Capítulo 1

1.8K 87 2
                                    


—¡Después de que veas como me crece el vientre ya no me vas a querer! —Surgió de repente el grito de enojo de mis labios.

Lo miraba con enojo puro.
—Amor... Sabes que eso no es verdas. Yo te seguiré queriendo aunque la barriga te crezca. —Dijo casi de manera desesperada.

—¡Púdrete, Horan! —Escupí aún con enojo, dándole de inmediato la espalda.

Si de algo realmente estaba del todo segura, es que esos síntomas del embarazo no eran para nada agradables, mucho menos en mi. No era algo que esperaba realmente pero, también apenas y empezaba, seguro nada comparado con nada a lo qur se venía encima.

Los cambios de humor eran demasiado notorios varias veces al día, aunque en otros días me llegaba a encontrar de lo más pacífica posible. Otros, solamente me la pasaba en modo neutro, quriendo comer —la boca llena de comida— tumbada en la cama o haciendo tareas. Esperaba a que la pereza no me diera con tanta intensidad.

¿Qué era lo que por ahora me aterraba? Que el vientre me creciera... Mi mayor miedo, claro, con otros más por venir.

—Cielo... —Arrulló en mi cuello— No estás gorda, amor.

—Yo no dije que estuviera gorda...

Por más que tratara, no se podría.

—Sé que no lo estás. —Suspira contra mi cuello— Siempre serás hermosa, con o sin pancita. Además, recuerda que el bebé que vayamos a tener deberá de estar muy sano. —Sonreí— Una muy sana y hermosa niña.

—¿Qué te hace creer que es una niña, Horan? —Lo miré directamente a los ojos— ¡Será un niño! —Protesté.

Lo miré rodar los ojos: —Bien, será un niño. —Se rindió rápidamente.

No pasó mucho tiempo cuando ya me encontraba entre los brazos de Niall, haciendo pequeños pucheros antes de hablar.

—Niall, bebé. Tengo hambre... —Hice el puchero más notable.

—¿Qué quieres comer, mi vida?

Había algo nunca, o tal vez por ahora no iba a admitir, y era que me encantaba la forma tan cariñosa en la que me hablaba, manteniéndose tan sereno y calmado en todo momento, incluso cuando me encontraba a punto de lanzar llamas.

Por otro lado, se llegaba a sorprender demasiado cada vez que me escuchaba mencionar que tenía hambre o tenía antojo de algo...

Varias veces he pensando en que quizá lo molesto mucho con esto, pero me era inevitable no avisarle lo que quería o lo que me llegaba a molestar.

 
—¡Sorpréndeme! —Alcé mis brazos dando pequeños brincos en mi lugar.

—¡No brinques! —Habló alterado— No quiero que nada les pase a ti y al bebé.

Siendo realmente exactos y sinceros, Niall se comportaba como todo un asustadizo, demasiado sobreprotector que siempre estaba al tanto de mi, desde que empecé con todos los síntomas del embarazo. Me agradaba verlo así prestándome tanta atención y... Lo amaba. Estaba siendo todo un amor, mucho más que antes.

—Amargado... —Comenté muy bajito, pero sin querer ser grosera.

—Sabes que es por el bien de ambos, princesa. Mi prioridad son ustedes.

—Sí, lo sé —Me remuevo, haciendo un pequeño puchero— Aún sigo teniendo hambre. Deberías de alimentarme...

Sonreí ligeramente, más aún cuando lo tuve muchísimo mas cerca de mi, besé cortamente sus labios y acaricié sus mejillas con mis pulgares.

Los Mellizos Horan 2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora