One shots - Multifandom

Sex Education | Otis Milburn

—Querida, que alegría verte de nuevo —fueron las primeras palabras de Jean Milburn al abrir la puerta. Le sonreí amablemente, mientras ambas nos acercábamos para abrazarnos.

—Lo mismo digo Jean. Oye, y tú nunca envejeces ¿Ó cómo? —le dije al separarnos— Te ves espectacular.

—Oh basta —dijo ella riendo, yo sonreí— Que alegría que hayas decidido venir a tomar unas vacaciones.

—Mamá insistió en que sería bueno venir acá. Aparte tenia muchas ganas de verte, y también a Otis claro.

—Eso supuse —ambas reímos— Entra, entra —me abrió paso y camine dentro de la casa con mis maletas dentro de la casa. La verdad es que era linda, pero había muchas decoraciones de penes y vaginas por todas partes. Supuse que algo así pasaría, pues ella es terapeuta sexual— ¡Otis, _________ está aquí! —grito Jean, supuse que él estaría en su habitación— Siéntate cariño —dijo guiándome a él sofá, tomé asiento y espere pacientemente a que Otis se apareciera.

—Que linda casa —comenté mirando a mis al rededores.

—Gracias, hago lo que puedo—me sonrió.

—¿_________? —escuché la voz de Otis— ¡En verdad ya estás aquí! —dijo bajando las escaleras son rapidez. Ambos corrimos el uno al otro y nos abrazamos al encontrarnos frente a frente.

—¡Por supuesto! —dije riendo— No podía esperar más tiempo a verte.

—Tampoco yo —ambos nos separamos del abrazo— Al menos me hubieras avisado —mencionó con una sonrisa— Te extrañe.

—También te extrañe Otis —dije besando fugazmente sus labios. Él sonrió.

—Bueno.. —escuchamos el carraspeó de Jean, ambos nos giramos hacía ella— Yo me tengo que ir. _________ estas en tu casa —me miró y después a Otis— Trátala bien.

—Sí mamá —Otis rodó los ojos. Yo sonreí con diversión.

—No se obliguen a hacer cosas que ninguno quiera —advirtió mirándonos con seriedad a ambos. Abrí los ojos un tanto sorprendida y avergonzada.

—¡Mamá! —reclamó Otis en un gritó, estaba totalmente avergonzado.

—Tranquila Jean..

—Nos veremos en un rato, siento no estar aquí __________, te lo compensaré con tu comida favorita —me guiño un ojo y yo sonreí. Ella se dió la vuelta, tomó sus cosas y salió de casa.

Me giré hacía Otis.

—Eso fue intenso —estallé en carcajadas. Él sonrió apenado— Muéstrame tu habitación —dije enarcando una ceja.

—Andando —me tomó de la mano y fuimos escaleras arriba.

—Oye es muy acogedora —dije cuando entramos a su habitación— No se ve igual que en las videollamadas —negué.

—Por supuesto que no —él rodó los ojos. Sonreí.

—Tu cama es muy cómoda —dije cuando me lancé a ella. Lo miré.

—Un poco.

—¿Cuanto peso aguanta? —le pregunté, inclinándome hacía el frente y apoyándome con mis codos en la cama.

—¿Por qué? —preguntó frunciendo el ceño. Jale de su mano y lo tumbe a mi lado. Ambos quedamos muy cerca ya que su cama era algo pequeña.

—Al parecer si nos aguanta —ambos reímos— Me alegro de verte Otis —dije girando mi rostro hacía él.

—Yo también ________ —sonrió. Acerqué mi rostro al suyo y uní nuestros labios en un beso.

—La pasaremos genial.

—¿Tú lo crees? —preguntó enarcando una ceja.

—Claro —asentí— Somos adolescentes, nos divertiremos —dije con diversión. Él sonrió.

—¿De qué modo?

—Del que quieras..

—Tengo uno en mente —dijo recargando su codo en la cama y poniendo su cabeza en su mano.

Antes de que pudiera responder jalo de mí tomándome por la cintura y me subió encima de él. Ambos reímos, antes de unir nuestros labios en un beso necesitado.

Hacía demasiado tiempo que no probábamos nuestros labios.