Extra 15: Chisme

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— ¡Estamos perdidas! — casi tirándose al piso mientras se lamentaba, la menor de los Madrigal se estaba quejando con sus hermanas, quienes no estaban en mejor ánimo que ella.

— Tal vez no les cuente —intentando ser la más positiva de las tres, Luisa solo recibió la mirada incrédula de las otras.

— Te acuerdas de quien estamos hablando ¿verdad? —haciendo ademanes con las manos y con una mirada entre desesperada y fastidiada, Isabela le explico a su hermana mientras Mirabel le daba toda la razón.

— No ¿de quién hablan? —apareciendo de la nada y asustando horriblemente a las Madrigal que ni siquiera habían oído venir al García, el cual solo las veía con una mirada curiosa.

— ¡EMMANUEL! ¡No hagas eso! Deberían ponerte una campana —mirando acusadoramente al joven, Isabela estaba intentando calmarse a ella y a Luisa que casi había saltado al otro lado por el susto.

— Con razón eres la pareja de Camilo —con el mismo tono que su hermana mayor, Mirabel hablo intentando generar una molestia a su amigo, pero este solo alzo los hombros sin quitar en ningún momento su sonrisa, esperando pacientemente una respuesta a su pregunta, cosa que la misma Mirabel pudo notar y conociendo lo terco que podía llegar a ser el chico solo describió la situación sin dar detalles — hicimos algo y Dolores lo sabe.

— Ah — yéndose tan rápido como vino, el menor miro a las tres aburrido con la situación, volteándose para volver a buscar a su novio fue detenido por una de las plantas de Isabela que lo llevo de vuelta a su posición original, mientras su creadora lo veía indignada, de hecho Mirabel también se sentía así, solo Luisa se veía confundida por el comportamiento del contrario — ¿Qué?

— ¿eso es lo único que vas a decir? — esperando una reacción más grande del García, pero esté solo asintió lentamente — ¿ningún consejo? ¿nada?

— ¿ya le dijeron a Dolores que no diga nada? — dándoles una "solución", el menor casi se hubiera ido si no fuera por que vio a la planta de Isabela preparada para pararlo.

— ¡¿esa es tu solución?! ¡CLARO QUE YA LO HICIMOS! ¡muchas veces!—si no hubiera sido que quería al muchacho, Isabela ya lo hubiera dejado en la punta de una palma de cera por unas horas, pero sabiendo que si su primo lo llegaba a descubrir se enojaría demasiado sin contar a su abuela, prefirió contenerse.

— ¡ahhh pero si fuera para Camilo ya tendríamos todo un plan en marcha! ¿verdad? —en cambio Mirabel era más directa con el menor, zarandeándolo por los hombros mientras decía cada queja, causando que Emmanuel la viera como veía a las más pequeños del pueblo cuando hacían una rabieta.

— Ustedes le tienen mucha confianza a Dolores —impregnando en toda la oración el sarcasmo, el menor solo las miro con una decepción fingida.

— ¡LE CONTO A TODOS SOBRE LA VISION DE BRUNO! —el muchacho solo rodo los ojos ante los gritos de su amiga, ya había pasado un año de eso, y Dolores se había disculpado hace rato con Mirabel por eso.

— ¿Es algo muy importante o intenso? —las Madrigal viéndose entre ellas primero antes de asentir con la cabeza con caras de preocupación, hizo que el menor sintiera curiosidad por lo que hubieran hecho esas tres, pero pensando en que se podría meter en problemas decidió que lo mejor era saber lo menos posible — en ese caso no deberían preocuparse por Dolores sino por Camilo.

— ¿Qué? —oyendo esa pregunta al unísono, el García se dio cuenta que incluso cuando la familia Madrigal estaba muchísimo más unida que antes, aun tenían mucho que aprender mucho de los otros.

— Dolores no puede guardar secretos —recibiendo miradas condescendientes de las cuatro, el joven solo las ignoro y siguió hablando — entonces cuando tiene que guardar uno muy importante o que la emociona mucho, se lo cuenta a Camilo; hay cosas que ni siquiera sé yo, lo cual agradezco.

— ¡¿desde cuándo?! — Isabela fue la que se veía más afectada, pues ella era la que tenía ese papel hace años, pero de un momento a otro Dolores dejo de buscarla para contarle cosas; cuando paso este cambio no lo cuestiono, ya tenían unos 16 años y creyó que Dolores ya podía controlarse más o que podía afrontar las cosas que escuchaba sola, nunca se le paso por la cabeza que le habían quitado el puesto.

— Según yo como hace unos cinco años tal vez, la verdad no estoy seguro — intentando pensar en la fecha aproximada pero sin lograrlo, el menor miro a la mayor de las nietas, entendiendo porque estaba en ese estado, explico por lo menos lo que sabía —no puedo darte una fecha exacta pero se que comenzó desde que a Dolores le empezó a gustar Mariano —comprendiendo porque no le habían contado, Isabela se veía más tranquila pero igualmente algo dolida, con esto Emmanuel siguió hablando — y no les conto porque, Luisa y Mirabel estaban de un lado pa' el otro haciendo tareas y pues Isa... tú me entiendes.

— Un minuto ¿Camilo sabia lo de Dolores? —uniendo los dos puntos, Mirabel se dio cuenta de lo que el García acababa de decir, la menor de los Madrigal se veía molesta al ver a Emmanuel asintiendo a su pregunta — ¿Y PORQUE NO DIJO NADA?

— Porque y cito: "si el idiota de tu primo no se da cuenta solo, no merece estar con mi hermana"— alzando los hombros mientras respondía, el García, vio como el humor de la Madrigal no mejoraba.

— PERO PUDO AYUDARNOS MUCHO MÁS — haciendo grandes ademanes mientras reclamaba, Mirabel estaba que saltaba a buscar a su primo, idea que era apoyada por su hermana Isabela pero no Luisa, bueno no tanto.

— Pfff Mirabel, no te metas en los asuntos amorosos de los demás — sorprendiendo a los cuatro, una voz nueva hablo sobre sus cabezas, siendo el cambiaformas que estaba sentado sobre las tejas de casita mirando de manera desaprobatoria a su prima, mientras saltaba para estar a la par de todos.

— Perdóname pero ¿cómo que ayudar a tu hermana es algo malo? — enfrentándose a su primo de su misma edad, Mirabel se veía demasiado molesta.

— No le debes decir a los demás como se deben de sentir, mucho menos a un tonto que no tenía idea de lo que quería en ese momento — al inicio de la oración, todos estaban de acuerdo con lo dicho por el cambiaformas, pero con la segunda parte, el propio novio del hablante, lo golpeo suavemente mientras lo miraba con reproche, cosa que solo hizo reír al Madrigal.

— Camilo — siendo llamado por Luisa, el Madrigal se voltio a ver a su prima que tenía una sonrisa nerviosa en su rostro — ¿has hablado con Dolo...? —la mayor ni siquiera tuvo que terminar su pregunta, con la sonrisa burlona y victoriosa que se instaló inmediatamente en el cambiaformas, no hubo necesidad.

— Podría saber algo pero la pregunta aquí es ¿qué me darán para que no diga nada? — recibiendo miradas asustadas y ofendidas de sus primas y a su novio intentando regañarlo sin mucho éxito, ya que tenía una sonrisa; duraron negociando toda la tarde hasta que al fin consiguieron todos estar de acuerdo, no era extraño que cualquiera de los demás que pasaran los vieran extraño, pero era mejor no interrumpirlos por su propio bien.

Camuflaje (Camilo Madrigal x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora