Seungmin caminaba por los pasillos. Era la hora del descanso, y el debía ir a la biblioteca para estudiar para un examen de filosofía, una de las pocas asignaturas que le iba un poco mal.
Entro a la biblioteca, saludando a la bibliotecaria con una reverencia. Se dirigió a una mesa apartada, y se sentó allí, dejando su mochila a un lado. De esta, saco sus libros de filosofía y apuntes, comenzo a leer textos y los copio.
Uno de los temas del examen era muy difícil y no terminaba de entenderlo, por lo que leía la explicación y los ejemplos durante un millar de veces, pero seguía sin entrarle en cabeza. Hizo un puchero, algo cansado de leer las mismas cuatro líneas.
Alguien se sentó a su lado, y dirigió allí su mirada, encontrándose a Hyunjin, quien le sonreía de forma amable.
- Felix me dijo que estudiabas para filosofía y pensé en ayudarte.- le susurro bajito, para que solo ellos escucharan.
Seungmin se enterneció, y asintió varias veces. Realmente necesitaba ayuda con ese tema. Sorprendentemente, Hyunjin se lo explico las veces que le hizo falta, hasta que logro entenderlo, bastante aliviado. Estudiaron durante un rato más, hasta que el timbre sonó, indicando que debían volver a clase.
Se levantaron de sus asientos, y Seungmin recogió sus cosas, saliendo de la biblioteca. Una vez en el pasillos, se giró para ver a Hyunjin, y le sonrió.
- Gracias por ayudarme.- agradeció, sabiendo que no suspendería el examen gracias al mayor.
- No es nada.- respondió Hyunjin.- Te acompaño a tu aula.- indico.
Ambos caminaron en dirección al aula del menor, mientras hablaban sobre el profesor de filosofía y los difíciles exámenes que ponía. Al llegar a la clase del menor, este no pudo ni decir palabra cuando recibió un corto beso en su frente por parte del mayor.
- Nos vemos después, Minnie.- se despidió Hyunjin, marchándose por el pasillo.
Se quedó allí de pie, procesando lo ocurrido. Llevo una mano al lugar en donde Hyunjin lo había besado, sonrojándose. Había sido un simple beso en la frente, pero Seungmin lo sintió diferente. Se sentía protegido.
Entro en el aula, tratando de disimular su sonrojo.
/////
Las clases habían terminado, y Seungmin se encontraba guardando cosas en su taquilla, ya que había algunos libros que no iba a necesitar.
Sintió un fuerte aroma a alfa detrás suyo, tensándose. Giro levemente su cabeza viendo al alfa que sonreía de forma socarrona. Trato de acercarse al castaño para acorralarlo en las taquillas, pero Seungmin, enojado por el comportamiento de los malditos alfas de aquel instituto, le dio un empujón, notablemente molesto.
El alfa se separó unos pasos por el empujón, oliendo el aroma a cerezas cada vez más fuerte y agrio por el enojo.
- Ni intentes acercarte, alfa idiota.- le gruño, cerrando la taquilla de un portazo y saliendo de allí a paso rápido.
Empezaba a hartarle el comportamiento fanfarrón que tenían todos los malditos hombres de esa especie. ¿No podían dejar su estúpido orgullo atrás y acercarse a coquetear de una forma más linda y dulce, como la de Hyunjin? Bufo, sabiendo que eso sería imposible.
Hyunjin lo había visto todo desde un lado. En un principio pensó en acercarse y echar al alfa, pero no había sido necesario. El olor a cerezas agrias rondaba por todo el pasillo.
Seungmin salió del centro, con el objetivo de dirigirse a su departamento, pero era seguido por un reconocible olor a café negro, que le hizo sonreír. Se paró, girándose a ver a Hyunjin, unos pasos más atras que el.
- Tu olor te delata.- murmuro el omega, tratando de no sonar tan enojado.
- Mira quien habla.- respondió el alfa, acercándose los metros que quedaban.- Dejaste todo el pasillo con tu olor, fue una escena graciosa.- comento.
Seungmin suspiro.- Estoy cansado de que me acosen, Hyunjin.- admitió, con voz apagada.- Cada semana pasa un mínimo de cinco veces.- explico.
Los omegas que no tenían alfa, o los que no estaban marcados, eran acosados constantemente, y tratados como juguetes. Los otros alfas se apartaban de los omegas que olían a alfa o que portaban una marca en su cuello, porque se arriesgaban a recibir una paliza.
Y Seungmin era un omega sin marcar, con un dulce olor a cerezas. Era entendible que todos los alfas de la preparatoria estuvieran como locos tratando de llamar su atención, pero el castaño solo tenia a una persona en mente, y no era un alfa precisamente.
- Si quieres, puedo marcarte con mi olor.- le sugirió Hyunjin.- Verás que no se te acercan.
El olor de los deltas era bastante odiado por los alfas, ya que este era muy fuerte y putrefacto para ellos, algo que les daba ventaja.
Seungmin frunció el ceño.- ¿Cómo se hace eso?
Sin recibir respuesta, la muñeca de Seungmin fue jalada, y cuando quiso darse cuenta, ya estaba siendo abrazado por Hyunjin, quien lo rodeaba por los hombros al ser algo más bajito. Se sonrojó, aspirando el aroma a café negro que tanto adoraba. Apoyo su cabeza en el pecho contrario, algo avergonzado.
- Así.- indico Hyunjin, disfrutando del abrazo.- Ahora olerás a café.
흉터
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Todas mis cicatrices // Hyunmin
FanfictionSeungmin se cambia de ciudad, queriendo dejar atrás su pasado, y poder olvidar las cicatrices que marcan su cuerpo. Con las ideas fijas en odiar a los alfas, se lleva una sorpresa cuando es salvado por uno su primer día. ¿Por qué ese chico era un al...