Estaba nervioso. ¿Qué podía hacer en una situación así?
Sentía las miradas de todos aquellos estudiantes en su pequeño cuerpo, se sentía intimidado por algunas de las miradas que los omegas le mandaban. Después de que el profesor le presentara, se fue a sentar a uno de los sitios vacíos.
La clase continuo. Sintió la mirada del alfa sentado a su lado, y eso le puso tenso. Trato de ignorarlo durante todo el rato, pero este era demasiado descarado.
Cuando sonó el timbre, sintió un alivio invadirle y se puso de pie enseguida para salir de la clase. Al salir al pasillo, procuro no mirar ni hablar con nadie y se dirigió a su taquilla sin mirar atrás.
Una vez llego a esta, la abrió, dejando algunos libros dentro, puede que pasara más tiempo de lo que debido, ocultándose detrás de la puentecilla, pero no le culpéis, simplemente deseaba morir allí mismo.
Pero la puerta de su casillero fue cerrada, y sintió como alguien lo volteaba para después estamparlo de forma ruda contra las taquillas. Sintió un nudo en su garganta al ver que era el alfa que lo observaba en su clase. Tenia una sonrisa cínica en sus labios, oliendo de manera descarada su olor.
- Hueles muy bien, omega...- murmuro el chico cerca de su oreja.- Amo el olor a cereza...
Seungmin trato de calmarse y respirar.- Aléjate.- pidió, con la voz algo temblorosa.
- Tranquilo, omega, voy a ser cuidadoso contigo.- hablaba, mientras aparaba un poco su cabello y miraba su cuello de forma insistente.- ¿Qué pasaría si te marco ahora, eh? - pregunto con algo de burla, con complejo de superioridad.- Los omegas sois todos unas putas.- hablo con voz de mando, provocando que Seungmin se encogiera más en su sitio, si eso era posible.
Pero una voz sonó detrás de ellos.- Te dijo que te alejaras.- hablo un chico, con ambas manos en sus bolsillos, y mirando al alfa de forma indiferente.
El alfa que acorralaba a Seungmin pareció tensarse al ver al chico, y se separó, tragando duro. El otro chico, de cabellos negros azabache y mirada fría, le miro con asco, mientras el alfa se marchaba con rapidez.
Seungmin trato de no verse tan sorprendido y nervioso, porque había notado que el chico frente a el parecía otro alfa. ¿Le haría lo mismo ese chico? Su cuerpo temblaba, pero trato de tranquilizarse. Al ver que el otro chico ni siquiera se acercaba, comprendió que le había ayudado y no le iba a hacer nada malo.
- Gracias...- murmuro, con un hilo de voz.
El azabache le miro, y asintió.- No fue nada.- respondió, antes de darse media vuelta y desaparecer por el pasillo, bajo las miradas de algunos alumnos.
Cuando el supuesto alfa, se marchó, las miradas cayeron en Seungmin, que actuó rápido, y también se marchó con prisa.
Llego a un lugar que parecía la cafetería, y se sentó en una mesa apartada y solitaria. Saco uno de sus libros de su mochila y comenzó a leerlo, tratando de olvidarse del mal rato pasado anteriormente, y concentrarse en su romántica historia escrita en francés, sobre dos personas que se amaban, pero uno era un bastardo y ella era una princesa.
Después de unos minutos leyendo, noto como alguien se sentaba al frente de el en la mesa, y subió la mirada, encontrándose frente a el, a un chico de cabellos anaranjados y el rostro lleno de lindas pecas. El chico le sonreía de forma amable. Pudo notar por su olor a lirio.
- Vi que eras nuevo en mi clase y quise saludarte.- anuncio el omega, extendiendo su mano.- Me llamo Lee Felix, un gusto.
Seungmin se sintió enternecido por un momento, tomo la mano contraria y le sonrió también de forma amable.- Kim Seungmin.- se presentó.
- Vi que estabas leyendo, ¿qué es?- pregunto curioso, tratando de ver el título del libro.- ¿Está en francés?- pregunto sorprendido.
Seungmin asintió.- Así es, lo aprendí gracias a mis abuelos.- explico, con una sonrisa de lado.- Es como mi segunda lengua.
- Yo también hablo algo de francés, lo estudiaba cuando vivía en Australia.- informo, alegre por recordar su país natal.- Soy el único en mi familia que lo habla.- dijo, en francés.
Seungmin rio.- Tienes buen acento.- respondió, también en francés.
Los dos rieron por el fuerte acento francés de Seungmin, mientras otra persona se sentaba a la mesa. Era un chico de cabellos azules y unas mejillas enormes y blanditas.
- Seungmin, este es mi amigo, Han Jisung.- lo presento el de cabellos naranjas.
- Un gusto.- dijo Jisung, con una sonrisa amable. Era un beta, ya que no tenia olor y parecía de complexión proporcionada.
Los tres hablaron durante todo lo que restaba de tiempo de descanso, hasta que el timbre sonó, y tuvieron que levantarse para dirigirse hasta sus clases.
흉터
Espero les guste esta nueva historia ^^
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Todas mis cicatrices // Hyunmin
FanfictionSeungmin se cambia de ciudad, queriendo dejar atrás su pasado, y poder olvidar las cicatrices que marcan su cuerpo. Con las ideas fijas en odiar a los alfas, se lleva una sorpresa cuando es salvado por uno su primer día. ¿Por qué ese chico era un al...