Hasta que me devuelvas mi destino

Capítulo 13: No me llames Caramelito

Spotify de Carla: Soñar Contigo (Zenet)

- Ésta es la segunda vez que me dejo convencer por ti y creo que saldrá igual de mal que la anterior.- le digo a Santiago.

- Tienes que reconocer que en realidad lo pasaste muy bien en ese quad, caramelito.

- ¿Qué confianzas son las que te tomas conmigo para llamarme así?

- Llámalo 3 daiquiris de fresa, llámalo que es de noche y me pongo tonto, o llámalo que me he fijado que siempre estás comiendo cosas dulces de forma compulsiva. Caramelito, te pega.

- No me llames así.- le advierto.

- Dame una razón para no hacerlo.

- No necesito darte razones para que me llames por mi nombre, pero te puedo dar varias: La primera y más importante, no me gusta. La segunda, no eres mi amigo para ponerme motes, y la última, eres mi cliente, y tenemos que guardar las formas.

- Ya... Todo bastante aceptable. Pero lo llevas crudo, porque llevo llamándote así en mi mente desde que te vi comiéndote un caramelo en mi sofá hace dos días. La voz de mi cabeza ya te conoce por ese nombre y no puedo controlarla. Lo siento.

- Pues dile a la voz de tu cabeza que corte el rollo.

- Difícil, no me hace caso, caramelito.- dicen intentando no sonreír.

- ¿En qué idioma tengo que decirte que no me llames así? Tengo un nombre.

- En el que quieras, no me importa. Voy a seguir haciéndolo igual que tu te esfuerzas por llamarme Santiago en lugar de Santi.

- Porque es tu nombre... Por favor, qué hombre más difícil. Y ahora ¿qué? ¿Hacia dónde vamos? El pueblo está muerto ahora mismo.- digo mirando a mi alrededor. En las calles no hay gente y no vemos ningún local abierto.- Tendremos que volver al camping.

- Anda ya, seguro que algo tiene que haber. Algún sitio donde tengan una cerveza o algún chupito.

- ¿Te apetece alcohol? Quiero decir, ¿más alcohol? No tuviste suficiente con anoche, quieres llegar al coma etílico hoy. ¿Qué pasa? ¿Tienes complejo de desinfectante?

Me sonríe y yo me quedo sorprendida hacia la poca preocupación que muestra por su propia integridad.

- No seas así - dice pasando una mano por mi espalda de manera casual. Es solo una caricia, y la retira, pero a mi no me gustan las sensaciones que me despiertan.- Esperemos a Lola, que seguro que encuentra algo.

- Esa personaje seguro que está encontrará a alguien que le interese más que tú y yo. Créeme, estamos solos. Volvamos al camping con las demás, anda.

Elle y Julia tuvieron que acompañar a Mimi de vuelta al camping. No se encontraba bien desde esta mañana, y después de los dos mojitos del bar ha empezado a sentir náuseas. Al principio nos íbamos a ir todos, pero una vez Lola se aseguró de que su hermana no estaba grave, propuso quedarnos los tres juntos por el pueblo a tomar la última. Y ahora la muy chula nos ha dejado tirados a Santiago y a mi.

- Ni hablar. Todavía es muy temprano, así que tendremos que inventarnos algo. - dice con una sonrisa maliciosa que dirige a unos chicos que están pasando frente a nosotros.

- No me gusta un pelo esa mirada de Lola que has puesto.

Empieza a carcajearse y yo lo odio un poco porque sus carcajadas son atractivas. Bastante tirando para que pare o empiezo a babear.

- ¿Has jugado alguna vez a no ser quién eres?

- ¿Qué?- digo desconcertada.

- Sí, ya sabes. Como cuando éramos pequeños, pero a otro nivel. Cuando estás en un lugar donde nadie te conoce puedes ser quien quieras ser. Por ejemplo, yo soy Alexander, un militar sueco que ha desertado para seguir su vocación de adiestrador canino. Estoy aprendiendo el español porque me tuve que mudar aquí para seguir mi sueño, ya que en mi país me buscan para matarme.