Las personas se definen por su manera de quedarse, pero sobre todo por su forma de irse. En este caso, sentía la necesidad de hacer todo lo posible para quedarme, ya no era la pequeña de hace 8 años a la que llevaron a un aeropuerto fingiendo que eran vacaciones, Aleksander había creado un mar de ilusiones que si no se hacían realidad no iba a ser capaz de desampararlas.
—¡No me iré sola a otra ciudad y mucho menos a una donde ni siquiera se tomaron la molestia en preocuparse por mi en todo este tiempo!.- azoté la puerta con fuerza, estaba furiosa por la conversación que había tenido con mi padre en el auto.
—¿Y los que tienes ahora si lo hacen?— soltó una carcajada, sarcasmo, eso era.
No supe que decir, maldita sea, solo tenía un par de amigos en esta nueva pero ya conocida escuela. Fer, Sebas y bueno, Aleksander que no tenía idea de lo que nos etiqueta en este momento.
Él se dirigía a su habitación, lo veía con una expresión que estaba segura de nunca haberla sentido en todo este tiempo que habíamos sido solo él y yo, padre e hija.
Volteó mirándome sobre su hombro e intentando acercarse.
Le brillan los ojos por la furia.
—Escucha—se detuvo—.Puedes divertirte con quien quieras, es más, si quieres busca a Patricio otra vez a pesar de haber llorado por él incluso en tu cumpleaños, haciéndome gastar dinero en terapia y medicinas— me miró serio para soltar lo que no quería escuchar—.Vuelve a salir con él si te da la gana pero no con el hijo de un corrupto, explotador que destruyó nuestra familia.
—¡Tu lo has dicho!—respondí—.Su padre es todo eso, él no es así.
—No lo voy a permitir Arya—añadió—.Si tengo que romperme el corazón y mandarte sola de regreso a San Francisco, lo haré—se dio le vuelta de camino nuevamente a su habitación— ponle punto final a lo que sea que exista entre ustedes dos.
Me quedé inmóvil por unos segundos, él nunca me había hablado así. Lo entendía pero a la vez le pedía que él también lo haga, me estaba sintiendo feliz con alguien después de mucho tiempo. Estaba encontrando un pequeño rayo de luz bajo la tormenta que había estado. No sé qué pasó pero de un día para el otro, toda mi puta cabeza era él, me costaba aceptarlo pero siempre habrá algo que sea más grande de lo que pensamos.
Al día siguiente me levanté con un dolor de cabeza estremecedor, culpa mia por haber bebido de mas. No me apetecía salir de la cama, no quería ver a nadie, tiré el móvil hacia el otro lado de mi pieza, busqué bajo mi mesa de noche una caja pequeña de cartón, aún no desemvolvia toda la mudanza. Entre cosas viejas como lentes de sol, fundas de celulares y más, encontré 14 cartas selladas, de la única persona que me demostró que a pesar de la distancia se podía querer, se olvida a quien quiere.
Dudo en abrirla...¿qué es lo peor que podría pasar por leer una carta de hace cuatro años?
La abrí esperando encontrar una carta hecha por un adolescente de 16 años, la última que me había escrito. Desde ese momento no supe nada de él, estaba un poco arrugada por los extremos.
Eres la excpecion, Arya. La excepcion a todo el temor que siento de entregar tanto y nada a la vez. Pero debo dar un paso al lado y dejarte ir, las mejores ganas que he tenido de estar con alguien te las llevas tú, que las cicactrices que esto nos deja a ambos nos conviertan en nuestra mejor versión.
La cerré sin terminar lo que inicié, no era capaz de leer lo que alguien podría confesarme, no me lo creía. La doblé y acomodé en el sobre, me había puesto roja sin darme cuenta.
¿Cómo alguien podría apostar tanto por mi? Definitivamente solo Aleksander Ivanov.
Acomodé un poco mi habitación, entre algunas cajas de mudanza con recuerdos que ya no deseaba conservar. Mi teléfono sonó una vez, volvió a sonar, el sonido era irritante para mi ligera migraña. Cogí el móvil maldiciendo entre dientes sin fijarme quien sería.
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Cartas para Arya
Teen FictionEl regreso inesperado de Arya a New York, no procuraba poner de cabeza la vida de Aleksander. Si no lograste desprenderte del todo de alguien, desprenderte de su presencia. Quizás no deberías haberte ido nunca. Aunque un secreto familiar se oponga...