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En verde, giré dos veces y allí esta, esperándome. Entró en el coche y sonrió.

- ¿Qué? – pregunté con una sonrisa. Él negó con la cabeza sonriendo y se sentó en el asiento del copiloto. El camino muy tranquilito la verdad. No hablamos mucho. La música inundaba el coche. No me fijé en que canciones sonaban, estaba más pendiente del ambiente, de lo cómodo que es estar con él, con Alex.

Llegamos al aparcamiento de la universidad. Aparqué en la sombra, entre unos árboles y bajamos del coche.

Clara ha venido hasta mi coche, normalmente me espera en la puerta. Cundo la miré le saludé, pero ella se limitó a reírse. Yo la miro sorprendida.

Se ha cambiado el color de su pelo, ahora lo lleva rojo. Clara pelirroja. Esto si que no me lo esperaba, se cambia el pelo mucho, pero ¿pelirroja? Clara cambia constantemente su pelo, en los cuatro meses que llevamos de universidad, ya se ha cambiado el pelo cinco veces, ahora se lo había cortado, esta es la primera vez que se lo corta desde que la conozco. Sorprendentemente todo le queda bien. Ha probado el rubio (su color de pelo natural), el rubio con mechas de diferentes colores, morena, pelirroja... no se que será lo siguiente la verdad.

- Mola – dije agarrando un mechón de su cabello ahora tintado de rojo. La verdad es que le resalta los ojos, está muy guapa.

- ¡Gracias! – dijo bastante feliz. Ya estábamos casi en nuestra clase, estamos recorriendo los pasillos hasta llegar. Alex, que al salir del coche nos había dejado solas hablando del nuevo pelo de Clara, está apoyado al final del pasillo, en unas taquillas. Me quedo un poco embobada. Solo un poco eh. Es que, ¡¿Qué le voy a hacer!? El que es guapo es guapo.

- La verdad es que es muy guapo – dice Clara sacándome de mis pensamientos. ¿Veis? No soy solo yo.

- ¿Has visto sus ojos? – la verdad es que sus ojos le suman unos cuantos puntos a su atractivo.

- No. Pero, la verdad es que media universidad va detrás suyo– muy cierto. No respondí, y solo me quedé mirándole. Me pilló mirándole, me miró con su sonrisa burlona y me guiño un ojo. - Tía, tienes novio.

- Y tu novia. Y nada que ver, solo amigos, si prácticamente le acabo de conocer.

- Ya – dijo encogiéndose de hombros, no parece muy convencida.

- ¿Y a ti que tal te va con Lucía?

- Buah, muy bien, yo creo que estamos super bien ahora.

- Me alegro – en dos meses Clara ha sufrido bastante en su relación con Lucía, es una chica pelirroja natural, con muchas pecas y ojos azules. La verdad es muy pero que muy guapa, es una cabrona, pero una cosa no quita la otra.

La verdad es que si están bien me alegro por ella. Por Clara claro, a la otra no la soporto, no la puedo ni ver. No se lo habré dicho veces a Clara. Pero ella insiste en que la quiere, en que se quieren. A mi no me termina de gustar que estén juntas.

Nos separamos, cada una a su clase, a mí me toca literatura. Cuando entré en clase, Alex ya está sentado en el pupitre doble, el mismo en el que nos sentamos días atrás. Me senté a su lado.

- Oye, ya sé que soy guapo, pero si te vas a quedar admirándome por los pasillos por lo menos disimula – le pegué un codazo por debajo de la mesa y soltó una carcajada. Nos quedamos unos segundos en silencio.

- Me quiero hacer un tatuaje – muy random todo.

- ¿De qué? – pregunté mientras me aguantaba la risa.

- He estado pensando en una rosa, pero no sé. Esperaba que me dieras alguna idea.

- No sé, luego me enseñas una foto de tu idea y hablamos.

Mi querido accidente (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora