Capítulo 9: Indios y Vaqueros

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Spotify del grupo I: Je Veux (ZAZ)

- No me puedo creer que hayas ganado un palco VIP para la semana que viene.- dice Mimi dándole un sorbo a su café.

- ¡Hayamos en plural, porque ese palco lleva el nombre de cada una de nosotras!- dice Lola.

- Tías, vamos a ir a un palco VIP. ¿Cómo no conocía esa vena artística tuya? - dice Mimi.

- Cómo me ha encantado. Y la química que tenías con el chico era brutal.- dice Elle.

- Es que llevo una Pop-Star dentro de mí, a ver qué os creéis.- dice Julia.

No, no fui yo la que ganó el palco VIP, aunque Sergio y yo no lo hicimos nada mal. Un guiri invitó a Julia a cantar con él la canción de todos los días sale el sol. La del chipirón, vaya, y lo bordaron. Tengo hasta agujetas en las costillas de tanto reírme, en serio. Y me lo pasé muy bien charlando con Sergio. Cuando bajamos del escenario estábamos los dos muy sonrientes, y aunque hubo coqueteo, no se volvió a producir ningún momento de acercamiento físico. Sí, mejor despacio y con buena letra.

Casi lo agradezco, porque realmente creo que hubiera sino demasiado dejarme llevar, y yo soy más de meditar las cosas. No me gustaría que las sensaciones que me despierta Sergio se quedaran en dos besos y una noche loca. No quiero que nadie me malinterprete, apoyo a que cada persona tiene que ser como es y hacer lo que me apetezca. Yo soy una persona que no se deja llevar por lo que siente en el momento, me gusta más analizar mis movimientos. Y cuando alguien me atrae, es porque me gusta de verdad y quiero seguir conociéndolo. No me van los líos de una sola noche, porque yo quiero días completos.

Así que tras charlar un poco más, nos despedimos con dos besos y cada uno por su lado. Aunque he de reconocer que anoche intercambiamos algún que otro mensaje, y que me insistió en ir a cenar el martes. No se si entenderéis que la sonrisa que tengo ahora en la cara no es solo porque estoy en mi momento desayuno (el más feliz de mi día desde que tengo uso de razón).

Estoy tan contenta, que hoy nos vamos a volver locos y voy a cambiar mi mermelada de albaricoque por la de cereza. Así, para desmelenarnos. Y para acabar de soltarnos el pelo creo que le echaré un poco de Nutella si Cruella de Vil, es decir Lola, no se da cuenta de que le robo un poco. Mmmm riquísima. La mermelada es mi pasión.

- Espero que si te acabas la Nutella, me compres un bote nuevo. - hablando de la reina del Saba.

- No me cuentes películas que solo me he echado un poco.- le respondo.

- Nada de poco. Hay un poco de pan en tu Nutella con mermelada. Y menos mal que no estamos desayunando tortitas. Por el amor de Dios.

- Bueno, id terminando que tenemos que salir.- dice Julia.

- Tranquilas, vamos bien de tiempo. No podemos llegar antes de las 12.

- Sí, he quedado con... Ah, es él.- dice señalando su móvil.- Hola, bollito, ¿qué tal la maleta? ¿Todo listo para la diversión?- la veo decir sonriendo. Debe de apreciarlo mucho, porque está siendo muy ella poniéndole motes, hablándole así, y Lola solo lo hace con las personas que permite entrar de verdad en su vida.

- ¿Cómo? De ninguna manera.

- ¿Qué pasa?- le dice Julia con los labios.

- Pues te espero, está claro, pero de aquí no me voy sin ti. Faltaría más. No, escúchame tú a mí... Me lo prometiste, no te veo desde hace medio siglo y no voy a aceptar un no por respuesta.

Lola se está enredando un mechón de pelo en el dedo y eso lo hace cuando va a tomar una determinación.

- Esto es lo que vamos a hacer. Vas a hacer lo que tengas que hacer en ese putito sitio, le vas a echar el muerto por una vez en la vida al monigote que puedas poner, te vas a poner las botitas de montaña y te voy a recoger en mi moto en una hora. Ni un minuto más, y es mi última palabra.- dice seria.

Hasta que me devuelvas mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora