Spotify grupal I: Andas en mi Cabeza (Chino & Nacho ft. Daddy Yankee)
- Buenos días. - digo a las que van llegando. Ya he preparado el desayuno: café, tostadas, y un poco de fruta.
- Que de energía por la mañana.- dice Elle riéndose.- ¿Llevas mucho tiempo despierta?
- Solo un par de horas. No me gusta mucho dormir.- respondo.
- Esta tía es como un puto robot con pilas alcalinas. Yo a veces no la aguanto.- dice Lola echándose un vaso hasta arriba de café que he dejado en el termo.
- ¿Solo a veces?- digo riéndome.
- Tengo un dolor de cabeza...- dice Mimi.
- Eso es por la mezcla de emociones de ayer.- dice Lola empezando a reirse.
Cuando llegué al tipi, Mimi estaba envuelta en el edredón y con bastante mala cara. Yo no me dí cuenta, pero por lo visto la borrachera que cogió ayer a lo tonto fue bastante más grande de lo que pensaba. Así que la noche para ella fue bastante movidita.
Nos sentamos todas alrededor de la mesa y empezamos a comer. ¿He dicho ya que el desayuno es mi momento favorito del día? Porque lo es, muchísimo.
- ¿Hay mermelada? - pregunta Mimi.
- Por supuesto, pareciese que no me conoces, no hay desayuno sin mermelada. Es de albaricoque.- digo tendiéndosela.- Oye, ¿y Santiago? ¿Se le han pegado las sábanas? - pregunto curiosa al ver que no está aún por aquí.
- Que va. Ha salido esta mañana muy temprano, me ha dicho que volvería estar tarde.- comenta Lola.
- ¿Qué le ha pasado? ¿Algo con su negocio? - pregunta Julia. Ya les he contado a todas que Santiago es el dueño del bar en el que estuvimos todas hace dos noches. Lola era la única que lo sabía ya que se enteró cuando fue a recoger a Santiago de allí mismo el día anterior.
- Ayer fueron los peritos del seguro a evaluar una rotura de una tubería. Han tenido que cerrar el fin de semana para hacer la obra, no es nada pero ha ido para asegurarse de que todo va bien. Dejó a su encargado para ver que todo estaba en orden, pero no se quedaría tranquilo hasta que no lo viera con sus propios ojos. Volverá en un par de horas, va en mi moto.
Siento una punzada de decepción que para nada es normal en mí. No sé qué me está pasando estos días, pero ese chico... Ese chico nada, monada, que te me desvías. ¿Qué pasa con tu Sergio, el chico de tu destino? Céntrate, guapa.
Por una vez, la voz de mi cabeza tiene razón. Santiago es un tío simpático, dulce, pero es mi cliente y amigo de mi familia y... ¿Pero por qué me estoy planteando esto si quiera? No debería ni pensar en nada. A mi me gusta Sergio, es bastante afín a mí por lo poco que he descubierto de él, es guapísimo, es mi destino, y me lo dijeron las cartas. No hay dudas de que es él, y además tenemos una cita el martes.
- ¡Joder! - exclamo de repente.
- ¿Qué pasa? - dice Julia.
- Se habrá pegado un bocado a sí misma con el ansia de la mermelada... menos mal que no es de cerezas, que si no arrasa con todo.- se jacta Lola.
- Cállate. Acabo de caer en la cuenta de que he quedado el martes con Sergio, y estábamos hablando de eso justo cuando llegamos aquí. Pero claro, aquí no hay ni media barrita de cobertura, pensará que estoy pasando de él... ¿Y si me ha dicho algo importante?
- No seas dramática, tranquilízate. Solo nos quedaremos hasta mañana, seguro que podrás explicarle.
- Seguro que piensa que estoy pasando de él. 100%. ¡Joder, mañana es muy tarde!
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Hasta que me devuelvas mi destino
Romanzi rosa / ChickLitCuando una tirada de tarot le muestra un futuro prometedor, con el éxito profesional y el amor verdadero a la vuelta de la esquina, Carla no tiene dudas de que su vida estará llena de felicidad y está como loca por encontrarlo. Carla es trabajadora...