Hasta que me devuelvas mi destino

Capítulo 20: Carla sin apellidos

Spotify de Carla: Fiebre (Bad Gyal)

Todas se han ido a sus cuartos. María está dormida en el sofá y Santiago y yo estamos limpiando los platos en la cocina. Estamos en silencio, él enjabona y yo enjuago las copas que hemos utilizado.

- Entonces... ¿Qué tal tu cita? - pregunta rompiendo el silencio que había en la cocina.

Lo miro y veo cómo sigue concentrado en su tarea.

- Eh. Bien. Hemos ido a ver un musical. - digo simplemente.

- Qué guay. ¿Y después?- pregunta casual.

- Pues hemos ido a cenar.- respondo tensa.

- Al sitio de pijos que te ha dejado con más hambre pero menos dinero del que llegaste.- dice riéndose divertido.

- No ha estado tan mal. La comida estaba deliciosa.- respondo un pelín más brusca de lo que debería.

- Por supuesto ¿Y después? ¿Habéis ido a tomar una copa?

- No. Me ha traído a casa. - digo simplemente. No me siento cómoda hablando de Sergio con Santiago. No después de las últimas veces en las que hemos hablado.

- Ajá. ¿Y después?

- Pues nada, eso. Me ha dejado aquí y cuando he subido estabais aquí todos, el resto ya lo sabes. - vuelvo a cortar.

- Ya veo... - comenta.

- ¿Qué? - le pregunto enarcando una ceja. Sí, sé que soy un poco contradictoria, que quería cortar la conversación, pero la gente que suelta comentarios como con segundas como si tal cosa me ponen de mala leche.

- ¿Qué de qué?- me pregunta con un tono con el que sé que se está riendo de mí.

- ¿Que qué pasa? Termina la frase. Odio cuando alguien no termina con lo que iba a decir. - digo parando de hacer mi tarea y mirándolo directamente.

- Está claro que en algún momento de la noche ha pasado algo interesante. Ya sabes, por cómo has llegado. - dice sin mirarme.

Me quedo callada ante su insinuación. ¿A dónde quiere llegar?

- Me preguntaba cómo había sido.- comenta como si me leyese los pensamientos, encogiéndose de hombros.

- No creo que sea buena idea contarte los detalles.- digo recordando las palabras de su hermana y retomando mi tarea.

- Querías que fuésemos amigos, ¿no? Los amigos hablan de esas cosas. - añade sin darle mucha importancia, mirando a la copa que está fregando en ese momento.

- Ya, pero creo recordar que me has dejado claro que tu y yo no seremos amigos.

- Mi madurez ha aumentado exponencialmente en las dos últimas horas y he decidido que puedo soportar estar en la Friend Zone.

- Si tu lo dices. - comento irritada.- Nos despedimos y ahí pues simplemente ocurrió.

- Te dejó los labios y media cara como un cuadro de Picasso y tú dices "simplemente ocurrió" ¿así de soso? Vamos, el chaval se tuvo que currar el momento.

- Fue sencillo y bonito. Me acompañó al portal y me dijo que era preciosa, se dio el clima apropiado... Él tenía ganas, a mi me apetecía, lo típico.- me defiendo.

- Ya. Lo típico no suena suficiente para alguien como tú.- dice al tiempo que cerraba el grifo, tiraba la esponja y me miraba aún con las manos llenas de espuma.

Hago lo mismo que él y paro de enjuagar las copas para mirarlo de frente.

- ¿Era vuestro primer beso? - vuelve a preguntar. Y sus preguntas empiezan a irritarme.