Capítulo 4: Choque de Reyes

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Spotify de Carla: Call Me Maybe (Carly Rae Jepsen)

- Estupendo... Bueno, podría ser peor.- escucho al conductor del BMW resoplar a mi espalda y lo veo mirando el choque. Le he jodido a base de bien.

- Oiga, señor, se ha saltado el ceda al paso, así no se pued ... - comienzo enfadada hasta que lo veo.

Santa Virgen de la Papaya, vaya bombón. ¿Y este pedazo de tío? Me sacaba una cabeza, tenía los ojos marrones como el chocolate, el pelo muy corto, casi rapado y la barba pulcramente recortada, dándole cierto aspecto peligroso. Lo que yo llamo un bellezón.

El traje gris que lleva le sienta como a unas tortitas le sientan un buen chorreón de nutella: del caraj... Estupendamente. Y en el momento en el que me sonríe es cuando mando las bragas a hacer órbita con la luna. Qué guapo es, por favor. Yo no me considero una tía que pierde el sentido y las bragas por un tío con la cara bonita. Pero eso no impide que sepa apreciar al hombre que tengo delante. Y desde luego está para comérselo con pan y mantequilla. Y además, ¿quién le sonríe a alguien que le embiste con el coche como yo? Tiene que ser una señal, me dice mi consciencia.

Lo conocerás pronto, las palabras de Elle vienen a mi mente, vas a chocar con él como un tren de mercancías. Pues tremendo choque. Lo podemos considerar como choque, ¿no? ¿Se referirían las cartas a un choque en sentido literal?

-Vaya, se ve que la mañana empieza de forma muy interesante. Lo siento mucho, me he despistado con el móvil. -dice rascándose la nuca- Culpa mía.

-Sí, eso parece. - digo todavía obnubilada. Carla, reacciona.- Lo siento muchísimo, en realidad, yo también iba liada con el GPS. No me había dado cuenta de que usted apareció hasta que lo tenía encima... y vaya mañanita que llevo. Para prueba lo que falta aquí - digo señalando el hueco del retrovisor.- y sobra en el asiento del copiloto.- añado y me echo a reír.

El chico me dedica una sonrisa y madre mía, este tío tiene que ser top model de anuncios de perfume o algo así. Carla, compórtate, dice mi voz interior.

-Ya veo. Bueno, pues perdonados los dos. No importa, para eso están los seguros. Y no me digas de usted, por favor. Nos pasamos los contactos y ya está. Mi nombre es Sergio. - dice tendiendo una mano.

"Su nombre es suave, creo que empezará por S" dice Elle en mi cabeza. JO-DER-QUE-ME-DA-UN-PUTO-ATAQUE.

-Pues encantada, Sergio. El mío es Carla. Aunque siga sintiéndolo por el BMW. - digo con una sonrisa, estrechándole la mano.

- Yo me preocuparía más por tu minicoche...- y me hace gracia, porque yo también lo llamo así. Jesús, me estoy emocionando.

- Sobrevivirá... Espero.- digo con una sonrisa que no me cabe en la cara.

-Sí, bueno, súper conmovedor. Pero resulta que aquí estoy yo también y nadie ha venido a ver cómo estoy. Me siento un pelín ignorado.-dice una voz con un tono entre irónico y chistoso.

Me vuelvo y es cuando veo a otro chico. Este no tiene una belleza tan llamativa como el primero, es guapo, pero de una forma mucho más sencilla. Es curioso, porque lo miro y veo la némesis total del chico de los ojos marrones. Este los tiene del color del cielo. O del color del mar, no estoy segura. Tiene el pelo un poco largo, aunque no demasiado, parece salido de la peli de Anastasia. Va vestido con una camisa simple, un collar largo por dentro, unos tejanos y unas Convers negras. Tiene rollazo, pero no el estilo pulcro de Sergio. Dios mío, Sergio.

- Disculpa, no le vi y cuando intenté...-empiezo.

- De verdad, no sé qué habré hecho en otra vida paralela para tener que soportar esta cruz.

Hasta que me devuelvas mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora