No quería empezar a preocuparse por eso así que prefirió ir a tomar una ducha. Pero obtuvo el resultado contrario, pues en la ducha es donde se encuentran él y sus pensamientos a solas.
Le molestaba que solo unos mensajes de sus padres pudieran ponerlo tan de mal humor. Eso era constante y estaba cansado. Son sus padres, se supone que deberían tratarlo bien. ¿Por qué incluso lo culparon del incendio en la casa? Aunque tal vez si había sido su culpa. No, ellos querían convencerlo de que así era. Pero... si no hubiera intentado cocinar, nada hubiera ocurrido. Pero él solo quería hacer algo bueno por su hermana. O tal vez era por él mismo, para obtener la aprobación de sus padres mediante Akane. ¿Y si mató a Akane a proposito? No, callate Inui. Inui nunca haría eso.
"No soy un asesino..." Formuló el chico dejando caer el agua de la ducha sobre todo su cuerpo, logrando que la que se deslizaba por su rostro parecieran lágrimas.
El chico salió de la ducha, mas no del baño, pues de detuvo frente al espejo, algo que no había hecho antes. Se miró de arriba a abajo. Inui no odiaba su cuerpo, pero se preguntaba si algo de él le disgustaría a Koko. Sobre todo al notar que su peso no era el mismo de hace unos meses. Se mantenía estable pero, la diferencia estaba allí. ¿Cuantos kilos menos serán? El joven no podía adivinarlo, y pesarse no era una opción. No quería tener algo más de que preocuparse. No volvería a fijarse en ese espejo otra vez.
Ahora si tuvo la oportunidad de cambiarse y salir del baño. Lo primero que hizo fue agarrar su celular, ya que los mensajes de su padre lo tenían ansioso. Ahora había nuevos, los que él sabía que llegarían.
"¿Por qué ya no vives aqui?¿No pensabas decirnos? Dinos donde vives, no seas irrespetuoso"
Inui quería lanzar el celular al otro lado de la habitación tras leer esos mensajes. Se sentía atacado por ninguna razón, podía escuchar el tono enojado de su padre tras esas palabras tipeadas.
Se acercó a Koko para preguntarle si le parecía bien que les dijera la dirección de su casa. Parte de Inui queria que Koko se negara, pero sabía que no ocurriría.
Mordiendo su labio inferior de la frustración, le envió la dirección de la casa a su padre. Disculpandose en sus adentros con Koko por lo que tendría que aguantar.
El timbre no tardó en sonar. Inupi fue a abrir. Los dejó entrar, más no los recibió con alegría.
"Finalmente seguiste nuestros consejos e hiciste las cosas bien" fue lo primero que dijo su padre, que caminaba delante de su madre. El hombre miraba a sus alrededores, orgulloso de algo que ni siquiera le pertenecía a su hijo. Fue en esa mirada que recorría toda la sala cuando notó la presencia de Koko.
"¿Quién es éste?" Dijo cambiando su expresión a una más arrugada. El pelinegro ni se inmutó, fue Inui quien respondió.
"Es Koko, el dueño de la casa" dijo en un tono neutral y desinteresado.
"¿Vives con el?"
"Si"
"¿Por qué?"
"Porque lo amo y es lo que las personas que se aman hacen" dijo casi sin pestanear, haciendo estremecer al referido, que casi formó una sonrisa pero se deshizo de ella rapidamente.
El padre se turnaba en mirar con confusión a su hijo y a su amigo "¿Y esto en cuanto pasó?¿Un mes?"
"¿Eso importa?" Dijo Inui desviando su mirada, sin intenciones de obtener una respuesta.
"¿Vives con un extraño?" Ahora el padre levantaba la voz, parecía una acusación.
"Es mi mejor amigo" respondió firme.
El hombre mayor se molestó en reir antes de hablar "¿O sea que tu amigo sintió lástima por ti porque no tenías casa y te dejó vivir en la suya?"
Inui abrió un poco los ojos sin dejar de fruncir sus cejas. Sin embargo, esta vez fue Koko quien continuó hablando.
"Oiga, Inupi es una persona muy capaz e inteligente" sonaba molesto.
"Soy feliz ahora, por favor vayanse" agregó el rubio en un tono que no convencía a nadie se que estuviera feliz.
"No puedes echarmos, somos tus padres" se sumó la madre a la conversación.
"De hecho la casa es mía, así que yo si puedo echarlos. Vayanse de esta casa" dijo Koko ubicándose un paso delante de Inui, quien aún tenía una mirada recaída.
"¿Vas a dejar que me hable asi?" Se dirigió el mayor a su hijo.
Inui permaneció callado y con los brazos cruzados en respuesta.
"No lo repetiré" amenazó el padre.
"Ni yo" dijo el rubio dejando en claro sus intenciones con su lenguaje corporal.
El padre asintió de manera lenta, con ironía y disgusto. En silencio se marchó de la casa, llevándose a su esposa consigo, que le dedicó una mirada de desaprobación a su hijo.
Al oir la puerta cerrarse, Koko tomó de la mano a Inui y lo guió hasta el sofá. Ambos tomaron asiento, el rubio lo hizo con mas lentitud y pesadez. Hajime mientras, apoyaba su mano en la espalda de su amigo.
Inui liberó un suspiro y llevó su cara hasta sus piernas, escondiéndola en las manos que se apoyaban en éstas.
"¿Crees que este bien si no les contesto nunca mas?" Preguntó levantando su rostro, pero sin mirar a Koko.
"No es bueno tener personas que te hacen mal en tu vida" dijo el chico en respuesta.
Inui lo entendió. Había decidido cortar lazos con sus padres. No tenía porqué responderles, ni permitirles visita. Ya era mayor, y su vida era mejor sin ellos. No se preocuparía mas por eso.
O eso pensaba. Durante la noche, a oscuras en la cama que ahora compartía con Koko, la situación vivida se repetía en su cabeza como una grabación. Como si intentara hacerle ver cada cosa que hizo mal, una y otra vez. Recibiendo culpa por la forma que trató a esas personas. Sus padres.
"Acuestate, debes descansar" dijo el pelinegro somnoliento, que abrazaba a Inui desde un lugar un poco más bajo a la cintura debido a que éste se encontraba sentado en la cama. El chico hizo caso y se recostó, permitiendo a Koko rodearlo por la cintura misma.
Aún así, no pudo conciliar el sueño. En algún momento se volteó para darle la espalda a Koko, inmerso en sus pensamientos. Tal y como hacía antes, solo que ahora debía ocultar su rostro de la persona a su lado. Fumar... hace tiempo no fumaba ¿debería levantarse a hacerlo? No. Deja de pensar en esas cosas Inui. La simple de visita de sus padres no podía dejarlo tan ansioso.
Pero no podía dejar de pensar en ello, y por consiguiente, terminó recordando cada momento que ha sufrido viviendo con ellos a lo largo de su vida. Parecía que todos esos recuerdos nunca se enterraban.
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The Reason [kokonui]
ФанфикInui ha vivido con depresión toda su vida, si no fuera por aquella alma milagrosa que lo salvó de aquel incendio, Inui no tendría una razón para vivir. -Koko, tu eres la única razón por la que estoy vivo. . . . . ⚠️autolesiones y demas temas que pue...