Capítulo 46: Insoportable.

630 23 2
                                    

NIALL.

La semana pasada demasiado rápido y me parece un tanto injusto el tener que estar ya a poco tiempo de volver a nuestra gira, de retomarla y tener que dejar a mi pequeña princesa, la necesito siempre para poder saber que soy feliz y saber que mientras ella esté a mi lado, todo andará bien.

Las chicas miraban las carreras en la universidad, esta semana se han estado centrando en ello, Madison hizo el favor de recoger el papeleo del colegio de _______, ya que era su madre y también su tutora.

El papeleo ya estaba en casa, muy bien guardado pero con la idea de mi castaña de estudiar hasta después de que nuestros hijos naciera estaba más que bien. Si ella lo quería así, respetaría su opinión.

—Respeto tu opinión pero...

—Pues debes de saber que a mi no me parece bien el que no vayas a estudiar la universidad...  —Hizo un puchero y se cruzó de brazos, pareciendo realmente molesta.

—Amor...

—¡Nada de amor! —Gritó.

Ésto parecía estarse saliendo de control, todo lo estaba, desde que inició este día lo estaba haciendo. Lo repetía una vez más, entendía perfectamente que ella no iba a seguir estudiando por el momento a causa de el embarazo, comprendía bien, lo era de hacer. Pero, el único problema aquí era de que ella no entendía que quizá yo no podía seguir estudiando, aunque una carrera en línea no estaba nada mal. Debíamos de hacer las cosas bien.

—Debes entender, así como yo entendí sobre lo tuyo, entiende lo mío.  —Tomé sus manos entre las mías— Puedo hacer una carrera en línea, sería más fácil y mientras estamos de gira comenzar a estudiar. —Le sonreí.

Ella parecía estar molesta aún, me sentía mal por esto, pero ambos debíamos de entendernos entre nosotros mismos.

—¡Ah, duele! —Se quejó y me puse alerta, mirando como tocaba su vientre. Rápidamente me acerqué para tocar, entendiendo rápidamente que los mellizos se estaban moviendo.

—¿Quieres que haga algo por ti? ¿Necesitas algo? —Pregunté nervioso, sintiendo mis manos temblar sobre su vientre.

—No, no. Todo está bien, cálmate, estoy bien y ellos también lo están. —Sonrió— Solamente se comienzan a mover, de ahora en adelante será así. Y vaya que empezaron ya a ser demasiado inquietos los dos.

—Oh, eso fue... —Susurré y ella asintió lentamente.

Una pequeña patadita.

Mi cuerpo comenzó a llenarse de felicidad casi infinita, sintiendo todo eso en mi, la emoción, cierta adrenalina. Si es así como se lograba sentir tan solo un pequeña patadita no podía imaginar cómo se iba a sentir en el momento que los tuviera entre mis brazos.

—Esto se siente realmente increíble... —Sonreí ligeramente— Muero de ganas porque nazcan y así poder tenerlos entre mis brazos, poder darles amor y obviamente a ti también.

Era más que cierto que esas ganas de que ya estuvieran en este mundo aumentarán con el pasar de los días, conviviendo cerca de esa barriga y mirando como ellos comenzaban a moverse dentro, dando pataditas o colocando sus manos de manera que fuera muy visible verlas. Me encantaban mis pequeños niños, los amaba ya, desde un comienzo.



__________.

—Pues ahora tienes que esperar, solamente dos meses me hacen falta para poder tenerlos entre nesteos brazos... —Respondió ella, haciéndome entender perfectamente que faltaba muy poco tiempo. Cada vez un segundo menos para la llegada.

Los Mellizos Horan 2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora