Capítulo 16

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Esa noche Inui estaba de buen humor, lo que lo motivó a comer, alegrando así a Koko.

Se sentaron a compartir un momento como ya lo habían hecho antes, pero no tantas veces debido al escaso apetito de Inui.

Toda la velada había transcurrido en silencio, y esto era porque Inui no es un hombre muchas palabras y Koko tenía las suyas guardadas hace tiempo, buscando el momento perfecto para soltarlas.

No fue hasta que Inui anunció que se iría a dormir que Koko liberó esas palabras que tenía guardadas.

"¿Te parece bien si... um.. duermes en mi cama conmigo, como la otra vez?" Koko intentó no trabarse al hablar.

Inui sonrió al recordar que no había sido tan tímido al proponerle eso la vez pasada. Le pareció tierno.

"Me parece bien" respondió con claridad y siguió a Koko hasta su cuarto.

Ambos se sentaron apoyados en el respaldar de la cama, sin dejar tanto espacio entre ellos, a diferencia de la ultima vez. El confesar sus sentimientos hizo sentir a ambos esa sensación de libramiento.

Inui mantenía sus ojos en la pantalla del celular, iluminado unicamente por este. Mientras que Koko observaba con deseo cada detalle del rostro de la persona a su lado. Queriendo apropiarse de esos labios carnosos y rosados. Relamió sus labios por instinto y sin advertirle nada al rubio, se abalanzó sobre los de Inui, impaciente por probarlos nuevamente.

Se unieron en un apasionado beso, obligando a Inupi a dejar su celular a un lado. Quien tomó con ambas manos el rostro de Koko e hizo presión hacia él, para que las respiraciones de ambos se mezclaran y no se les permitiera escapar por ningun lado.

Antes de perder el control sobre si mismo Koko se separó del beso para hacerle una pregunta a Inui.

"¿Vivirías conmigo?" Dijo aún con su respiración desnivelada "Quiero que te quedes en esta casa, y si es posible... quiero dormir todos los días junto a ti" Dijo eso último más tímido.

Inui pensó que tal vez era por la emoción del momento pero no pensaba negarse. Sin dudarlo solo dijo que sí. Uniendo sus labios nuevamente, pero esta vez procurando bajar la intensidad.

Una vez separados, Koko puso un alto advirtiendo que ya era tarde y deberían dormir. Inui tenía que trabajar mañana por la mañana. Seishu hizo lo posible para anivelar su respiración antes de contestar.

"Ci... cierto" Dijo con esfuerzo.

El pelinegro fue el primero en dormirse, y como si fuera una invitación, Inui llevó una de sus manos a su cabello, acariciando sutilmente sus hebras negras. Esa imagen frente a él era la definición de su felicidad. El motivo de su vida. Podía sentir como su vida comenzaba a florecer. Reencontrarse con Koko en aquel restaurante no era nada más que el comienzo. Y aún no creía que Koko correspondiera sus sentimientos.

¿Podía ser posible, que finalmente estuviera experimentando la felicidad? Casi quería llorar pero en su lugar río de lo patético que sería.

No quiso pensar en nada mas, al menos no esa noche. Se acercó a Koko lo más que pudo y lo rodeó en sus brazos para ahora si poder dormir, escondido en el pecho de su amigo.

El frío se hacía presente. La temperatura había empezado drasticamente a bajar, pues ya pisaban octubre, llegando consigo el otoño. Ese clima le agradaba mas a Inui. Aún así, el calor que se proporcionaban ambos jovenes ahuyentaba esa sensación fría y solitaria.

Inui fue el primero en despertar, por el sonido de la alarma que ahora aunciaba el horario de su nuevo trabajo. En el mayor silencio posible, para no despertar a su compañero, se vistió y se preparó para salir. Ya se había desacostumbrado a todo esto.

"Por lo menos viajaré sentado" pensó Inui sabiendo que ahora debía tomar el tren.

Los nervios aún residían en él. Sería su primer día de trabajo. Aunque solo debía atender clientes y limpiar de vez en cuando.

"¿Tu eres el nuevo verdad?" Preguntó un chico que no había visto el día de la estrevista.

"Me llamo Hanemiya Kazutora, seremos compañeros" Anunció el chico con una sonrisa y extendió su mano para que Inui la tomara.

No tardó en acomodarse al lugar. Liberando esa presión que sentía en el pecho. Palmó sus bolsillos para chequear la hora en su celular, pero para su sorpresa, no estaba. Intentó no pensar lo peor, haciendo memoria sobre donde lo había visto por última vez. Logró relajarse cuando recordó haberlo dejado sobre la mesa al lado de la cama.

Por otro lado Kokonoi, aún medio dormido y con sus ojos cerrados, palmó varios lugares de la cama con la intensión de encontrar a Inui. Hasta que abrió sus ojos y recordó que su amigo se fue a trabajar. Liberó un suspiro y se estiró en el lugar, para luego comenzar su día. 11:37. Era algo tarde para su gusto. Ya se había levantado de la cama cuando escucha una vibración proveniente de la mesa de luz.

Volteó a ver y ahí estaba. Inui había olvidado su celular.

"Este tonto, seguro se fue apurado" dijo Koko en voz alta sabiendo que nadie lo oiría.

Pasadas las horas, Inui regresó a la casa. Koko notó que su amigo ahora radiaba un aura diferente al que solía, sus ojos aún lucen cansados pero puede asegurar que pronto mejorará.

"Olvistaste tu celular" afirmó Koko. El rubio asintió.

"Tienes mensajes, estuvo vibrando" agregó el del piercing.

Inui le hizo caso y fue a buscar su celular, al encenderlo se encontró con una no muy grata sorpresa, y su expresión lo delataba así que Koko no tuvo mas opción que preguntar.

"¿Pasa algo?"

Los mensajes eran de su padre. Le había avisado que lo visitaría junto con su madre. Inui lo ignoró sabiendo que cuando llegaran a su antigua casa, se entrarían de que ya no vive ahí. Recién entonces contestaría. Le explicó eso a Koko.

"Estará bien. Vendrán de visita y luego se irán" intentó consolar al rubio.

"Mas bien vendrán de visita, criticarán y luego se irán" contradijo Inupi desanimado.

The Reason [kokonui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora