Capítulo 50: Molestias.

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Ahora era cuando comenzaba a reflexionar profundamente, pensando que sí hubiera sido muy buena idea el quedarme en casa, allá podría estar cómoda en mi cama que eventualmente ya estaba amoldada por y para mi, estaría cómoda y seguramente hasta durmiendo con la televisión encendida por no haber terminado de ve alguna película.

Los chicos estaban ebrios, excepto Josh que era el único que hasta el momento que estaba consciente de que no sería para nada agradable el beber y perderse entre los efectos del alcohol.

Las chicas también estaban un poco pasadas de copas, reían y se golpeaban entre ellas -sin lastimarse-, solamente golpes traviesos. Sus risas me mantenían aturdidas y los gritos de los idiotas que estaban ebrios, por igual.

-¿Qué hora es? -Preguntó Ana, quien se encontraba un poco mas consciente de todo.

Creo que ahora es cuando entendía mejor porque Josh no había tomado.

-Más de la media noche. -Le respondí con un tono aburrido.

Todas hacían lo que querían yo solamente me mantenía sentada a la orilla de la cama, con mis manos sobre mi barriga y a un lado mío se encontraba la novia de Josh.

Miraba a las chicas que ahora yacían en un círculo con los demás, supuesta mente queriendo jugar a la botella, si sus cabezas estaban dando vueltas sería muy difícil. Demasiado. Apenas y lograban sentarse bien sin caerse de lo ebrios que estaban. Ésto estaba siendo tan absurdo, entendía que quisieran divertirse pero, ¿A costa de tomar demasiado alcohol hasta casi perder la puta consciencia de lo que podría suceder?

-Sinceramente, yo no pienso mover al idiota de Niall. -Me cruce de brazos- Si el muy idiota se queda dormido sobre el piso del baño o de la cocina, ahí se quedará.

-No deberías de estar molesta, hermanita.

Chasquee mi lengua al escuchar a Josh: -No puedo evitarlo. -Me encogí de hombros- Él tiene la culpa, si puede beber y divertirse, pero todo tiene su límite, está vez se pasó.

-Vamos, no te molestes. -La mano de Ana me daba palmaditas en la espalda- Quedan solamente ya dos semanas para que se marchen, deben convivir todos.

-Lo sé pero, es que...

Me molesté conmigo misma. No terminé la oración cuando me despedí de ambos y subí a la habitación que anteriormente me había indicado Perrie, en donde dormiría con Niall. Eso no estaba en mis planes ahora, ebrio y que no estuviera en sus cinco sentidos, no entraría a la cama conmigo.


(...)

Cubría mis oídos con las almohadas, tanto como se me permitía. La siguiente habitación que estaba adjunta con la que tenía yo, estaban algunos de los chicos con su pareja, haciendo cosas indebidas, por la madrugada, estando ebrios y sabiendo que había personas que querían dormir y descansar perfectamente.

Esto era una mierda. Fue culpa mía el aceptar salir con ellos, quizá solo pude haber asistido a la cena y volver a casa, ya si Niall quería seguir con ellos podía hacerlo. No me metería.

El no dormir no era lo peor en este momento, lo peor era saber que me levantaría con los ojos hinchados y unas tremendas y feas ojeras a causa de aquellos insoportables ruidos que hacían que a cualquiera se les fuera el sueño.

Otra cosa peor era de que no me encontraba en mi casa como para pedir que se controlarán y dejarán dormir. Estaba en una casa ajena, de la misma manera ante los ruidos sucios.

Niall ni siquiera vino a dormir junto a mi, se pudo haber quedado dormido en cualquier parte de la casa ajena, poco me importaba ahora, se lo buscó por ser un bebedor sin límites. Me escucharía apenas lo viera.

Los Mellizos Horan 2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora