4

51 6 1
                                    

Las clases han terminado, voy hacia mi coche... ahí está. Sonrío negando con la cabeza acelerando el paso.

- Oye, ¿quieres venirte a mi casa? – Me dijo Alex sonriendo divertido.

- Si, claro, ¿por qué no?, solo podrías matarme o secuestrarme– dije y me monté en el coche, encendiéndolo, y le miré sonriendo.

- Vale pues vamos a algún sitio – le miré dudando y me sonrío. Me gustó ese interés -, al parque, por ejemplo, a la playa... - dijo con esa sonrisa burlona y divertida.

- Venga, vamos a tu casa, pero te aviso, sé artes marciales.

En pocas palabras, se descojonó.

----

Cuando entramos en su casa, no había nadie lo cual me extrañó, pero supuse que iría llegando su familia poco a poco, como pasa en mi casa.

- ¿Vamos a tu cuarto? – nada más lo insinué, soltó una risita, y me respondió como si estuviera leyendo mis pensamientos.

- Vivo solo – clavó su mirada en mí, riéndose, normalmente me habría sentido estúpida, pero con él no, ninguno hace sentir mal al otro.

Es que, con Alex puedes ser tu misma, sin miedo, es un gran amigo. Y es justo lo que necesitaba, a una persona como Alex.

- Pero, oye, que si quieres ir a mi cuarto no te voy a decir yo que no – dijo vacilante, mirándome insinuante. Negué con la cabeza, divertida

Acabo de conocerle, pero siento que es una gran persona y que podemos llegar a ser grandes amigos. En parte me siento así por lo que me dijo, sin conocernos, me dijo que lo que hacía mi novio no molaba. Y ni Clara me lo decía, todo el mundo dice que nuestra relación es una de las más bonitas que han visto...

Solo los que saben que estáis juntos claro...

La madre que te parió.

- Pues entonces, donde tú quieras – dije y solté una estúpida risita. Joder, que nerviosa que estoy. Él sonrió, le parece muy divertido, a veces pienso que todo se lo parece. Cuando lo conocí, mi primera impresión no fue que todo le parezca divertido, pero hoy... si me lo parece, no sé.

Porque cuando le conociste estaba hasta los cojones de todo.

Puede.

- ¿Te gusta la pizza? – me preguntó echando una mirada por toda su nevera.

- Claro, ¿a quién no? – claro que hay personas a las que no les gusta la pizza, pero yo no soy una de ellas, a mí me encanta. ¿Por qué estoy así de nerviosa?, madre mía. Asintió sonriendo, y sacó una pizza para calentarla.

- ¿Ponemos música? – me preguntó mientras alcanzaba su móvil, que había dejado en el sofá, de una zancada.

- Claro – casi no me dio tiempo a terminar de responder cuando empezó a sonar el principio de unas de mis canciones favoritas. "QUE SE VENGAN" de Funzo & Baby Loud. Empecé a mover la cabeza al ritmo de la canción. Él me miró y sonrió.

- ¡Amo esta canción! – él volvió a sonreír riéndose por lo bajo y empezó a bailar, le seguí.

- Que se venga todo el que quiera, pero que traigan alcohol – decimos al unísono saltando por el salón. Me quité los zapatos torpemente y me subí al sofá mientras fingía ser cantante, me di cuenta de que no tenía micrófono, agarré lo primero que pillé, uno de mis zapatos.

- Hey, tú y yo bailando un bolero
Follando hasta en el ropero – dije gritando, miré a Alex y está flipando, obviamente no se esperaba esto, a lo mejor me estoy pasando un poquito. Y justo cuando iba a parar se une a mí.

Mi querido accidente (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora