Extra 12: Perfecto

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— ¡ERES INCREIBLE MARIANO! HUGH

— Algo me dice que lo está diciendo en el mal sentido — aunque su comentario hizo que tanto su hermana como Emmanuel lo vieran con una expresión de advertencia, una más amable que la otra; no fue corregido por ninguno de los que estaban en la mesa.

Ese día los adultos les habían dado un día libre a toda la familia, y ellos mismos habían ido al pueblo a visitar a sus amigos, el único que se había quedado en casita fue Bruno, pues aunque ya no lo miraban mal en el pueblo, aún era algo incómodo que todos estuvieran alerta, como si fuera viendo el futuro a cualquiera que mirara.

Y a esa hora ya eran pasadas las cuatro, y en el comedor ya se encontraban Mirabel, quien junto con Antonio y sus animales se habían quedado a acompañar a su tío; Isabela acababa de llegar, pues había salido muy temprano esa mañana aunque no era un misterio en donde había estado todo el día, pues aunque había mucha variedad de plantas en el pueblo, la gigantesca mancha multicolor que había en una de las montañas no era del todo natural que digamos; Luisa, por otro lado se había tomado su merecido día de descanso, tomando el sol, leyendo novelas románticas o viendo la telenovela de su tío que estaba llegando a su mejor momento.

En cambio Camilo, no era una sorpresa para nadie lo que había estado haciendo, pasando todo el día con Emmanuel en su habitación, solo ellos dos sabían que estaban haciendo, porque ninguno de los otros quería ir a comprobarlo y terminar con una imagen en sus cerebros, que muy posiblemente nunca podrían borrar.

A los dos chicos les daba gracia los pensamientos de sus familiares, aunque no podían negar que algunas veces, cuando estaban a solas, la temperatura en la habitación... se elevaba, pero eso sí, hasta ahora no habían pasado el límite, porque intentaban ir lo más cómodo y agradable que pudieran, aunque no creían que faltara mucho para que pasara "eso" en algún momento.

El punto era que ambos habían bajado al comedor por unos refrigerios que la muy amable tía del cambiaformas había dejado para todos, y se quedaron hablando con el resto de la familia, compartiendo una sola silla, muy pegados uno del otro, pero ese comportamiento ya había pasado tanto, que a nadie le pareció extraño verlo.

En el caso de Dolores, pues ella había ido a pasar un tiempo de calidad con Mariano, y al ver que la joven de 22 años, entro como una furia a su hogar, lanzando uno que otro insulto al Guzmán, era obvia que habían peleado o que el joven la había embarrado en algo.

— ¿tenemos que preguntar que paso? — Bruno, como la persona con mayor edad y se supone más madura, fue el que decidió tomar la palabra, sin tener ni la menor idea de cómo manejar la situación, pues aunque si estaba cuando sus hermanas habían tenido uno que otro problema amoroso cuando estaban en su juventud, digamos que él no era el maestro en el tema; y la afirmación anterior solo fue confirmada con la mirada que le envió su sobrina.

— ¿Dolores...? — por su parte, Luisa solo pudo decir el nombre de su prima, antes de que esta la callara de la misma forma que a su tío, en verdad parecía que la mayor podía lanzar fuego con la mirada, pensándolo mejor, era bueno que ese no hubiera sido su don.

— ¿Qué hizo? —viendo que dándole vueltas al asunto no iban a resolver nada, Emmanuel decidió ser lo más directo posible, lo que funciono mejor que a los otros dos, pues aunque Dolores quiso callarlo, la pregunta ya estaba hecha y al parecer fue suficiente para que la mayor se desahogara.

— ¡TU PRIMO ES UN IDIOTA! ¡Eso es lo que hizo! ¡Me saca de quicio shhh! — eso no sorprendió a ninguno, pues solo les confirmo que el causante del estado de la muchacha era el joven, la cuestión era ¿Por qué? Lo que hizo que la curiosidad de más de uno se elevara al máximo.

Camuflaje (Camilo Madrigal x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora