Capítulo 35: Acampar.

611 30 0
                                    

Los chicos tenían en la cabeza metida la idea de ir a acampar, cosa la cual no quería, solo quería estar tumbada en la cama, dormir mucho y descansar. El embarazo no siempre deja nada bueno, solamente cansancio, dolores por todo el cuerpo, muchos malestares.

—¡Ya dije que no quiero! —Volví a renegar.

 —¡Demonios ________! —Gritó mi pelinegra— ¡Irás con nosotros, quieras o no! —Finalizó.

—¡No! —Grité como niña pequeña— ¡Me quedare aquí en casa! —Me cruce de brazos acomodandome en la cama— ¿Qué caso tiene el ir a "acampar" si solamente estaremos a escasos metros de la casa?

—¡Me largo de aquí! —Salió de la habitación sin decir nada más.

Yo solamente quería más momentos para dormir, además, no me parecía agradable salir a acampar a unos metros de la casa, mucho menos arriesgarme a que los mosquitos me picaran por la noche, sería terrible, no lo soportaría cualquier movimiento desagradable para mi,  me terminaría sacando de quicio.

Si yo digo que me quiero quedar aquí, me quedaré.

Por un par de minutos ya no escuche nada de ruido de ninguno de los chicos, no miento si digo que todos vinieron aquí para intentar convencerme, siendo todo en vano, por supuesto. No me dejaría convencer tan rápido, mucho menos por Niall aunque si él venía y me lo volvía a pedir, diciéndome que me comprara chocolates y demás cosas dulces, quizá acceda a acampar.

Pero necesitaba que solamente él viniera, no quería a nadie mas aquí más que a él y que me diera también un par de cariñitos.

Al minuto tocaron la puerta, me quede mirandongavia ella con una sonrisa pequeña. Me acomodé mejor en la cama, y me cruce de brazos.

—¿Quién?

 —Soy yo, amor. ¿Puedo pasar?

Lo escuché desde el otro lado, sonreí para mis adentro.

 —Claro, amor. Puedes pasar. —Dije mirando hacia la puerta, quería hacerme del rogar con Niall.

Él entró y me sonrió cuando me miró. Hice una pequeña mueca a la vez que arrugaba muy nariz por esto. En una de sus manos traía una bolsa rosada, era de tamaño mediano y podía escuchar como varias cosas dentro de estas se escuchaban moverse. Me llamó demasiado la curiosidad, aún así, me controle y no me lance a él.

 —Vamos, amor. Vayamos a acampar, tenemos repelente para los mosquitos también llevamos bombones, muchas comida chatarra que seguro hace rato no comes tanta. —Dijo, teniendo razón en todo.

 —Yah, ¿Tú cómo sabes? —Me quejé.

—Sé de todo esto, recuerda que soy tu pareja y tú me lo cuentas todo, ¿Se te olvida?

—Te odio.

—Aunque me odies, tengo una enorme sorpresa para ti, sólo para ti, hermosa.

Se sentó a la orilla de la cama, dejando la bolsa a un lado de mi pierna, con su mano sobre mi muslo, acariciándolo de manera lenta pero, mirándome de manera ciertamente confusa para mi en ese momento. Miraba más bolsa, concentrándome en ella para después pasar a mirar a Niall que seguía sonriendo de la misma manera.

Me acerqué a él, gateando hasta donde se encontraba. Sonreí estando cerca de él.

—¿Qué es la sorpresa, amor?  —Pregunté con una pequeña sonrisa— ¿Besitos, abrazos o... Algo más? —Me senté a su lado, acariciando suavemente mi barriga mientras le miraba.

—Pues... —Escuché el ruido de la bolsa— Tengo aquí mismo tu sorpresa, amor. —Lo mire, viendo como sacaba paquetes pequeños y medianos de la bolsa que anteriormente había dejado sobre nuestra cama— Muchos dulces y chocolates para mi princesa, para que pueda comer tanto como quiera.

Los Mellizos Horan 2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora