueva para él, y veía futuro en ello. Algo que nunca había podido visualizar antes. Un futuro.
"Pues me alegro por ti" dijo Koko colocando su mano en el hombro de su amigo.
"Esto es gracias a ti Koko" agregó el otro en una voz suave y a continuación posó su mano sobre la de Koko, que desacansaba en su hombro.
El chico trato de ocultar su sonrisa, pero fracasó en el intento.
Cambiando de tema inesperadamente, Inui se levantó de su lugar para buscar la laptop y así revisar la casilla de mails para ver si recibió alguna respuesta a sus curriculums. Nada.
Koko lo miraba ejecutar sus acciones pensando que al revisar los mails ahora, solo correría el riesgo de obtener malas noticias, y terminaría triste al respecto, cambiando su humor drasticamente. Lo cual confirmó al ver la expresión de Inupi cuando vio que aún no tenía respuestas a sus entregas.
Acto seguido el celular de Koko vibró anunciando un nuevo mensaje.
"Hablando de trabajo..." dijo él en voz alta cuando tuvo el celular en sus manos.
Inui apartó la vista de la pantalla para prestarle atención a su amigo.
"Tengo que hacer unos mandados. Debo estar allí en una hora" dijo el pelinegro poniéndose de pie.
"Ten cuidado" dijo el rubio viendo a su amigo alejarse.
A koko lo invadió le impulso de querer besar la mejilla de Inupi, como si se despidiera de su pareja. Pero se abstuvo de aquello y se marchó de la casa riéndose de sus propios pensamientos.
Pasaron unas 2 horas hasta que Koko regresó, esta vez no tuvo problemas con la entrega. Se acercó a Inui para saludarlo, pero este se encontraba recostado en el sofá, completamente dormido. Vio la pantalla de la laptop que traía sobre él y notó que había estado mirando la casilla de correo.
"Que impaciente" dijo Koko para si mismo, riendo en voz baja.
Puso la computadora a un lado para darle más comodidad a Inui.
"Inupi estoy orgulloso de ti" lentamente se acercó a su rostro y depositó un pequeño beso en su frente. Koko pensó que se sentiría muy avergonzado si Inui despertara de pronto. Así que mejor se fue de aquel lugar antes de que ocurriera.
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The Reason [kokonui]
FanfictionInui ha vivido con depresión toda su vida, si no fuera por aquella alma milagrosa que lo salvó de aquel incendio, Inui no tendría una razón para vivir. -Koko, tu eres la única razón por la que estoy vivo. . . . . ⚠️autolesiones y demas temas que pue...