Sinceridad

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— Lo sabía, no se fue, a diario lo escuche — mientras Dolores decía esto, golpeo a Camilo con el codo, lo que hizo que el chico se sintiera muy agraviada; y la única persona que lo defendía de su hermana estaba lejos porque se había ido a buscar a su prima, que ya había vuelto con su abuela y su tío que no resulto ser mala persona o alto, por lo que Emmanuel no se encontraba; cuando iba a quejarse con su hermana, su abuela lo llamo.

— Camilo ¿hace cuánto sales con Emmanuel? — pregunto su abuela con una sonrisa en su rostro pero al mismo tiempo muy seria; y al salir el tema sus otros familiares también lo miraban lo que lo puso nervioso.

— ¿Ha-hace cuánto? No-no me acuerdo — contesto con una sonrisa tonta en su rostro, después de todo hacerse el loco no era extraño con él.

— ¡Camilo Madrigal! — esta vez fue su madre quien lo llamo (grito) para que respondiera la pregunta; y sin otra opción ya que o lo decía él o lo hacían su hermana o prima decidió confesar.

— Unos ocho meses — respondió apenado el Madrigal rascándose la cabeza recibiendo una mala mirada de sus mayores.

— ¿y cuándo planeabas decírnoslo? — volvió a preguntar su madre, que viendo el lado bueno al no tener su don no le estaba lanzando rayos.

— Este año probablemente — Camilo miro hacia otro lado para evitar las miradas de todos, y por parte del resto de la familia parecían ofendidos, principalmente Pepa y Félix, siendo que este último recordó algo muy importante.

— Camilo, ayer ustedes dos estuvieron solos en tu habitación ¿dime que no hicieron nada de lo que creo? — Félix se veía increíblemente serio y al oír esto los demás miraron a Camilo con mucho más atención, el implicado se quedó en shock antes de contestar muy agitado.

— ¿Qué? No papá, no, te lo prometo, si quieres pregúntale — la peor parte es que sus hermanos y prima estaban riéndose del interrogatorio, por el contrario tener que enfrentarse a Luisa, Isabela, a su tía Julieta, a su abuela y a sus padres era demasiado aterrador; cuando ya se consideraba muerto se escuchó unos golpes en el portón, siendo su novio que acababa de llegar.

— ¿interrumpo? — Les pregunto Emmanuel cuando vio que todos se le quedaron mirándolo, como si lo estuvieran analizando; y un momento después se dio cuenta que Camilo se había acercado corriendo y se había escondido detrás de él, adivinando lo que estaban hablando antes de que llegara — Cami, por favor no me uses como escudo con tu familia — pero aun así su novio continuo detrás de él, casi ignorándolo descaradamente.

— Camilo — al oír a la mayor de todos llamando y acercándose al ex-cambiaformas, todos creyeron que lo iba a regañar, pero solo resulto en un abrazo por parte de su abuela, al que también fue arrastrado el García — lo siento si te... si los hice sentir que tenían que esconderse — ninguno supo que decir a eso, estaban muy felices de escucharlo, de saber que los aceptaban y las sonrisas de los dos lo demostraba — y esto es para todos, no más secretos ¿entendido?

— No más secretos — respondieron todos al unísono ¿Quién pensaría que toco que la casa se cayera para que fueran sinceros?

— Emma — Isabela se acercó a la pareja y le pregunto al menor — ¿viniste aquí solo por Camilo o hay algo más? — evidentemente se estaba vengando de todas las burlas que su primo le había lanzado desde hacía meses, lo que funciono ya que la pareja se sonrojo y el resto de la familia se rio de la reacción.

— Sí, pero también vine con un regalo — al decir eso todos lo miraron confundidos y la confusión creció al oír las voces y pasos de otras personas, cuando miraron hacia el pueblo vieron que todos se habían reunido con diferentes herramientas y material, viniendo hacia ellos; al ver la reacción de los Madrigal, Emmanuel hablo —apoco creían que iban a reconstruir su casa sin nuestra ayuda.

Camuflaje (Camilo Madrigal x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora