Capítulo 8: Lip-Sync

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Spotify de Carla: No soy una de esas (Jesse & Joy ft. Alejandro Sanz)

Me encanta hacer de un conjunto simple, algo chic y sexy. Llevo unos jeans oscuros y una camisa blanca ancha que acompaño con un cinturón estilo cowboy, unos pendientazos de colores y mis tacones negros de tiras hacen de este look sencillo algo muy glam. Lo acompaño con la gabardina marrón y voilá, la princesa Carla is here, señoras y señores.

No llevo mucho maquillaje, ahora sí, el pintalabios que nunca falte.

- ¿El rosa barbie o el rojo llama?- le digo a Julia saliendo del baño con los dos colores en las manos.- ¡Qué guapa, pollito!

Lleva un vestido rosa que le realza la cintura pero que es abierto en la falda. Me encanta.

- El rosa, y vamos a juego.- me guiña el ojo.

Le hago caso y salgo fuera. Me encantan las noches de chicas y todas estaban hechas unos pivones. Me vengo arriba nada más que pienso en una noche con ellas y con la nueva integrante del grupo, a la que ya hemos adoptado como a una más.

Como dijo Julia, el sitio estaba a dos manzanas. Menos de diez minutos andando, y eso que vamos todas montadas en taconazos. Bueno, todas menos Julia, claro está, que es más del modelito Converses con vestido. Pero lo que de verdad está guapísimo es el sitio al que hemos venido. Miro a través de la cristalera el interior y quedo maravillada. Todo está lleno de mobiliario de madera, con plantas de colores muy bien colocadas para darle un aire tropical, pero sin sobrecargarlo. Los sillones, las luces, la espectacular barra que queda a un lado me maravillan.

- Es una pasada.- digo.

- ¡Qué sitio tan guay! ¿Te gusta? - pregunta Julia a Elle.

- Me encanta. Es precioso.-responde.

Las luces cambian con la música, resultando relajante.

- Hola, buenas, ¿tienen reserva?- nos dice una chica justo en la entrada.

- Sí, a nombre de Julia Ayala.

- Perfecto. Cinco personas. ¿Me acompañan?- nos dice con una preciosa sonrisa.

Vamos avanzando a través del local y me parece espectacular. Pero cuando veo la terraza es... ¡Joder! Es una puta pasada.

- ¿Tenemos mesa fuera? - le pregunto a Lola.

- ¿Tú qué crees? Si ha reservado Julia, estaremos en el sitio más guay para las fotos.- me responde.

- Genial.

- Se ve toda la ciudad.- exclama Mimi.

- Es precioso.- digo

- ¡Sabía que os gustaría! Las luces son maravillosas.

- ¿Vamos a la barra a pedir?- pregunto.

- Sí, venga, voy contigo.- dice Mimi.

Vamos las dos a la barra de dentro, porque la de fuera está hasta los topes y pedimos nuestras bebidas. Hay mucha gente, pero los camareros de la barra funcionan como una máquina bien engrasada. Presto atención al nombre del establecimiento, un cartel de neón encima de barra: Mikes N'Guns. ¡No me jod... No me lo puedo creer! Llevo toda la mañana entre papeles con este nombre. ¡Es el bar de Santiago! Vaya, pues con razón está tan orgulloso, este sitio está muy bien. Y tiene un equipo grande. Me hace gracia el nombre, lo veo original, inspirándose en ese grupo de música tan popular. ¿De qué vendrá lo de Mike? Echo un vistazo a lo largo de la barra a ver si lo veo, aunque teniendo en cuenta que es el jefe, no creo que esté mucho poniendo copas. Debe estar afuera, en alguna zona reservada o algo así. He conocido a otros regentes de bares nocturnos, y se la pasan de fiesta épica en fiesta épica.

Hasta que me devuelvas mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora